La pel¨ªcula cubana 'Amada' anima el festival de Huelva durante el fin de semana

"Una de las constantes del festival de Huelva es la fidelidad de su p¨²blico", dijo a este peri¨®dico su director Jos¨¦ Luis Ruiz, molesto por versiones period¨ªsticas de la indiferencia de los onubenses hacia el festival. Efectivamente, las proyecciones del fin de semana han despertado la curiosidad de numerosos espectadores que abarrotaron las salas. Uno de esos llenos fue para Amada, la ¨²ltima pel¨ªcula del director cubano Humberto Sol¨¢s.

Recientemente, TVE emiti¨® una pel¨ªcula de Solas, Luc¨ªa, y de ¨¦l se aguarda la presentaci¨®n de Cecilia, realizada en coproducci¨®n con Espa?a y presentada en el festival de Cannes, donde no tuvo ¨¦xito.Hay habitualmente en el cine de Humberto Sol¨¢s una fascinaci¨®n por el mundo femenino y sus represiones, que no termina de objetivarse. En Amada, da vueltas y revueltas sobre la frustraci¨®n de una mujer casada que odia a su marido, un trepador sin escr¨²pulos, mientras ama secretamente a su primo, un joven idealista con quien nunca se atreve a intimar sexualmente. Gracias a la excelente interpretaci¨®n de Eslinda N¨²?ez no cae la pel¨ªcula en tantos momentos terribles como su gui¨®n permite. Las redichas frases de los di¨¢logos hicieron sonreir a los espectadores, perdi¨¦ndose as¨ª la verosimilitud del filme.

Se inclina el autor por un formalismo que a muchos recuerda el estilo de Visconti, pero manteni¨¦ndose en su periferia. Las referencias hist¨®ricas del filme, que se sit¨²a en La Habana en 1914, en una de sus mayores crisis de hambre, quedan despegadas del melodrama central, por mucho que el entusiasmo del joven enamorado responda a un concepto progresista de la vida castigado con la c¨¢rcel en aquellos a?os. El dilema de Amada es s¨®lo amoroso, pero quiere significarse en un conflicto pol¨ªtico m¨¢s amplio. Queda, sin embargo, en un camino varado.

Desaparecidos en Brasil

El el p¨²blico fue m¨¢s entusiasta con Pra frente Brasil!, de Roberto Farias, que compite en Huelva como ya lo hiciera en Berl¨ªn donde se present¨® por primera vez tras la retenci¨®n de la censura brasile?a, que tambi¨¦n' destituy¨® al director de Embrafilme, que la hab¨ªa subvencionado. Pra frente Brasil! denuncia la existencia de desaparecidos por cuenta de polic¨ªas paralelas, cuando no de la aut¨¦ntica, en su justificaci¨®n de vencer al terrorismo. El caso de uno de ellos, que no ten¨ªa ninguna inquietud respecto a la pol¨ªtica, alarma a sus familiares, que inician una investigaci¨®n por su cuenta.Realizada con cierta torpeza e ingenuidad, no siempre ocultas por los buenos prop¨®sitos, esta pel¨ªcula es un buen ejemplo de las dificultades t¨¦cnicas de algunas cinematograf¨ªas latinoamericanas. A esta realidad fueron sensibles los componentes de las conversaciones sobre Medios de comunicaci¨®n y cine. "En los pa¨ªses con industrias cinematogr¨¢ficas d¨¦biles o emergentes", dice el comunicado, "la competencia, irradiada sobre todo por los grandes centros trasnacionales de EE UU, ha yugulado las posibilidades de desarrollo aut¨®ctonos, o ha conducido a crear filmes mim¨¦ticos de los modelos del cine yanqui, que colonizan sus mercados".

La dura y dif¨ªcil lucha no siempre acaba mal, como confirman los frecuentes aplausos del p¨²blico. Entre sus favoritas destaca hasta ahora una curiosa y bella pel¨ªcula, tambi¨¦n aplaudida en el festival de Biarritz, Ardiente paciencia, dirigida por el escritor chileno Antonio Skarmeta, exiliado en Berl¨ªn occidental desde 1975. Ardiente paciencia imagina a un Pablo Neruda ¨ªntimo, bien caracterizado en el actor Roberto Parada, pac¨ªfico habitante de Isla Negra y entretenido casamentero de un cartero que le admira y la muchacha de quien el joven se enamora. Las triviales peripecias de este enredo van recibiendo en discreto tel¨®n de fondo las noticias que hicieron alegrarse a Chile con la victoria de la Unidad Popular y con el Nobel de Literatura recibido por el poeta en 1971. Pero tambi¨¦n los horrores del golpe de Estado, el asesinato de Allende y la posterior muerte de Neruda cierran con amargura el entra?able filme.

El festival se anima paulatinamente con buenas pel¨ªculas y nuevos visitantes y ha quedado superada la disputa mantenida el primer d¨ªa entre el director venezolano Antonio Llerandi y el miembro del jurado Miguel Littin. Convocaron una conferencia de prensa para decir que olvidaban su incidente "en bien de la cinematograf¨ªa de Chile y Venezuela".