Reagan afirma que no teme, pero tampoco desea, un conflicto militar abierto con Damasco
Ronald Reagan manifest¨® ayer en Washington, al comentar la incursi¨®n de 24 bombarderos ligeros sobre las posiciones sirias en L¨ªbano, que "vamos a defender a nuestras fuerzas all¨ª y este fue el motivo de nuestra acci¨®n". El presidente norteamericano manifest¨® no desear que este enfrentamiento puntual degenere en un conflicto abierto con Siria, aunque fue claro al manifestar que no lo tem¨ªa.
Reagan, que pas¨¦ el fin de semana en su residencia de Camp David, regres¨® inmediatamente despu¨¦s de conocerse el derribo de dos aparatos a la Casa Blanca, donde se reuni¨® con los miembros de su Consejo Nacional de Seguridad.Caspar Weinberger, secretario norteamericano de Defensa, abund¨® ayer en Par¨ªs en las palabras del presidente al manifestar que no hay que excluir nuevos ataques contra posiciones sirias si los soldados de Damasco contin¨²an atacando las misiones norteamericanas de reconocimiento en L¨ªbano. Weinberger tambi¨¦n anunci¨® en la capital francesa que "Estados Unidos ha iniciado contactos para liberar a los dos pilotos que est¨¢n en manos de los sirios", aunque no est¨¢ claro si uno de ellos ha muerto.
Washington niega que las acciones militares contra las bases sirias -aprobadas por Reagan, seg¨²n portavoces del Pent¨¢gono- se deban a una aplicaci¨®n del reciente acuerdo de cooperaci¨®n militar, concluido la semana pasada entre el presidente Ronald Reagan y el primer ministro de Israel, Isaac Shamir. "Hab¨ªamos advertido a los sirios que, de continuar atacando a los aviones norteamericanos de reconocimiento, responder¨ªamos", dijo Lawrence Eagleburger, secretario de Estado adjunto, en declaraciones a la cadena de televisi¨®n ABC. Para Eagleburger, el mensaje hacia Damasco es perfectamente claro y Siria deber¨ªa tomar nota de la firme voluntad de Estados Unidos de defender a sus tropas estacionadas en Beirut contra los ataques de las guerrillas drusas, que operan desde el territorio liban¨¦s controlado por tropas sirias.
En el plano pol¨ªtico, el bombardeo norteamericano de posiciones sirias, justificado en Estados Unidos por la necesidad de responder a los repetidos ataques sirios contra sus aviones en misiones de reconocimiento, demuestra una neta escalada de Washington en el conflicto de L¨ªbano. La Administraci¨®n Reagan parece convencida de haber agotado las opciones diplom¨¢ticas para presionar a Siria para que abandone el suelo liban¨¦s, y entra en una operaci¨®n de intervenci¨®n militar directa.
?Habr¨¢ una acci¨®n militar de Israel contra Siria con el apoyo log¨ªstico de la VI Flota, estacionada ante las costas de L¨ªbano? La r¨¦plica sovi¨¦tica al ataque norteamericano, denunciada en Mosc¨² como producto del reciente acuerdo de cooperaci¨®n militar entre EE UU e Israel, deja entrever los temores reales de un incremento de la tensi¨®n militar en Oriente Pr¨®ximo.
Para el presidente Ronald Reagan, una mayor intervenci¨®n militar en L¨ªbano deber¨ªa servir para desbloquear la situaci¨®n. Reagan confirm¨® a Shamir, la semana pasada en Washington, que EE UU est¨¢ detr¨¢s de Israel con un total apoyo militar y econ¨®mico, as¨ª como con donaciones para compras de material militar.
En cuanto a la repercusi¨®n en pol¨ªtica interior que una intervenci¨®n militar estadounidense puede suponer para Reagan, los estrategas pol¨ªticos de ¨¦ste est¨¢n todav¨ªa bajo la influencia positiva de la invasi¨®n de la isla de Granada. Aunque la situaci¨®n en L¨ªbano es diferente, y las implicaciones militares para EE UU m¨¢s importantes que la excursi¨®n a la isla del Caribe, la opini¨®n p¨²blica norteamericana no olvida que 239 soldados norteamericanos perecieron en Beirut, en el atentado contra la sede de las fuerzas norteamericanas estacionadas en L¨ªbano.
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