Rubempr¨¦
No hay un hombre en la pol¨ªtica espa?ola a quien yo quiera m¨¢s que a Lucien de Rubempr¨¦. A Gide le pasaba lo mismo, s¨®lo que Andr¨¦ Gide no sab¨ªa que Lucien de Rubempr¨¦ era Adolfo Su¨¢rez. No le dio tiempo. La diferencia est¨¢ en que Su¨¢rez ha cantado Monta?as nevadas y yo no. Santiago Carrillo se me impone como una marginalia de la patr¨ªstica de izquierdas. Alfonso Guerra, con toda su prodigiosa singladura pol¨ªtica, sigue teniendo algo de chico rojo del TEU que me lo hace entra?able. Pero lo de Su¨¢rez es una debilidad, qu¨¦ quieren. Conozco mujeres muy mujeres que han tenido esa misma debilidad. Yo soy hombre muy hombre y ellas han llorado en mis manos su amor por el eterno e hipot¨¦tico Presidente. A lo que iba. Adolfo Su¨¢rez ha relanzado su Centro Democr¨¢tico y Social (no estuve en el c¨®ctel, que dedico la ma?ana a las columnas y a los gatos, m¨¢s alg¨²n amor/amor que llama). Su¨¢rez ha inaugurado una nueva sede en Jorge Juan.-Mi Gobierno nunca fue de derechas.
Toma casta?a, Menda?a. Pero en Barajas le acusaban de haber inaugurado unas fastuosas reformas del aeropuerto donde faltaba, por ejemplo, el radar de superficie, causa del accidente del otro d¨ªa. Insiste el personaje balzaciano (los cursis dicen balzaquiano). "Los Gobiernos que yo presid¨ª no eran de derechas". En todo caso, si los Gobiernos de Su¨¢rez hubieran sido tan de derechas, a Su¨¢rez no lo hubiese asesinado Bruto. Pero ¨¦l fue y lo dijo:
-?Tambi¨¦n t¨², Bruto, hijo m¨ªo?
Se ve que acababa de ver la serie de Robert Graves programada por ¨¦l mismo en TVE. "Hemos de aceptar todos los venenos que nos acechan desde el l¨¦gamo". Hay un mill¨®n de votos err¨¢ticos, como la primavera de Juan Ram¨®n, "ni?a desnuda", que empapa Su¨¢rez, y que, despu¨¦s del rollo, le pueden ser ofrendados al PSOE. "Que p¨²beres can¨¦foras te ofrendan el acanto". Firmado, Rub¨¦n F¨¦lix Dar¨ªo Garc¨ªa Sarmiento, de Le¨®n, Nicaragua. (En la puerta de su casa hay dos leones que le recuerdan.) Adolfo Su¨¢rez tiene un trauma: que ha descubierto el socialismo a los 50 a?os y siendo duque. De joven le hab¨ªan echado por delante el virilismo ret¨®rico de las monta?as nevadas y las banderas al viento, m¨¢s la revoluci¨®n pendiente del le¨®n de Fuengirola. Y se le crey¨®. Hab¨ªa que haber le¨ªdo muchos libros para no cre¨¦rselo. Con Su¨¢rez tengo un v¨ªnculo desde que me ech¨® de su despacho, felices sesenta, y eso lo cuento en mi TriIog¨ªa de Madrid, de publicaci¨®n lontana. Vi que era un hombre dispuesto a hacer las cosas "a tenaz¨®n". En el c¨®ctel estuvo el gran Galeote, Caso, Rodr¨ªguez Sahag¨²n y as¨ª. Adolfo Lucien Su¨¢rez de Rubempr¨¦ dijo lo que bien oir¨¦is:
-No hay ninguna posibilidad de pacto con la operaci¨®n Roca.
Eso es hermoso. Nada de echarse una brisca con el Lerroux cultivado/civilizado de la derecha perif¨¦rica. Tenemos a Honorato de Balzac con nosotros. Su¨¢rez ir¨¢ a Argentina, a la toma de posesi¨®n de Alfons¨ªn, en el mismo avi¨®n que Felipe Gonz¨¢lez. El Conde Demediado, que hubiera dicho, m¨¢s o menos, Italo Calvino, con quien tanto tengo charlado en el Palace, parece que vuelve a ser, lentamente, uno de los primeros de la clase. Muy de acuerdo en otros temas con el Gobierno, Lucien de Rubempr¨¦, de Cebreros, donde no estuvo nunca don Honore, puede enriquecer con un mill¨®n de votos al PSOE. M¨¢s que por la operaci¨®n electoralista, a m¨ª me agrada este porque indica que un gran pol¨ªtico perdido va encontrando su camino. Hay, sociol¨®gicamente considerado (Rani¨®n Tamames me hac¨ªa recientemente el honor de considerarme soci¨®logo), un mill¨®n aproximado de espa?oles que no sabe/no contesta, y que un d¨ªa encontr¨® su respuesta en el progresismo cortefiel de Adolfo Su¨¢rez. Hoy, si Su¨¢rez les pega al socialismo, como a la proa de un barco puede que se sientan felices. La Operaci¨®n/Rubempr¨¦ es la m¨¢s original, eficaz y literaria de cuantas se intentan hoy en la pol¨ªtica espa?ola. A m¨ª me apasiona.
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