Lutero y Espa?a
Entre bromas y veras se ha apuntado la escasa repercusi¨®n que ha tenido en Espa?a el quinto centenario del nacimiento de Lutero. Yo ni entro ni salgo en si es bueno que haya muchos o pocos lutera nos. S¨®lo deseo aprovechar esta oportunidad para se?alar la notable aportaci¨®n erudita de un investigador toledano, residente en Suiza, acerca de las huellas del reformador en las letras espa?olas. Don Carlos Gilly acaba de publicar en el Archivf¨²r Reformations geschichte de 1983 un largo y documentado estudio que, en alem¨¢n, lleva por t¨ªtulo: "Juan de Vald¨¦s, traductor y adaptadorde los escri tos de Lutero en su Di¨¢logo de doctrina. Sin dejar un asomo de duda, el se?or Gilly prueba que Juan de Vald¨¦s, famoso autor del Di¨¢logo de la lengua (1536), tradujo y adapt¨® en su tratado de 1529 obras de los reformadores Lutero y Ecolampadio, y conoci¨® asimismo los escritos de Melancht¨®n. Esta circunstancia pas¨®, inadvertida a los te¨®logos contempor¨¢neos de la universidad de Alcal¨¢ y, lo que ya es rn¨¢s sorprendente, a la propia Santa Inquisici¨®n. El descubrimiento al que aludo modifica esencialmente las conclusiones de Marcel Bataillon, de Jos¨¦ C. Nieto y de otros eruditos sobre la espiritualidad espa?ola del siglo XVI: Juan de Vald¨¦s es algo m¨¢s que un erasmista o un alumbrado, y el valdesianismo en Espa?a e Italia, un movimiento muy complejo. Los libros del doctor Constantino, de fray Luis de Granada, el cat¨¦bismo de Carranza, etc¨¦tera, habr¨¢ que leerlos a nueva luz de ahora en adelante. No puedo detenerme en mencionar siquiera los puntos tratados por d¨®n,Carlos Gilly. / . Basilea (Suiza).
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