Una ni?a abandonada, de 45 d¨ªas, ingresa en estado lamentable en la residencia de Orense

Una ni?a de unos 45 d¨ªas de edad ha sido ingresada en la residencia materno-infantil de la Seguridad Social de Orense en grav¨ªsimo estado de salud por abandono. Su estado en el momento de ser llevada al centro m¨¦dico era lamentable. Inicialmente fue atendida en el centro de urgencias de El Barco de Valdeorras, adonde la llev¨® un muchacho de 16 a?os, al parecer hermano de la peque?a, que ante el estupor del personal sanitario fue incapaz de dar un solo dato coherente sobre la identidad de la criatura.

El jefe del servicio de Pediatr¨ªa de la residencia materno-infantil Infanta Elena, de Orense, el doctor Federico Martin¨®n, ha confirmado que la ni?a ingresada presentaba un estado de completo abandono f¨ªsico y ps¨ªquico, con evidentes s¨ªntomas de privaci¨®n emocional, una grave desnutrici¨®n y talones, brazos y pelvis ulcerados como consecuencia de haber permanecido tumbada de espaldas en la misma posici¨®n durante muchos d¨ªas y en medio de una gran suciedad. Uno de los m¨¦dicos que la atendieron cree que no fue lavada ni siquiera despu¨¦s del parto.Tras un intenso tratamiento de rehidrataci¨®n ha empezado a ser alimentada y evoluciona satisfactoriamente. Los responsables del centro asistencial han denunciado el caso ante el juzgado.

Extra?a historia

La llegada del beb¨¦ a la residencia de El Barco ha puesto al descubierto una extra?a historia, confirmada ¨²nicamente por el testimonio de numerosos vecinos de la localidad. Seg¨²n datos revelados por el vecindario, la ni?a es hija de Manuel Rey Pe?a, de 50 a?os, alba?il contratado por el Ayuntamiento de El Barco, quien -seg¨²n afirman en el pueblo- vive con su hijastra, Dolores Rey Villar, de 41 a?os y disminuida mental, de la que tiene varios hijos, ninguno de los cuales figura en el registro civil. En este registro s¨ª fue inscrito con todos los requisitos legales el matrimonio de Manuel Rey con Carmen Villar do Campo, fallecida hace un a?o. Poco despu¨¦s de casarse, Manuel Rey reconoci¨® legalmente a Dolores, hija natural de su mujer, con la que ahora vive.

Nadie en la peque?a: aldea de Viloira, que es pr¨¢cticamente un barrio de El Barco, puede precisar el n¨²mero de hijos de Manuel y Dolores, pero aseguran que al menos cuatro viven hacinados en la vivienda de la extra?a familia, donde no ha podido entrar nadie por la celosa vigilancia de su propietario, quien incluso se neg¨® a facilitar datos para el ¨²ltimo censo. Varias personas han asegurado que una criatura muri¨® por congelaci¨®n.