Una joven de 15 a?os fue obligada a prostituirse y 'vendida' a unos proxenetas por 150.000 pesetas
Una joven granadina de 15 a?os de edad, Mari Carmen Fern¨¢ndez Mu?oz, ha sido obligada durante los ¨²ltimos cuatro a?os a prostituirse, bajo amenazas de muerte, en bares de la provincia de Gerona, donde recientemente fue vendida a unos proxenetas en la cantidad de 150.000 pesetas, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil.
La chica ha sido puesta a disposici¨®n judicial por la Guardia Civil, que procedi¨® ala detenci¨®n de los propietarios de la barra americana donde fue localizada. Tambi¨¦n fue detenido el hombre que "la vendi¨®" a los due?os del local. Todos ellos son sospechosos de estar implicados en una red de trata de blancas.Mari Carmen, que en la actualidad se encuentra a cargo del Tribunal Tutelar de Menores de Gerona, abandon¨® su casa de la localidad granadina de Pinos Puente en 1979, con consentimiento paterno, en compa?¨ªa de un individuo apellidado Must¨ªn y que, al parecer, fue quien luego la oblig¨® a prostituirse. Aunque a la muchacha le han hecho creer durante todo el tiempo que su familia recib¨ªa mensualmente una cantidad fija de dinero como pago por su trabajo, sus padres aseguran que jam¨¢s le han "mandado un duro, ni ella ni su amigo". "Nosotros cre¨ªamos que ella estaba viviendo con un muchacho que se la llev¨® hace tres o cuatro a?os", ha declarado el padre de la chica, Manuel Fern¨¢ndez, quien hace dos meses denunci¨® en el juzgado de Pinos Puente el abandono del hogar por parte de su hija. "La ¨²ltima vez que hablamos con ella fue hace unos nueve meses. Desde entonces, cuando llam¨¢bamos al tel¨¦fono que nos hab¨ªa dado, siempre nos dec¨ªan que no se pod¨ªa poner en ese momento, pero que estaba muy bien de salud y que no nos preocup¨¢ramos. Por eso nos decidimos a poner la denuncia, porque ya nos parec¨ªa raro tanto tiempo sin que se pudiera poner al tel¨¦fono en persona". Mari Carmen Fern¨¢ndez fue localizada el pasado d¨ªa 20 por miembros del servicio de informaci¨®n de la Guardia Civil de Gerona en un establecimiento del casco antiguo de la ciudad catalana con fama de prost¨ªbulo, el Bar Montecarlo, donde la chica trabajaba desde hac¨ªa 10 d¨ªas y cuyos propietarios hab¨ªan pagado presunta mente por su traspaso unas 150.000 pesetas. Al parecer, el trato se hab¨ªa realizado dos meses antes en la localidad de Figueras, donde los compradores tienen un negocio del mismo tipo, como en Ba?olas, Cornell¨¢ de Terri y otros en la misma capital gerundense.
Seg¨²n fuentes de la Guardia Civil de Gerona citadas ayer por el diario local Ideal, el ejemplo de Mari Carmen no es el ¨²nico que se conoce. "Centenares de muchachas filipinas y gitanas provenientes de Andaluc¨ªa son obligadas a prostituirse", se?alan estas fuentes. "En el caso de las gitanas, como el que nos ocupa, sus padres suelen estar al corriente de toda la operaci¨®n, y su contacto con la hija se hace casi ¨²nicamente a trav¨¦s de los corredores y gente que se dedica a la trata de blancas. Si la menor decide irse del lado de sus explotadores, ¨¦stos se lo comunican a sus tutores, quienes presentan denuncia por abandono del hogar y, una vez localizada la chica, vuelve a ser obligada a entrar en el c¨ªrculo".
Mari Carmen es la cuarta de los siete hijos de un matrimonio gitano conocido en Pinos Puente por el sobrenombre de los Alcala¨ªnos.
"Eso que dicen de que nosotros cobr¨¢bamos todos los meses por el trabajo de Mari Carmen es una mentira como una catedral de grande", ha manifestado el padre de la chica. "Nosotros lo ¨²nico que sab¨ªamos de su vida es que viv¨ªa con ese muchacho y, aunque no estaban casados, nos dec¨ªan que ella no trabajaba en nada y que se encontraba bien. Ahora veo claro que el hombre nos ha estado enga?ando a todos, y le dec¨ªa a ella que nos mandaba el dinero que ganaba, mientras que nunca la dejaba que se pusiera al tel¨¦fono cuando nosotros la llam¨¢bamos".
Mari Carmen ha manifestado en el centro de menores donde actualmente se encuentra, su deseo de no ser devuelta al hogar paterno, lo que alimenta la sospecha de la Guardia Civil gerundense de que su familia no es ajena al asunto.
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