Alrededor de un mill¨®n de personas usan anabolizantes en Estados Unidos
El doping es una de las lacras del deporte moderno. Su carrera ha ido superando desde sus ya viejos comienzos a los controles para detectarlo. De cara a los Juegos Ol¨ªmpicos del pr¨®ximo a?o, la lucha contra el fraude es uno de los grandes retos planteados. Las sanciones se suceden. Pero la facilidad para drogarse con viejos o nuevos m¨¦todos, junto a la falta de ¨¦tica deportiva en muchos deportistas, que prefieren el triunfo, ayudado, se mantiene. En la frontera mexicana, por ejemplo, muy cerca de Los ?ngeles, desde los esteroides a la hormona del crecimiento se venden libremente en el mostrador de las farmacias. Seg¨²n estad¨ªsticas, alrededor de un mill¨®n de personas pueden estar utilizando esteroides anabolizantes en Estados Unidos.
A base de sacrificios, de trabajo duro, de cientos de horas de entrenamiento perfeccionando la t¨¦cnica de su especialidad, ha conseguido colocarse entre la elite. Sus marcas le sit¨²an entre los 10 mejores del mundo y los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos est¨¢n tan s¨®lo a un a?o vista. Pero la siguiente temporada no supone ning¨²n progreso; es m¨¢s, incluso se ve desplazado por algunos reci¨¦n llegados. Sin embargo, su t¨¦cnica es perfecta, su concentraci¨®n y su forma f¨ªsica inmejorables, pero los resultados no lo demuestran, ha llegado a su techo fisico y necesitar¨ªa otro cuerpo para seguir progresando.Antes, cuando los deportistas echaban mano de la qu¨ªmica para asegurarse una potencia adicional en el momento de la prueba, la droga a utilizar era la anfetamina y sus derivados. A¨²n hoy en d¨ªa, en muchos deportes que no exigen controles antidoping se sigue utilizando. En el f¨²tbol americano, el consumo de coca¨ªna est¨¢ generalizado y otro tanto empieza a suceder en el b¨¦isbol de las grandes ligas.
Pero en las competiciones atl¨¦ticas, en parte por el control y en parte por consideraciones cient¨ªficas, se opt¨® por otra soluci¨®n, m¨¢s permanente y a m¨¢s largo plazo, proporcionarle al atleta un nuevo cuerpo. En los vestuarios se la conoce como jugo y salsa, o tambi¨¦n utilizando la ¨²ltima s¨ªlaba de su nombre, como roids, los esteroides anabolizantes.
Seg¨²n el doctor Robert Kerr, uno de los m¨¢s importantes especialistas en medicina deportiva, alrededor de un mill¨®n de personas en Estados Unidos est¨¢n usando ilegalmente esta droga. ?De d¨®nde procede tal cantidad? La respuesta la saben bien los propios atletas. Este verano, cuatro levantadores de peso canadienses fueron detenidos en la frontera con 22.515 tabletas de esteroides y 414 dosis de testosterona pura. Se los hab¨ªan comprado a sus competidores sovi¨¦ticos al precio de un d¨®lar porcada 100 pastillas y pensaban venderlos en Estados Unidos a 35 d¨®lares por la misma cantidad.
El contrabando de esteroides es uno de los sistemas m¨¢s utilizados por los atletas europeos para financiarse una estancia en Estados Unidos. Por lo general, son portadores de nuevos f¨¢rmacos, desconocidos por los locales, lo que les a?ade un cierto valor de mercado por el simple hecho de que, al ser diferentes de lo que se encuentran en el mercado negro, cabe la posibilidad de que proporcionen a su usuario un cierto margen de ventaja con respecto a sus competidores.
Las farmacias de Tijuana
Pero la mayor¨ªa de los esteroides que inundan los vestuarios de las instalaciones de atletismo norteamericanas provienen de M¨¦xico. La t¨ªpica falta de control tercermundista y la perentoria necesidad de d¨®lares, ha llenado las farmacias de Tijuana y otras ciudades fronterizas de este tipo de drogas.En la avenida de la Constituci¨®n, en Tijuana, en menos de dos manzanas se alinean seis farmacias. En algunas de ellas, los esteroides est¨¢n a la vista, justo al lado del Alka-Seltzer. En otras, el boticario las ha puesto debajo del mostrador, pero en todas se venden sin receta. Representan en estos momentos m¨¢s del 30%. del volumen de ventas totales de la farmacia. Salen m¨¢s caras que en Rusia, a 17 d¨®lares la botella de 100 tabletas, pero m¨¢s baratas que en el mercado negro dentro de Estados Unidos.
Las cantidades que toma cada atleta var¨ªan. Algunos consideran que 10 miligramos al d¨ªa es la dosis correcta y segura. Pero hay quien toma 50 o 100 miligramos diarios durante a?os sin aparentes efectos negativos, a excepci¨®n del aumento del vello corporal y el desarrollo excesivo de la musculatura.
La somatropina
Pero la descalificaci¨®n de 16, atletas en los pasados Juegos Panamericanos de Caracas, todos ellos por haber usado esteroides, y las nuevas t¨¦cnicas de laboratorio desarrolladas por el doctor Manfred Donike en Colonia, que pueden detectar si una persona ha usado esteroides durante los seis meses precedentes, han hecho descender la popularidad de los esteroides. La elite usa ahora una nueva droga, m¨¢s sofisticada y mucho m¨¢s dif¨ªcil de detectar.Un informe de la comisi¨®n m¨¦dica del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, presidida por el mencionado doctor Donike, ha revelado que, a pesar de que ning¨²n atleta fue descalificado, en los campeonatos mundiales celebrados en Helsinki se descubri¨® que algunos de ellos hab¨ªan usado una nueva droga llamada somatropina, la hormona del crecimiento humano. Se trata de un f¨¢rmaco inyectable que se extrae de las gl¨¢ndulas pituitarias de los cad¨¢veres y que se conoce en la jerga m¨¦dica como HGH.
Hasta ahora, se hab¨ªa estado utilizando en medicina exclusivamente para casos de ni?os de crecimiento retardado, por lo que sus efectos en adultos se desconocen, aunque parece ser que no s¨®lo ayuda al desarrollo muscular y al aumento de peso, como los esteroides, sino que su uso prolongado producir¨ªa cambios en la estructura ¨®sea, incluyendo un aumento de estatura.
La HGH se inyecta intramuscularmente, mezclada con el cloruro de sodio. Los atletas que la usan acostumbran a tomarla con alg¨²n esteroide de baja potencia y varios amino¨¢cidos, sustancia que ayuda a que el HGH se disperse y sea asimilado por el organismo humano. El problema con esta droga es el de su escasez debido a su procedencia, por lo que un uso generalizado de la misma podr¨ªa poner en peligro las reservas que existen para su uso en medicina.
El HGH no est¨¢ incluido entre las sustancias prohibidas por el COI, por su relativa novedad y falta de experimentaci¨®n sobre su uso continuado por adultos. Los resultados de las pruebas efectuadas en los campeonatos mundiales de Helsinki demostraron la existencia de varios casos con residuos de somatropina; sin embargo, esta droga no necesita tomarse durante las semanas previas a una competici¨®n.
Un atleta puede llegar a una prueba dos meses despu¨¦s de haber dejado de tomarla, y sus efectos, al contrario de los de los esteroides, quedan permanentemente en el cuerpo humano, por lo que detectar su uso parece, de momento, muy dif¨ªcil.
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