Los supervivientes lograron salir por un hueco en la parte delantera del fuselaje y por la puerta de emergencia trasera del Boeing
El desprendimiento del fuselaje de la parte delantera izquierda del avi¨®n de Iberia que despegaba hacia Roma y la apertura de una de las puertas de emergencia, la m¨¢s pr¨®xima a la cola del aparato, permiti¨® que un grupo numeroso de pasajeros y tripulantes lograra alcanzar con vida la pista del aeropuerto. El comandante del avi¨®n de Iberia, Carlos L¨®pez Barranco, manifest¨® a sus compa?eros del Sindicato Espa?ol de Pilotos de L¨ªneas A¨¦reas (SEPLA), que su primer pensamiento al apercibirse de que iba a chocar fue tratar de evitarlo por todos los medios, pero le fue imposible.
Seg¨²n estas manifestaciones, trasmitidas a EL PA?S por un portavoz del SEPLA, el comandante salt¨® del avi¨®n y, al comprobar que ¨¦l se encontraba bien, comenz¨® a ayudar a los heridos, hasta que llegaron los auxilios y pudo retirarse. Fuentes del SEPLA a?adieron que tanto el m¨¦dico, como el abogado del piloto, como sus propios compa?eros del sindicato, le han recomendado que no haga declaraciones hasta que pasen unas horas y est¨¦ en mejores condiciones emocionales.?ngel Barbero Mart¨ªn, de 42 a?os, director general de ICONA, que se dirig¨ªa a Roma a una reuni¨®n de la FAO, manifest¨® a su salida de la Ciudad Sanitaria La Paz, donde fue atendido de quemaduras en las manos, que el avi¨®n ya hab¨ªa tomado velocidad para despegar cuando, de pronto, se oy¨® un impacto y el avi¨®n realiz¨® un viraje muy fuerte. "El aparato sigui¨® movi¨¦ndose sin control, dando bandazos. El fuselaje se rasg¨®. Yo estaba delante y pude salir. Junto a m¨ª viajaba Asunci¨®n Cavero, funcionaria de la FAO, de la que no tengo ninguna noticia".
No lleg¨® a despegar
"Notamos una vibraci¨®n muy fuerte", declar¨® el pasajero Jes¨²s Villar, de 52 a?os de edad. "El avi¨®n hab¨ªa tomado velocidad y yo creo que incluso despeg¨®, aunque no puedo afirmarlo porque iba leyendo. Despu¨¦s de un chasquido, la parte de la estructura del avi¨®n que, estaba a mi lado desapareci¨®. Qued¨® descuartizada. Me dio tiempo a quitarme el cintur¨®n e incluso a buscar mi bolsa y salir del aparato. Inmediatamente empez¨® a arder la cabina".La posibilidad de que el avi¨®n hubiera despegado fue, sin embargo, desmentida por otros varios pasajeros. Clara Valenziano, periodista del diario italiano La Repubblica, inform¨® que el avi¨®n hab¨ªa tomado velocidad para el despegue cuando sus ocupantes sintieron un gran golpe. Inmediatamente vio que hab¨ªa desaparecido parte del fuselaje delantero. "Baj¨¦ del avi¨®n sin dificultades. La panza del aparato estaba directamente apoyada en el suelo, pero no pude salir por ese lado porque me encontr¨¦ con una barrera de fuego. Vi a otro viajero -El Hassan Abussare, quien luego coincidir¨ªa con ella en el hospital-, que lloraba y preguntaba por su hermano. El morro del aparato estaba algo levantado y vi que al otro lado no hab¨ªa fuego, por lo que pas¨¦ por debajo, y ya con otras personas nos separamos del avi¨®n".
En la parte trasera del avi¨®n la salvaci¨®n estuvo en la puerta de emergencia. Mimmo Colatriano, italiano, propietario de una f¨¢brica de confecciones, fue el pasajero que logr¨® abrirla. "Dos azafatas intentaban forzar la puerta cuando numerosas personas se abalanzaron sobre ellas intentando salir. Las azafatas cayeron al suelo sin sentido".
Ayudar a golpes
Colatriano reaccion¨®, violentamente y, a fuerza de golpes, logr¨® hacerse un hueco y abri¨® la puerta, por la que sali¨® una parte de los pasajeros que lograron sobrevivir. El mismo pasajero, seg¨²n testigos presenciales, logr¨® sacar del avi¨®n a las dos azafatas y a casi una decena de personas heridas.Osnat Berkovich, israel¨ª de 32 a?os, y Magaly Bushatsky, brasile?a de 19 a?os, no pueden precisar si el avi¨®n hab¨ªa comenzado a despegarse del suelo cuando se oy¨® el choque. Seg¨²n el testimonio de las dos mujeres "fue como en el infierno". La ciudadana israel¨ª indic¨® que "todo ha sucedido en unos instantes. Era incre¨ªble. Lo primero que pens¨¦ cuando vi un hueco en el avi¨®n y que pod¨ªa saltar a la pista, es que me hab¨ªa salvado, que estaba viva".
El iran¨ª Meliraban Faraz, que fue piloto de las Fuerzas Armadas de su pa¨ªs, relat¨® desde el Hospital General del Aire que en el momento del siniestro estaba leyendo un reportaje sobre el accidente de Avianca en Mejorada del Campo. "V¨ª un hueco y sal¨ª corriendo en cuanto pude. Camin¨¦ en medio de un charco de fuego tap¨¢ndome la cara con las manos y me he quemado unas y otra", dijo. Faraz se neg¨® a valorar el accidente.
Carlos Giacomuzzi, Padre Provincial de los Salesianos en Paraguay, ingresado en la cl¨ªnica Asepeyo, en Coslada, se encontraba ayer, a las siete de la tarde, en buen estado de salud y muy animoso. El sacerdote, que ocupaba uno de los asientos traseros, manifest¨® su extra?eza de que el avi¨®n despegara con tanta niebla. "Sent¨ª la tremenda commoci¨®n producida por el choque, y v¨ª, metros m¨¢s adelante, c¨®mo el avi¨®n se retorc¨ªa. Un grupo de unas tres o cuatro personas se apelotonaron junto a la puerta trasera y consiguieron abrirla. Bajamos todos sin mayor dificultad, y nos quedamos en el suelo, rodeados de una niebla espesa, sin saber muy bien en ese momento donde est¨¢bamos, escuchando gritos de dolor".
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