Uno de los supuestos esp¨ªas del CESID estuvo detenido en una ocasi¨®n y le fue aplicada la ley antiterrorista
El guardia civil Jos¨¦ Guti¨¦rrez de la Rosa, conocido en medios policiales con el sobrenombre de Carlos, y uno de los agentes m¨¢s controvertidos dentro del servicio de contraespionaje espa?ol, era uno de los tres ocupantes del piso del Centro, Superior de Informaci¨®n para la Defensa (CESID) descubierto en las inmediaciones del edificio donde vive el magistrado del Tribunal Constitucional Jer¨®nimo Arozamena, seg¨²n indica el informe que ha elaborado sobre el caso la Brigada Central de Escoltas y que ya ha sido entregado al mando policial. Este agente estuvo detenido en una ocasi¨®n bajo aplicaci¨®n de la ley antiterrorista.
El informe, con el que se da por cerradas las investigaciones, lleva fecha de 6 de diciembre y fue enviado ayer a la superioridad, curiosamente el mismo d¨ªa en que EL PA?S public¨® una informaci¨®n en la que revelaba que la polic¨ªa hab¨ªa abierto una investigaci¨®n ante la sospecha de que el magistrado Jer¨®nimo Arozamena pudiera haber sido espiado desde un piso contiguo a su vivienda, extremo que siempre ha negado el CESID.Guti¨¦rrez de la Rosa, adscrito desde hace varios a?os a los servicios de contraespionaje, fue el guardia civil que durante la noche en que se produjo el fallido golpe de Estado del 23-F estuvo acompa?ando al general de brigada de la Guardia Civil Manuel Prieto L¨®pez en los alrededores del Congreso de los Diputados. Prieto declar¨® en el juicio a los golpistas del 23-F en contra del entonces director general de la Guardia Civil, Jos¨¦ Luis Aramburu, y tuvo algunas palabras elogiosas para el golpista Antonio Tejero.
El nombre de este agente sali¨® a relucir por primera vez en los medios de comunicaci¨®n a ra¨ªz de su detenci¨®n el 27 de noviembre de 1981, dentro de una operaci¨®n, policial encaminada a descubrir un presunto tr¨¢fico de armas. Entre los detenidos en aquella ocasi¨®n se encontraba Eleuterio S¨¢nchez, el Lute, quien, fue puesto en libertad sin cargos en la madrugada siguiente a su detenci¨®n.
El agente Jos¨¦ Guti¨¦rrez de la Rosa fue detenido en aquella ocasi¨®n por funcionarios de la comisar¨ªa madrile?a de Arganzuela en su domicilio de la calle Hospital, de la localidad de Pinto, y fue acusado de tr¨¢fico de armas y falsificaci¨®n. Fue puesto a disposici¨®n de juez, que orden¨® su ingreso en la prisi¨®n de Alcal¨¢ de Henares.
El golpe del 23-F
El propio general Manuel Prieto, en un art¨ªculo publicado en el semanario Intervi¨², confirmaba la detenci¨®n de Guti¨¦rrez de la Rosa y dec¨ªa: "Un grupo de polic¨ªas detuvo, hace dos semanas, a las siete de la ma?ana, a un guardia civil destinado en el CESID, y le han tenido 10 d¨ªas incomunicado, por aplicaci¨®n de la ley antiterrorista, en la comisar¨ªa de Arganzuela, tratando de que acusase a sus jefes de conocer el 23-F con anterioridad. Tambi¨¦n le han registrado su casa e intervenido toda su documentaci¨®n de trabajo reservado".Escrib¨ªa Prieto que, al declarar Guti¨¦rrez de la Rosa en la Audiencia Nacional, "no le han puesto en libertad porque el fiscal ha recurrido". El general de la Guardia Civil conclu¨ªa diciendo que este supuesto esp¨ªa hab¨ªa sido objeto de un montaje policial, ya que, siempre seg¨²n su testimonio, "hab¨ªa descubierto irregularidades muy graves con posibles implicaciones de funcionarios policiales, que incluir¨ªan filtraciones de informaciones del Ministerio del Interior a partidos de izquierda".
Por otra parte, tanto la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa (DGP) como la Direcci¨®n General de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa (DRISDE), difundieron ayer comunicados en relaci¨®n con las informaciones publicadas. El DRISDE, sin entrar en detalles sobre la investigaci¨®n policial, asegur¨® que las noticias sobre una supuesta investigaci¨®n por parte del CESID al vicepresidente del Tribunal Constitucional "carecen en absoluto de fundamento", y la Polic¨ªa, tras reconocer la investigaci¨®n, dice que al averiguar que se trataba de un piso del CESID determin¨® cesarla, "persistiendo, no obstante, como es l¨®gico, la vigilancia que habitualmente prestan a los magistrados".
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