Deporte y conducta humana
El autor de este art¨ªculo, te¨®rico del deporte reputado internacionalmente, fue una de las v¨ªctimas mortales en el accidente a¨¦reo ocurrido en el aeropuerto de Barajas el pasado d¨ªa 7. Su ¨²ltimo trabajo fue la ponencia presentada hace unos d¨ªas en el Primer Simposio Nacional del Deporte, en la Sociedad Espa?ola Contempor¨¢nea, titulada El deporte frente a las ciencias del hombre, del cual publicamos un fragmento.
El deporte es un tipo de conducta humana y de realidad social tan curioso que cualquier estudio serio que sobre ¨¦l quiera plantearse se topa con el primer gran problema de c¨®mo abordarlo. Por ejemplo, en psicolog¨ªa, ?sirven los m¨¦todos de estudio de otras ¨¢reas de la conducta? Algunos s¨ª. Pero, muchas veces, la actitud deportiva (la actitud del practicante del deporte o del espectador apasionado) se le sale de los esquemas conocidos y v¨¢lidos en otras situaciones de conducta. En alguna manera, la psicolog¨ªa del deporte (psicolog¨ªa deportiva) no significa una aplicaci¨®n m¨¢s de los m¨¦todos exploratorios de conducta usados en psicolog¨ªa, sino que obliga a inaugurar nuevos procedimientos. Algo parecido podr¨ªa decirse de los estudios sociol¨®gicos cuando ¨¦stos pretenden ser algo m¨¢s que pura sociolog¨ªa anal¨ªtica o descriptiva. En cuanto se intenta acceder a una interpretaci¨®n humana realmente comprensiva de la conducta, en tanto que producto de la persona y de la sociedad, el hecho deportivo se escapa.La persona que hace deporte origina un hecho singular, supone una actitud que rebasa los esquemas tradicionalmente establecidos por la psicolog¨ªa. ?sta ha estudiado el juego. Como tal, toca uno de los aspectos originales del deporte; pero al aparecer la actitud agon¨ªstica, la psicolog¨ªa se encuentra desabastecida; sobre todo cuando se fusiona en el agonismo l¨²dico realizado con esfuerzo f¨ªsico. Tal es, en s¨ªntesis, el atleta. La psicolog¨ªa deportiva ha vivido de prestado de otras ¨¢reas de la psicolog¨ªa. Muy recientemente aparecen atisbos de originalidad cient¨ªfica.
En el ¨¢mbito social sucede algo parecido. La sociolog¨ªa anal¨ªtica y cuantitativa sirve para desentra?ar en alguna manera el hecho deportivo. Los m¨¦todos al uso pueden ser directamente aplicables. Pero el problema aparece cuando esta ciencia social intenta explicar y se agiganta cuando intenta comprender. La sociedad deportiva, la macrosociedad en la que se amalgaman clubes, jugadores, jueces, directivos, funcionarios, seguidores, informadores, hinchas, oportunistas, buscones; en la que pujan por triunfar la vanidad y el mercantilismo; a la que recurren para liberarse o para alinearse los cuerpos y almas cansinos del hast¨ªo laboral, los acomplejados por la frustraci¨®n de la semana rutinaria o de la aplastante rueda burocr¨¢tica, ?qu¨¦ tipo de sociedad es? ?qui¨¦n le ha hincado el diente y le ha exprimido su verdadero sabor? Es una sociedad formada por las mismas personas que constituyen la otra macrosociedad ordinaria, pero es una sociedad netamente distinta. Yo me atrev¨ª a denominarla sociedad alternativa. Pero es insuficiente. Hay que llegar a la descripci¨®n espec¨ªfica de esa alternancia; a definir el color, olor y sabor que la constituyen. La sociolog¨ªa se halla a¨²n impotente para emitir estos dict¨¢menes. Hay que hacer recurso a otras ciencias, la antropolog¨ªa, la psicolog¨ªa en sus m¨²ltiples ramas, la etolog¨ªa, hay que rastrear en la historia.
La espec¨ªfica conducta deportiva, la sociedad estructurada por el deporte, las especiales condiciones higi¨¦nicas, funcionales, que se adquieren con la pr¨¢ctica del deporte, la formaci¨®n de una especie de derecho p¨²blico sui g¨¦neris surgido de la singular normativa del deporte y su legalizaci¨®n, paralelo y distinto al derecho ordinario, etc¨¦tera, y la interrelaci¨®n que se da entre todas estas ¨¢reas, necesaria cada una para poder entender a los dem¨¢s, ?no hacen acaso apelaci¨®n a una visi¨®n y tratamiento cient¨ªfico global y espec¨ªfico?
Hubo una pol¨¦mica importante, iniciada hace m¨¢s de 40 a?os, que algunos, sin haber profundizado en ella, tildaron de narcisismo acad¨¦mico, acerca de la terminolog¨ªa y car¨¢cter de esta ciencia o ciencias que estudiaban el deporte. Tuvo amplia repercusi¨®n en el ¨¢rea cultural germ¨¢nica.
A¨²n no ha terminado, y seguir¨¢ por mucho tiempo. En ella se debat¨ªa si la ciencia de los ejercicios f¨ªsico-deportivos podr¨ªa ser considerada como ciencia aut¨®noma o era simplemente la suma de aplicaciones cient¨ªficas de las diversas ciencias. Carl Diem aplic¨® la denominaci¨®n de ciencia transversal. "La ciencia del deporte", dice, "es simplemente la ciencia del hombre en movimiento..." No es una ciencia que registra los conocimientos y los logros deportivos, sino una parte del esfuerzo humano encaminada a perfeccionar, por medio de la ciencia, la naturaleza del hombre, sus objetivos en el mundo y las obligaciones diamantes de su misi¨®n... La ciencia del deporte es, en gran parte, ciencia de la educaci¨®n, que roza ampliamente, partiendo del fen¨®meno juego, muchas otras disciplinas: filosof¨ªa, psicolog¨ªa, medicina, sociolog¨ªa, etc¨¦tera. Al igual que en otras partes, tambi¨¦n aqu¨ª aparece la necesidad de una s¨ªntesis; ella es la ciencia del deporte ( ... ).
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