Un teniente y dos soldados, heridos en un atentado de ETA Militar en el pol¨ªgono de tiro de Las Bardenas
La organizaci¨®n terrorista ETA Militar se ha responsabilizado del atentado perpetrado en la madrugada de ayer contra el acuartelamiento que el Ej¨¦rcito del Aire tiene en el pol¨ªgono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra), y en el que, como consecuencia de la explosi¨®n de unos aproximadamenete 40 kilos de Goma 2, resultaron gravemente da?adas sus instalaciones y heridos de car¨¢cter leve un teniente y dos soldados. Seg¨²n fuentes del Ministerio de Defensa, el soldado voluntario Miguel Angel Gil Cervera, natural de Pamplona, destinado en este destacamento desde el pasado mes de febrero y actualmente en paradero desconocido, fue quien presumiblemente coloc¨® las cargas explosivas.
Miguel ?ngel Gil, que se encontraba hacia las dos de la madrugada de ayer realizando un servicio de patrulla de seguridad por las instalaciones, amenaz¨® con un subfusil al soldado que le acompa?aba, a quien posteriormente golpe¨® y at¨® con unas cadenas. Tras amordazarlo con un esparadrapo, coloc¨®, en colaboraci¨®n con una o dos personas -extremo este que no se ha podido precisar-, a las que previamente hab¨ªa facilitado el acceso al recinto militar, tres bombas. Los artefactos fueron instalados en las cocheras, dependencias centrales del acuartelamiento -donde a esa hora dorm¨ªan 75 oficiales y unos 15 oficiales y suboficiales-, as¨ª como junto al dep¨®sito de propano. Precisamente esta ¨²ltima carga, que conten¨ªa unos 10 kilos de Goma 2 y se hallaba dentro de una maleta, fue inutilizada a primeras horas de la ma?ana de ayer por efectivos del equipo de desactivaci¨®n de explosivos de la Guardia Civil.Las bombas, activadas por un mecanismo de relojer¨ªa, hicieron explosi¨®n hacia las 2.45 horas en el edificio principal del acuartelamiento y en las cocheras del destacamento. Como consecuencia del estallido de estos artefactos, result¨® gravemente da?ada la estructura interna del edificio. La cocina, comedor, cantina, dormitorio de la tropa y otras dependencias anexas quedaron totalmente destruidas. Igualmente resultaron destrozados los coches estacionados en el garaje. La destrucci¨®n de la cocina y comedor motiv¨® que los soldados fuesen llevados a comer, por turnos, a Tudela, poblaci¨®n distante unos 20 kil¨®metros.
No ha sido facilitado hasta el momento la valoraci¨®n aproximada de los da?os, si bien ¨¦stos se calcula que son muy cuantiosos, dada la potencia y cantidad de los explosivos utilizados. Ning¨²n medio de comunicaci¨®n tuvo acceso al interior del acuartelamiento, por decisi¨®n expresa del juez instructor del caso.
Minutos antes de producirse las explosiones, una llamada telef¨®nica a la comisar¨ªa de polic¨ªa de Tudela o una comunicaci¨®n interior realizada desde el mismo destacamento (existen versiones contrapuestas sobre este punto) advirti¨® de la existencia de las bombas, por lo cual fueron desalojados r¨¢pidamente los dormitorios donde en esos momentos se encontraba la pr¨¢ctica totalidad de la tropa, oficiales y suboficiales. Pese a ello, una de las explosiones hiri¨® al teniente Eduardo Fairen Soria y a los soldados Jos¨¦ ?ngel Verg¨¦s Monta?¨¦s y Jes¨²s Jim¨¦nez Navascu¨¦s. Los tres fueron trasladados a la cl¨ªnica La Milagrosa, de Tudela, donde se les apreciaron heridas de car¨¢cter leve.Reivindicaci¨®nMiguel ?ngel Gil Cervera, perteneciente al reemplazo de febrero de 1983, una vez que hubo colocado los artefactos, seg¨²n fuentes del Ministerio de Defensa, huy¨®, aunque antes se apoder¨® de dos subfusiles Z-70B, con sus correspondientes cargadores de 20 balas cada uno de ellos. El armamento, no obstante, ser¨ªa recuperado varias horas despu¨¦s por la Guardia Civil, al ser abandonado en su huida por los terroristas a unos 100 metros del cuartel.
Los autores de este atentado se dieron a la fuga, en un veh¨ªculo que les estaba esperando, por un camino que bordea el acuartelamiento del pol¨ªgono de tiro y dejaron adem¨¢s abandonado un capote del Ej¨¦rcito del Aire. El soldado Miguel ?ngel Gil Cervera, de quien no se ten¨ªa ficha policial, dej¨® igualmente abandonado en el aparcamiento de este destacamento el coche que habitualmente utilizaba, un Renault 12, del que se comprob¨® posteriormente que la matr¨ªcula era falsa.
Al parecer, Miguel ?ngel Gil estuvo invitando, la noche anterior, en numerosas ocasiones y sin motivo aparente, a algunos de sus compa?eros de destacamento en el hogar del soldado. Nunca hab¨ªa manifestado sus opiniones pol¨ªticas, y siempre se mostraba reservado.Al poco tiempo de haberse producido las dos explosiones, que dejaron incomunicado el acuartelamiento, ya que el estallido de una de las bombas destruy¨® la centralita de tel¨¦fonos, efectivos de la Guardia Civil rastrearon intensamente la zona en busca del comando autor de los hechos, aunque hasta el momento las investigaciones no han dado resultado.ETA Militar, en llamada efectuada a la redacci¨®n del diario Egin, se responsabiliz¨® de la autor¨ªa de este atentado, al tiempo que advirti¨® que hab¨ªan sido colocadas cuatro cargas m¨¢s adem¨¢s de las que hab¨ªan hecho explosi¨®n. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Defensa manifestaron que no se hab¨ªan encontrado m¨¢s artefactos.El estado de los heridos en esta acci¨®n terrorista no reviste gravedad. Seg¨²n el parte m¨¦dico facilitado en la cl¨ªnica La Milagrosa, donde fueron atendidos.
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