Del IRA a ETA
La contundencia de los recientes atentados terroristas del IRA contra objetivos civiles, como la bomba contra los almacenes londinenses, ha planteado en el Reino Unido una pol¨¦mica sobre la posible ?legalizaci¨®n de las plataformas pol¨ªticas con vinculaciones o adm¨ªraciones, descaradas o solapadas, por los grupos terroristas. La situaci¨®n afecta,a las relaciones entre el IRA y el partido Sinn Fein, calificado de rama pol¨ªtica del IRA. El propio Consejo de Ministros brit¨¢nico ha estudiado la posibilidad de declarar ilegal al citado partido, decidi¨¦ndose, finalmente, la se?ora Thatcher por no ?legalizarlo, "para evitar dar motivos a los terroristas y a sus plataformas".En nuestro pa¨ªs se ha planteado id¨¦ntico debate con motivo de las relaciones entre ETA y Herri Batasuna. Para la mayor¨ªa de los dem¨®cratas de este pa¨ªs, para los espa?oles de cualquier simpat¨ªa pol¨ªtica, ha sido un permanente motivo de escarnio la actitud de los seguidores y cargos de Herri Batasuna, que no s¨®lo han dejado de condenar los atentados terroristas que se han venido produciendo en el Pa¨ªs Vasco, sino que incluso con sus silencios de complicidad, sus declaraciones ambiguas o sus reticencias han venido en muchos casos a dar a entender que estaban aceptando o bendiciendo estos actos sangrientos. ( ... )
En Espa?a se ha producido tambi¨¦n la pol¨¦mica entre quienes han exigido la ?legalizaci¨®n de cualquier actividad de las plataformas pol¨ªticas que apoyan o jalean a ETA y, por supuesto, el que no se llegue a reconocer a HB como partido pol¨ªtico. Per¨® aunque existir¨ªan sobrados motivos para prohibir a algunas de estas organizaciones pol¨ªticas, recluirlas en la clandestinidad puede ser un peligro y una tentaci¨®n para que pasen a engrosar directamente las filas de los grupos terroristas. En este sentido, el Gobierno de la se?ora Thatcher ha sido consecuente, neg¨¢ndose a una ilegalizaci¨®n del Sinn Fein que hubiera podido tener una incidencia negativa en la lucha contra el terrorismo. La ley, sin embargo, no puede ser indiferente ante la apolog¨ªa del delito. Aunque pol¨ªticamente sea mejor mantener a estas siglas en la legalidad, no debe autorizarse que campen por sus respetos y crean que las leyes est¨¢n para salt¨¢rselas a la torera, en la m¨¢s total impunidad. El Sinn Fein y Herri Batasuna pueden, si quieren, presentarse a las elecciones e incluso pensar como quieran. Lo que no les da derecho es a ofender a la mayor¨ªa, ni mucho menos a hacer la vista gorda y a jalear el delito y la violencia.
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