Fuertes p¨¦rdidas en la cosecha de aceituna

A pesar de las venturosas lluvias de noviembre, la cosecha de aceituna en este a?o ser¨¢ inferior en m¨¢s de 300.000 toneladas a la media del ¨²ltimo quinquenio. Esto supone una reducci¨®n de 12.000 millones de pesetas de ingresos y la p¨¦rdida de unos cuatro millones de jornales. A¨²n as¨ª, la cosecha de 1983-1984 no puede considerarse como desastrosa, sobre todo si se consigue borrar el espejismo de la anterior campa?a, que fue excepcionalmente rica. Por estos d¨ªas comienza de lleno la recolecci¨®n, y todo Ja¨¦n, mirando de reojo al cielo, centra todos sus sentidos alrededor del olivo.Ja¨¦n cuenta con unas 463.000 hect¨¢reas de olivar, lo que significa un tercio de la superficie total de la provincia, y dos tercios de la superficie cultivada. La econom¨ªa de cualquier trabajador depende, directa o indirectamente, de la calidad de la cosecha.

El a?o pasado la cosecha supuso un aut¨¦ntico r¨¦cord, con 1.219.00 0 toneladas m¨¦tricas de aceituna. Las lluvias fueron escasas, pero vinieron en los momentos justos. Este- a?o la cosecha descender¨¢ a 542.000 toneladas m¨¦tricas. En junio una ola de calor empez¨® por da?ar el fruto, 7 ya. en agosto las tormentas de granizo acabaron con ¨¦l, perfilando una cosecha "mala, aunque no desastrosa", en palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Orozco, delegado del Ministerio de Agricultura. Las lluvias de noviembre no han hecho m¨¢s que evitar el desastre.

La m¨¢quina no est¨¢ demasiado implantada en el olivar, incluso el laboreo es mecanizable sin dificultad tan s¨®lo en el 45% de las plantaciones, debido a la dif¨ªcil orograf¨ªa del terreno. 'Por tanto, la labor del olivo requiere mucha mano de obra. En una cosecha media se calcula que se dan en la provincia unos 10 millones de jornales, que este, a?o se reducir¨¢n ' aproximadamente, a seis millones, lo que significa una p¨¦rdida de m¨¢s de 4.000 millones de pesetas para el bolsillo de los jornaleros jiennenses y para aquellos agricultores de pocos recursos econ¨®micos que, una vez finalizada la labor en sus tierras, se emplean en las de los grandes propietarios. En la provincia de Ja¨¦n hay unas 300 fincas grandes y 60.000 peque?os propietarios. Algunos de ¨¦stos aseguran que, en contra de lo que han hecho otros a?os, en ¨¦ste no contratar¨¢n a nadie "porque si pagamos jornales nos cuesta dinero la aceituna, y adem¨¢s, para lo que hay, con la familia tenemos bastante".

En consecuencia, la producci¨®n de aceite tambi¨¦n se ver¨¢ reducida en m¨¢s de la mitad con respecto a 1982-1983. - Sin embargo, el comercio de aceite est¨¢ asegurado, da das las proporciones de la anterior campa?a, que originaron importantes excedentes.