El general de los jesuitas afirma que no cerrar¨¢ las 'ventanas' que abri¨® Arrupe

El nuevo prop¨®sito general de los jesu¨ªtas, Peter Hans Kolvenbach, dijo ayer en su primera conferencia de Prensa con periodistas internacionales que no piensa cerrar las "ventanas abiertas" por su antecesor, Pedro Arrupe; y expres¨® su convicci¨®n de que los miembros de la ¨²ltima congregaci¨®n general que le eligieron en el primer escrutinio estaban convencidos de que "el rumbo inspirado por el padre Arrupe iba ciertamente en direcci¨®n justa".

Hasta ayer, el nuevo prep¨®sito general de los jesuitas, un holand¨¦s-liban¨¦s de 54 a?os, no hab¨ªa concedido ninguna entre vista. Y la conferencia de Prensa, internacional por voluntad suya, se celebr¨® en la sala de la congregaci¨®n general. Estaba todav¨ªa all¨ª la gran pantalla luminosa usada para las votaciones, con el placet y el non placet.

Proverbio japon¨¦s

La impresi¨®n que caus¨® su persona fue altamente positiva, sobre todo en los ambientes m¨¢s progresistas. Gust¨® su serenidad, su sentido del humor, su falta de dramatismo y su capacidad oriental para echar fuera algunos balones de la Prensa. Cuando alguien le pregunt¨® si es verdad que el Opus Dei es para Juan Pablo II el ni?o preferido, mientras que los jesuitas son el ni?o rebelde, el nuevo superior general pas¨® enseguida el micr¨®fono al asistente general italiano, padre Giuseppe Pittau, considerado en su momento el candidato del Papa para el m¨¢ximo cargo de los jesuitas y dejado enja cuneta por la congregaci¨®n general, que no le eligi¨®.El padre Pittau respondi¨® que la pregunta le recordaba un proverbio japon¨¦s seg¨²n el cual "los ni?os caprichosos son los m¨¢s amados", y a?adi¨® que, de cualquier modo, los jesuitas no son toda la Iglesia y que en ella cada instituci¨®n tiene su papel propio. El padre general, sonriendo, puntualiz¨®: "Esta vez hay un acuerdo total m¨ªo con el padre Pittau". En la conferencia de Prensa estuvieron tambi¨¦n presentes algunos de los nuevos asistentes generales: adem¨¢s de Pittau, el belga Sim¨®n Decloux, el chileno Juan Ochagav¨ªa y el norteamericano John O'Callaghan.

El nuevo prep¨®sito general asegur¨® que no va a dar directrices para los jesuitas de Am¨¦rica Central, "porque", afirm¨®, no se debe generalizar y hay que estudiar despacio todas las circunstancias". Sobre el dilema fe y compromiso social fue tambi¨¦n muy expl¨ªcito: en el campo te¨®rico, dijo, habr¨¢ que profundizar mejor desde la teolog¨ªa qu¨¦ significa justicia, porque es "una palabra demasiado rica para no ser ambigua". "Pero en el campo concreto es evidente", a?adi¨®, "que fe y compromiso social son inseparables". Y record¨® que el mismo Juan Pablo II les ha dicho a los religiosos que deben anunciar el Evangelio "a un mundo que sufre hambre y privaciones".

Coment¨® que no siempre es f¨¢cil saber d¨®nde termina la fe y d¨®nde empieza el compromiso social. Y para probarlo cont¨® que, hace s¨®lo unos d¨ªas, dos jesuitas en El Salvador fueron objeto de un duro registro por parte de la polic¨ªa, que les acusaba de esconder armas. "Las armas", dijo el padre Kolvenbach, "no las encontraron porque no las ten¨ªan.