Espa?a y Guinea Ecuatorial

Tras leer el art¨ªculo del director de la Oficina de Cooperaci¨®n con Guinea Ecuatorial (EL PAIS, 17-12-1983), me he sentido impulsado a realizar unas cuantas matizaciones sobre el mismo.Dice el director que Espada dej¨® un pa¨ªs, y yo dir¨ªa muchos pa¨ªses. De todas formas creo que el Estado espa?ol intent¨® dejar una naci¨®n y no un pa¨ªs. Esto puede explicar,en parte el fracaso de la posterior evoluci¨®n de los territorios espa?oles en el golfo de Guinea, que unilateralmente fueron denominados por Espa?a Guinea Ecuatorial.

En cuanto a lo de etnias dispersas, pluriling¨¹ismo, organizaci¨®n meramente tribal, etc¨¦tera, quiero empezar diciendo que las etnias no estaban dispersas, sino localizadas; la dispersi¨®n no es ni m¨¢s ni menos que obra espa?ola durante la colonizaci¨®n.

Observe que en la isla de Fernando Poo, desde 1778 hasta 1900, no hab¨ªa m¨¢s que una etnia, la bubi; las dem¨¢s estaban localizadas en Guinea continental, y dentro de ¨¦sta cada subtribu ocupaba una determinada regi¨®n.

Cuando dice el se?or Berm¨²dez "organizaci¨®n meramente tribal", en el vocablo meramente encuentro cierto desd¨¦n, pues hay organizaciones meramente tribales que funcionan mejor que ciertas autonom¨ªas. Lo que ocurre es que hay que conocer lo que es una organizaci¨®n tribal, vivirla y luego estudiarla; pero, claro, no creo que fuese tan valiente como para convivir con una tribu primitiva.

Este desprecio a lo tribal tuvieron los pol¨ªticos de la descolonizaci¨®n, y ello dio lugar al aborto de naci¨®n que es Guinea. De haber tenido en cuenta la organizaci¨®n tribal, Espa?a hubiese conseguido en Guinea unos pa¨ªses organizados.

En el art¨ªculo que critico se habla de Guinea como de un todo ¨²nico, sin tener en cuenta que est¨¢ formado por una serie de pa¨ªses. Debe saber, por ejemplo, que a un bubi de Fernando Poo le importa un comino el cultivo del cacao, teniendo su libertad cortada gracias a la colonizaci¨®n y descolonizaci¨®n espa?ola; si a esto se llama falsedad en cuanto a la responsabilidad hist¨®rica de Espa?a, baje el Cristo de Medinaceli y lo Vea.

Hoy puedo decir que la paz del bubi ha sido rota por Espa?a a cambio de nada. Espa?a ha dejado nuestro pueblo en la horca.

Sobre el legado de una lengua, me r¨ªo; pues saben los cooperantes que hasta en las oficinas lo que m¨¢s se habla es el fang; menudo legado para los bubis, que tienen su dialecto propio.

Adem¨¢s, que el 16 de abril, este mismo diario publicaba un art¨ªculo titulado Obiang recomend¨® a los guineanos que aprendieran franc¨¦s.

Para m¨ª se trata de un abandono por impotencia, y lo comprendo; nadie puede dar m¨¢s de lo que puede. Espa?a ha liado a los bubis con los fang; ahora se retira del escenario, pero no puede eximirse de las cr¨ªticas. /