Vecinos y extra?os
Ard¨ªa San Crist¨®bal de los ?ngeles, ard¨ªa el barrio de ira e intolerancia, y Mar¨ªa de la O, que desgraciadita gitana t¨² eres teni¨¦ndolo t¨®, trataba de entender por qu¨¦ payos que han votado al PSOE y al PCE se ponen hechos unas hidras en el mejor estilo fascista cuando les entra la abominable envidia de piso.Y es que doce cascabeles lleva mi caballo por la carretera, y eso est¨¢ bien; y un par de claveles al pelo prendido lleva mi rnorena, y eso tampoco est¨¢ mal. Pero como la morena intente bajarse de la grupa y encabezar la romer¨ªa, vamos de occipitales y te comes los claveles sin previo ali?o.
Cinco pisos ocupados por gitanos en un bloque de 32 viviendas han puesto en pie de guerra a un barrio proletario e izquierdoso. Piedras, palos, tiros, odio, polic¨ªas, botes de humo, y unas fotos como de guerra de L¨ªbano, o del Ulster, pero aqu¨ª mismo.
Aqu¨ª mismo, que es el lugar en el que suele ocurrir todo lo que nos concierne pero no nos preocupa, tan meditabundos nos deja lo que est¨¢ pasando all¨¢ lejos. Aqu¨ª mismo hay racismo y prepotencia contra las minor¨ªas, pero perm¨ªteme que prescinda de esa historia, que tengo la manteler¨ªa perdida de proyectos de misiles y alarmas mundiales, que se me ha puesto el sopicaldo perdido de picatostes con cabeza de ojiva. ?Los gitanos? Los gitanos, mi vida, llegan en caravanas, al nacer la ma?ana sobre el verde pinar.
Pero los gitanos de este pa¨ªs arrastran una1arga historia de marginaci¨®n e injusticia, de chabola y tracoma en la pesta?a, propiedades, estas ¨²ltimas, que ning¨²n vecino de ning¨²n barrio les envidi¨® jam¨¢s, como tampoco han sido codiciados la mugre, el analfabetismo y la precariedad que preside sus vidas.
Cinco pisos y un mot¨ªn. Cinco pisos y el desastre. Y es que qui¨¦n les manda salirse del Corral de la Morer¨ªa, del tugurio progre en donde te leen la palma de la mano, de? ir y venir de una esquina a otra con la mendicidad a cuestas. Provocan, con sus ganas de ser como los dem¨¢s, y luego pasa lo que pasa: castigo de Dios, castigo de Dios, es la crucecita que llevas al cuello, Mar¨ªa de la O.
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