Holanda rompi¨® cinco veces el cerrojo de Malta
El list¨®n est¨¢ colocado en los 11 goles. Los mismos que Holanda le ha marcado en sus dos confrontaciones a Malta. Lo de anoche en Rotterdam estuvo a la altura de cualquier final de la Copa del Mundo. M¨¢s de 60.000 espectadores se dieron cita para, presenciar un partido con goleada y se pasaron los 90 minutos del encuentro cantando la canci¨®n que el padre Abraham ha compuesto para celebrar la clasificaci¨®n y cuyo estribillo es, por supuesto, "y vamos a Par¨ªs, y vamos a Par¨ªs".El padre, que sali¨® poco antes de comenzar el partido totalmente vestido de blanco y, micr¨®fono en mano, enton¨® el c¨¢ntico desde el mismo centro del campo, no ces¨® de corear el estribillo en la tribuna baja, justo al lado de un joven que, de vez en cuando, hac¨ªa streaking. Hubo cohetes, gritos, papelitos, hogueras, bengalas y tracas. Mientras 51 fot¨®grafos se apretujaban en los alrededores- de la porter¨ªa del bueno de Bonello -que salv¨® a su equipo de la mayor goleada de la historia-, el gordito de Schrijvers ten¨ªa, que acercarse hasta el centro del campo, para intercam biar unas palabras con el simp¨¢ tico Van de Kerkhof, ¨²ltimo bas ti¨®n de la defensa holandesa. To dos los dem¨¢s se pasaron los 90 minutos en terreno malt¨¦s.
Y es que Victor Scerri, selec cionador malt¨¦s, y sus mucha chos decidieron no hacer ni caso al t¨¦cnico b¨²lgaro expresamente contratado por la federaci¨®n de Malta para hacer labores de asesoramiento. El pasado 16 de noviembre, en Dubl¨ªn, el b¨²lgaro recomend¨® jugar al ataque y Eire gan¨® por 8-0. Anoche, Scerri plante¨® un cerrojo a la descarada. Ni Real Sociedad, ni nada. Diez jugadores atr¨¢s y el pobre Tortell, solito, all¨ª delante. Brocken y E. Koeman se hincharon a meter balones en el ¨¢rea, para que Hotitman y Rijkaard intentaran el remate, mientras Ronald Koeman, Gullit y Vaneriburg buscaban la penetraci¨®n individual por el centro y el disparo desde fuera del ¨¢rea. Pero los malteses convirtieron su ¨¢rea en Troya y s¨®lo entraron cinco.
Fue un ataque y gol, como cuando jug¨¢bamos 12 contra 42 en el cole. Los malteses, que hab¨ªan le¨ªdo en los peri¨®dicos que se esperaba una goleada de 10-0, jugaron como lo hac¨ªan aquellos indefensos alumnos de 12. Patada a seguir y que salga el sol por donde quiera. Holanda, que necesitaba cuantos m¨¢s goles mejor, lo intent¨® todo, pero Bonello hizo horas extras, mientras Schrijvers se helaba, porque los malteses ten¨ªan suficiente con despejar el bal¨®n hasta el centro de su campo y prepararse para, dos segundos despu¨¦s, esperar un nuevo acoso holand¨¦s. Holanda no perdi¨® nunca los nervios y no se precipit¨®. Trabaj¨® con serenidad durante los 90 minutos, confiando en que los goles caer¨ªan solos. Cuando todo parec¨ªa indicar que Malta se salvar¨ªa con un decoroso 2-0, en los ¨²ltimos 20 minutos llegaron tres goles m¨¢s, fruto ¨²nica y exclusivamente del continuo ataque orange.
A los holandeses les han salido las cosas bien hasta hora, pese a que anoche no consiguieron los 10 goles con los que so?aan muchos. Golearon a Malta en Aquisgr¨¢n (0-6), dieron el golpe en Dubl¨ªn (2-3), se aliaron con la suerte frente a Espa?a (el tiro de Gullit que supuso la victoria toc¨® en Goiko y desconcert¨® a Arconada) y ayer empezaron a celebrar su clasificaci¨®n. Ahora se disponen a presenciar el choque del mi¨¦rcoles por televisi¨®n, en el que Espa?a tendr¨¢ que marcar 11 goles para amargarles la noche y el a?o. Nadie duda que Holanda pueda clasificarse aunque algunos recuerdan que Eire acaba de meterle ocho goles a Malta, pocos menos de los que necesita Espa?a. La debilidad de los laterales malteses -Emmanuel y Edwin Farrug¨ªa- y las grandes lagunas del centro de su defensa en balones por alto, podr¨ªan facilitar la entrada de Santillana Maceda y Sarabia por alto. isa parece ser la ¨²nica baza. Pero 11 goles son muchos goles. Hay que meter uno cada ocho minutos.
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