Un cine que lucha contra su propia marginaci¨®n

Bilbao, convertido durante una semana en el centro de la cinematograf¨ªa de cortometraje y documental, clausur¨® ayer la 25? edici¨®n del Certamen Internacional de Cine. Con el respaldo de la audiencia de cineastas y muestras similares de distintos pa¨ªses, el certamen bilba¨ªno enfrenta su pr¨®xima edici¨®n con el ¨¢nimo de prolongar su actividad a lo largo del a?o y contribuir, desde el plano legislativo y la pr¨¢ctica, a la creaci¨®n y difusi¨®n del cine de su especialidad, que, frente a su marginaci¨®n, ha emprendido el camino de la creatividad y la comunicaci¨®n.

"Desde el punto de vista de un realizador, me he visto sorprendido por la capacidad de entendimiento, el contacto entre cineastas y el cine que se est¨¢ realizando en este momento en el mundo que he encontrado en Bilbao. Considero que su certamen es una ayuda important¨ªsima para la intelectualidad joven de un pueblo, aunque lamento que, como todas las manifestaciones de cine del g¨¦nero, le falte resonancia frente al largometraje, lo que no deja de ser un verdadero problema", explicaba ayer Jorge Prelor¨¢n, cineasta argentino y miembro del jurado internacional de la edici¨®n bilba¨ªna.

Desde el plano general del abandonismo que azota las realizaciones de cortometraje y documental de la mayor¨ªa de pa¨ªses, salvo las f¨®rmulas de protecci¨®n vigentes en el ¨¢rea socialista, el certamen de Bilbao ha levantado acta del panorama prometedor que parece abrirse para el cortometraje y el documental espa?ol. Las quejas y la desmoralizaci¨®n que durante a?os han expresado los realizadores espa?oles en el certamen de Bilbao han dado paso a un ambiente de expectaci¨®n ante las iniciativas y los proyectos legislativos para el cine del g¨¦nero desde las administraciones y la posibilidad de apertura del mercado.

La vuelta al sistema de puntuaci¨®n para las obras que aspiran a la subvenci¨®n contemplada en el proyecto de la futura legislaci¨®n sobre el cine en Espa?a y los reg¨ªmenes de ayuda a las producciones aplicados ya en Catalu?a y Euskadi -con un 25% de subvenci¨®n para el largometraje y una escala puntuable para el resto de la cinematograria en Euskadi- nos sit¨²an ante un marco legal aceptable para un cine como el nuestro, que aspira a ser reconocido en la taquilla y a la comercializaci¨®n en el mercado", se?ala Luis Eguir¨¢un, coautor con Ernesto del R¨ªo del corto El ojo de la tormenta.