El Senado no autoriza el procesamiento de Barral al votar en contra mas de 40 socialistas
El senador, escritor y editor Carlos Barral no ser¨¢ procesado por un presunto delito de injurias contra un editor. El Pleno del Senado vot¨® ayer en contra de conceder permiso al Tribunal Supremo para realizar el procesamiento y, por tanto, la inmunidad parlamentaria har¨¢ que el senador socialista no tenga que defenderse de las acusaciones bechas por Francisco Gracia, persona cruelmente retratada en el libro de Barral Pen¨²ltimos castigos. La votaci¨®n -99 votos a favor y 84 en contra- supone que m¨¢s de 40 senadores socialistas rompieron la disciplina de voto de su grupo, partidario, como el escritor, de aprobar el suplicatorio.
La indisciplina motiv¨® una reuni¨®n urgente del Grupo Socialista en la que se barajaba ayer la posibilidad de una dimisi¨®n en bloque de los dirigentes del grupo. La Comisi¨®n de Suplicatorios, reunida el pasado d¨ªa 16, hab¨ªa votado a favor de la aprobaci¨®n del suplicatorio. El Grupo Socialista era y sigue siendo el m¨¢s convencido de que la inmunidad parlamentaria no puede ser una patente de corso. El Pleno de la C¨¢mara, sin embargo decidi¨® ayer todo lo contrario. Los resultados de la votaci¨®n incluso fueron acogidos con una masiva salva de aplausos.Al t¨¦rmino del debate -secreto, como dispone el reglamento para casos de suplicatorios-, Juan Jos¨¦ Laborda, portavoz del Grupo Socialista, manifest¨® su indignaci¨®n: "La cultura no debe defenderse con prerrogativas parlamentarias. Creo que hay una confusi¨®n de base. Aqu¨ª no ten¨ªamos que juzgar a Carlos Barral, sino dejar paso libre a la justicia, ya que la inmunidad parlamentaria se ha de aplicar s¨®lo cuando se trate de casos pol¨ªticos".
Laborda, ostensiblemente contrariado por la decisi¨®n tomada por el Pleno, esgrimi¨® de nuevo la tesis de su grupo en cuanto a la voluntad del mismo de romper con el corporativismo. Una vez conocido el resultado de la votaci¨®n secreta -hecha con bolas blancas y negras-, Laborda se reuni¨® con los miembros dirigentes de su grupo parlamentario para analizar la situaci¨®n. "Es evidente", dijo, "que m¨¢s de 40 senadores socialistas han roto la disciplina de voto". "Tenemos que planteamos seriamente la dimisi¨®n en bloque", dijo Juan Gonz¨¢lez Bedoya, dirigente del Grupo Socialista.
"Creo que Laborda se ha equivocado", dijo Pere Portabella, del Grupo Mixto, que hizo una larga exposici¨®n en el Pleno contra el suplicatorio. "La C¨¢mara tiene un compromiso corporativo, y, como tal corporaci¨®n, deb¨ªa definirse y tomar una postura. Yo he defendido en la C¨¢mara que la creaci¨®n hace una nueva realidad, que deja de ser la realidad misma. Por tanto, no hay motivo de delito en una obra de creaci¨®n, porque, si no, apaga y v¨¢monos".
"Antes que a Barral se nos iba a juzgar a nosotros", a?adi¨® Portabella, "y era una actitud vergonzante la de aceptar ese suplicatorio, aceptar que puede haber un delito de injurias en una obra de creaci¨®n. Creo que el resultado de la votaci¨®n es m¨¢s solidario de esta manera con periodistas, escritores y dem¨¢s. De esta forma defendemos el derecho a la creatividad y a la libertad de expresi¨®n. Si hubi¨¦ramos aceptado el suplicatorio habr¨ªamos levantado la veda".
La C¨¢mara y los partidos
Luis Fern¨¢ndez Madrid, portavoz del Grupo Popular, cuyos miembros tuvieron libertad de voto, dijo: "Por primera vez ha prevalecido la C¨¢mara sobre los partidos. Hab¨ªa que defender la inmunidad parlamentaria porque es una tradici¨®n. Yo he hablado en mi intervenci¨®n de casos como el de Manuel Aza?a, que neg¨® el suplicatorio contra un senador acusado de un delito de sangre, y el de Indalecio Prieto, que tampoco dej¨® que juzgaran a Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera por una acusaci¨®n de tenencia ?l¨ªcita de armas".
Carlos Barral, por su parte, que anduvo durante las casi dos horas de debate deambulando nervioso por los pasillos del Senado, estaba visiblemente emocionado despu¨¦s de conocer la noticia. "Estoy realmente confundido", dijo. "Sigo pensando que, como escritor, era m¨¢s coherente comparecer a juicio, pero esta decisi¨®n no puede por menos que enternecerme".
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