Mir¨® ser¨¢ enterrado en Barcelona en un acto ¨ªntimo
Los restos mortales de Joan Mir¨® ser¨¢n inhumados el pr¨®ximo jueves por la ma?ana en el pante¨®n familiar donde reposan sus padres, en el cementerio del Suroeste de Barcelona, en una ceremonia privada. El testamento del pintor, cuya muerte ha conmovido a la opini¨®n p¨²blica de todo el mundo, especifica bien claramente que no desea pompa ni boato en sus exequias. Bastar¨¢ la sencillez de su lengua materna y la presencia de sus m¨¢s allegados. La ciudad de Palma hoy, en la iglesia de San Nicol¨¢s, y pasado ma?ana, despu¨¦s del entierro, la de Barcelona, en la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa del Mar, rendir¨¢n un ¨²ltimo homenaje religioso y popular que se prev¨¦ multitudinario y emotivo.
La iglesia de San Nicol¨¢s acoger¨¢ hoy los lamentos mallorquines por la muerte de Joan Mir¨®, del mismo modo que en 1928 celebr¨® el matrimonio del pintor y Pilar Juncosa. Los telegramas recibidos el mismo d¨ªa de Navidad en Son Abrines obtendr¨¢n hoy su presencia oficial.Francisco Farreras, de la galer¨ªa Maegth de Barcelona, Camilo Jos¨¦ Cela, el alcalde de Palma, Ram¨®n Aguil¨®, y otros significados personajes de lo p¨²blico acudieron el domingo por la noche a la casa del pintor cuando su cuerpo no hab¨ªa sido todav¨ªa trasladado al cementerio.
El cuerpo de Joan Mir¨® ser¨¢ inhumado el jueves por la ma?ana en el cementerio del Suroeste de Barcelona, despu¨¦s de su traslado en avi¨®n desde Palma. A la una del mediod¨ªa, despu¨¦s de la ceremonia privada e ¨ªntima -tal como deseaba el pintor y refleja el propio texto del testamento-, se celebrar¨¢ un funeral en la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa del Mar, al que asistir¨¢n las primeras autoridades de la ciudad, del Gobierno de la Generalitat y del Gobierno central, y todos los ciudadanos que deseen rendir un ¨²ltimo homenaje al pintor.
Todos los intelectuales y pintores mallorquines han expresado en t¨¦rminos similares el resultado de una ausencia largo tiempo temida. El escritor Juan Bonet ha definido a Mir¨® como "excepcionalmente divertido y po¨¦tico" y como "un hombre de enormes silencios". Blai Bonet, el poeta mallorqu¨ªn, afirm¨® que "Mir¨® se habr¨¢ convertido en el cielo viviente de la tumba de Picasso".
Pero hay otras opiniones. Seguramente no ser¨¢n escritas ni se?aladas como oportunas. Las valoraciones colectivas que sea capaz de formular esta isla siempre arrastrar¨¢n el alprio sabor del remordimiento. S¨®lo la cotizaci¨®n de las obras de Mir¨® en el mercado internacional ha conseguido corregir la hilaridad con que los inallorquines recib¨ªan las propuestas s¨ªgnicas del artista. Hace pocos d¨ªas, Pep Pinya, director de la galer¨ªa de arte Pelaires, de Palma, explicaba a Jean Frangois Fogel, enviado especial de Lib¨¦ration y Le Point, los pormenores de la relaci¨®n entre Mir¨® y la sociedad civil isle?a: "?Sabes cu¨¢ntos cuadros de Mir¨® he vendido en 14 a?os?: ?uno!".
El hito de 1969
El comentario un¨¢nime ante un cuadro de Mir¨® -"eso lo hace mi hijo de cinco a?os"- se hab¨ªa recluido ¨²ltimamente con timidez. Acosado por la verg¨¹enza ante las sentencias sobre el valor del arte, el sarcasmo lanzado contra un hombre dispuesto efectivamente a impulsar la cultura de la isla, fue levemente corregido. Pero la casa de la colina, Son Abrines, se mantuvo desde siempre indenme como un templo de un solo oficiante y un solo fiel. Fiel a s¨ª mismo, Mir¨® acogi¨® todo buen prop¨®sito que tocase su puerta de la solidaridad, sin abandonarse nunca a los espejismos de lo colectivo.
Desde la celebraci¨®n en 1969 de su primera exposici¨®n en Mallorca, los lazos de Mir¨® con los isle?os inquietos se fortalecieron. Alrededor del pintor se consolid¨® la expectaci¨®n que lo convirti¨® en una grieta de aire fresco. Ese mismo a?o el editor y director period¨ªstico Pedro Serra dedic¨® a Mir¨® un n¨²mero especial de 100 p¨¢ginas del diario en ingl¨¦s Mallorca Daily Bulletin. En 1973 se edit¨® el libro Vol de l'Alosa como homenaje de los poetas mallorquines; a?os en que el pintor realiza una serie de nueve aguafuertes bajo el t¨ªtulo gen¨¦rico Mallorca. En 1976, la galer¨ªa Quatre Gats de Palma -cuyo anagrama fue realizado por Joan Mir¨®- expuso una serie de aguafuertes realizados por el pintor y amparados en su presentaci¨®n bajo el t¨ªtulo usado por el poeta Miguel Costa i Llobera, para una de sus obras: Lo pide Formentor.
En 1978, y por expreso deseo del artista, se estren¨® en Palma la obra teatral Mor¨ª el merma, del grupo Claca Teatre, cuyas m¨¢scaras y decorados hab¨ªan sido pintados por Joan Mir¨®.
Ese mismo a?o, el Ayuntamiento de Palma organiz¨® en La Lonja una exposici¨®n antol¨®gica sobre la obra de Mir¨® y el diario ?ltima Hora le dedic¨® un n¨²mero especial que recog¨ªa las colaboraciones de numerosos escritores y pintores.
La relaci¨®n expuesta entre Mir¨® y Mallorca excluye los numerosos contactos personales que el pintor mantuvo con los j¨®venes artistas mallorquines. El apoyo brindado en estos casos ilustrar¨ªa m¨¢s fielmente el car¨¢cter altruista, sencillo y solidario de un hombre que nunca consinti¨® ser encumbrado.
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