Emiliano Rodr¨ªguez fracasa como t¨¦cnico en Valladolid
Emiliano Rodr¨ªguez, el jugador de baloncesto espa?ol m¨¢s popular en la d¨¦cada de los sesenta, anda de capa ca¨ªda. Los triunfos que el baloncesto le regal¨® cuando pisaba las canchas se los niega ahora que, tras muchos a?os de espera, ha dirigido sus pasos por la ruta de los entrenadores. Claro que en este caso no hay que echarle la culpa a la suerte ni a ning¨²n factor exterior: en s¨®lo cuatro partidos el propio Emiliano ha demostrado, para sorpresa de muchos y confirmaci¨®n de los temores de otros, que est¨¢ muy alejado de lo que hoy se estila en el baloncesto y que no por haber sido buen jugador se es buen t¨¦cnico.El alero leon¨¦s, que se hizo famoso con la camiseta del Real Madrid y de la selecci¨®n espa?ola, est¨¢ dejando boquiabiertos a los espectadores vallisoletanos, que no aciertan a entender c¨®mo se puede acumular tan r¨¢pidamente tal sarta de desprop¨®sitos y errores en la direcci¨®n de un equipo.
Emiliano debut¨® como t¨¦cnico del F¨®rum Filat¨¦lico Valladolid el 6 de noviembre, tres d¨ªas despu¨¦s de haber relevado a Mario Pesquera, cesado fulminantemente. Su equipo se enfrent¨® al Cajamadrid y perdi¨® (95-101).
Fallos b¨¢sicos
La derrota entraba dentro del campo de la l¨®gica, pero es m¨¢s dif¨ªcil de entender que Emiliano solicitase tiempo muerto cuando su equipo ganaba por siete puntos y superaba claramente a los madrile?os, y no lo hiciese cuando ¨¦stos entraron en racha y desarbolaron a los vallisoletanos. Era el d¨ªa del deb¨² y el p¨²blico acogi¨® con cierta flema los errores, aunque ya se pudo apreciar que el nuevo t¨¦cnico conoc¨ªa poco a sus hombres y tambi¨¦n le sonaban a chino las caracter¨ªsticas y movimientos de muchos de los peones del Cajamadrid.
En los tres partidos oficiales restantes el F¨®rum Filat¨¦lico tampoco ha sido capaz de vencer, aunque se enfrent¨® a los m¨¢s flojos del grupo: Hospitalet, Basconia y Estudiantes. Y la primitiva sorpresa por la irregular direcci¨®n de Emiliano se troc¨® en decepci¨®n. Basten algunos ejemplos: ante L'Hospitalet, en partido jugado en Valladolid, Emiliano no pidi¨® ni un solo tiempo muerto en toda la segunda parte pese a que los catalanes dominaban el partido por poca diferencia; coloc¨® a su hombre m¨¢s eficaz bajo tableros, el pivot Trumbo, sobre un alero, Epi, que le volvi¨® loco jugando por fuera; sent¨® durante muchos minutos al ¨²nico base del equipo, Alonso, para encomendar la direcci¨®n a un escolta, Puig. Con el paso del tiempo, la frecuencia de errores como ¨¦ste se ha incrementado por lo que, a s¨®lo un mes de su fichaje e incorporaci¨®n a la direcci¨®n t¨¦cnica del F¨®rum. Filat¨¦lico, ya se asegura que Emiliano no finalizar¨¢ la temporada.
Una de las razones que se esgrimen es que los jugadores empiezan a tomar a cachondeo muchas de las absurdas decisiones del preparador y a darse cuenta. de que sus planteamientos son, generalmente, equivocados. Tampoco son mod¨¦licos los entrenamientos, en los que la mayor parte del tiempo se dedica a lanzamientos de canasta.
Tras estas demostraciones, nadie entiende por qu¨¦ se ha contratado a Emiliano por dos temporadas, a raz¨®n, seg¨²n cifras oficiosas, de tres y cinco millones, respectivamente. S¨®lo puede comprenderse si se trata, como se rumorea cada vez con m¨¢s insistencia, de una operaci¨®n publicitaria, encabezada por el F¨®rum Filat¨¦lico, que intentar¨ªa sacar tajada de la popularidad del ex alero.
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