Kraus deplora los problemas educativos que empobrecen la m¨²sica espa?ola
El tenor dar¨¢ en Madrid un ciclo de lecciones para estudiantes de canto
El nombre de Alfredo Kraus, uno de los primeros cantantes que ha tenido Espa?a, cobra estos d¨ªas nueva actualidad. La Direcci¨®n General de M¨²sica ha anunciado un ciclo de 10 lecciones magistrales sobre canto, que tendr¨¢n lugar en la sala Turina del teatro Real entre los d¨ªas 20 de febrero y 2 de marzo; el pr¨®ximo d¨ªa 19, Kraus, en uni¨®n de Mirella Freni, inicia sus representaciones de Fausto en el teatro del Liceo de Barcelona. Precisamente, con la m¨¢s c¨¦lebre ¨®pera de Gounod obtuvo Kraus uno de sus mayores triunfos en la ?pera de Chicago, el a?o 1970, junto a la Freni y Ghisurov. Para todos, Kraus es un gran cantante, pero adem¨¢s ejerce un magisterio, fruto de una de las m¨¢s perfectas t¨¦cnicas vocales que hayan existido Antes de dar sus lecciones, el cantante ha hecho unas declaraciones en las que deplora los problemas educativos que padece la m¨²sica espa?ola.
"Eso quiero mostrar en mis lecciones: la t¨¦cnica de canto seg¨²n la entiendo y practico. Sin una buena t¨¦cnica puede no s¨®lo desaprovecharse, sino arruinarse, una voca ci¨®n y una buena voz. Creo que fue Saint-S?ens quien afirm¨® que para cantar hab¨ªa que tener, adem¨¢s una voz de calidad. Quer¨ªa decir que la base del canto est¨¢ en la t¨¦cnica y en la formaci¨®n musical, que deben ser tan rigurosas y exi gentes como las del mejor instrumentista".Kraus posee esa formaci¨®n y esa t¨¦cnica. Su l¨ªnea, su emisi¨®n su colocaci¨®n, su estudio de las relaciones entre los distintos sonidos, registros e intensidades; su bell¨ªsimo fraseo, su afinaci¨®n exacta, su impostaci¨®n, su capacidad de regular la emisi¨®n para que la voz resuene y corra por la sala, su dicci¨®n, su estilo de m¨¢xima delicadeza (como anotara Eugenio Montale), han llevado a Kraus a cantar con los grandes maestros, ll¨¢mense B¨®lim o Karajan. ?De d¨®nde le viene a Kraus esa perfecci¨®n t¨¦cnica? ?Qui¨¦n fue capaz de ense?arla y transmitirla en tal alto grado?
"Por supuesto, he repetido, como tantos otros, que hay alumnos antes que profesores. De todos modos, lo que yo sintiera al comienzo de mis estudios o los objetivos que intuitivamente me planteara encontraron impulso y cauce en tres maestros: Andr¨¦s, en Valencia; Markoff, en Barcelona, y Mercedes Lllopart, en Mil¨¢n. Ellos me ense?aron o, si se quiere, me ayudaron, no s¨®lo a conocer los problemas de la t¨¦cnica de canto, sino la forma de resolverlos. Despu¨¦s, y hasta hoy mismo, y a partir de ma?ana jam¨¢s he dejado de es tudiar. Un cantante nunca est¨¢ hecho de modo definitivo. Es preciso trabajar cada d¨ªa al margen de la actividad profesional. Recuerdo lo que me dec¨ªa Mercedes Llopart: 'El escenario hace al artista y arruina al cantante'. Es una gran verdad. Despu¨¦s de cada actuaci¨®n o actuaciones oper¨ªsticas ha de volverse al exigente autoan¨¢lisis y al estudio razonado, para estar en forma, para tratar de superarse".
Kraus defiende la pureza del bel cantismo, pero es consciente de las dificultades que entra?a ese enaltecimiento de la voz casi desnuda, alz¨¢ndose sobre la orquestaci¨®n, tantas veces sencilla y tantas m¨¢s sometida a los puros valores vocales. "Sucede, sin embargo, que el bel cantismo no es s¨®lo un cierto repertorio italiano del XIX. Podr¨ªamos decir que existe ya en Mozart y que se prolonga en el verismo, aun cuando ¨¦ste suela ser entendido desde una cierta violencia, que podr¨¢ vencer antes que convencer, pero que limita los m¨¢s altos valores musicales del teatro musical verista".
Los paliativos
"Estas y otras reflexiones, nacidas de una larga experiencia, quisiera explicarlas en mis lecciones del Real para hacer de ellas una suerte de introducci¨®n a la t¨¦cnica del canto. Y me gustar¨ªa que asistieran no s¨®lo estudiantes, sino profesores. No lo digo por af¨¢n de vanidad, sino con el deseo de que si alguno de ellos puede demostrarme razonadamente que hay cosas que pueden hacerse mejor que yo las hago, aprovechar su ense?anza"."Valoro mucho el intento de la Direcci¨®n General de M¨²sica al confiarme el curso. Y lo valoro m¨¢s porque tengo entendido que el proyecto tendr¨¢ continuidad y que otros artistas espa?oles explicar¨¢n sus t¨¦cnicas y sus puntos de vista. De todas maneras se trata de un mero paliativo a la gran carencia que supone el estado actual de la educaci¨®n musical en Espa?a a todos los niveles: Ense?anza General B¨¢sica, BUP y Universidad. Si no se aborda esta gran cuesti¨®n (y la Joven Orquesta supone otro interesante paliativo), el futuro musical de Espa?a quedar¨¢ comprometido. Perderemos el tren de la tecnolog¨ªa en la m¨²sica, como en otras cosas. En la ense?anza, en la profesionalidad, en el tratamiento dado a la m¨²sica por los medios de comunicaci¨®n, no hay nada que inventar; las experiencias est¨¢n hechas por otros. Aprovech¨¦moslas".
Reconversi¨®n del Teatro Real
Si alguien dijo alguna vez que Alfredo Kraus era un temperamento fr¨ªo, le bastar¨ªa ver apasionarse al gran tenor canario cuando trata los problemas de su vocaci¨®n y los generales de la m¨²sica espa?ola. La fantas¨ªa de una inteligencia fuera de serie hace de Kraus no s¨®lo un int¨¦rprete singular, sino un maestro capaz de explicarse con meridiana claridad a trav¨¦s de un lenguaje pl¨¢stico que redondea el ejemplo directo, la voz bien emitida y sostenida del cantante.Al terminar el curso en la sala Turina, Kraus ofrecer¨¢ un recital en la gran sala del teatro Real, en colaboraci¨®n con Jos¨¦ Tordesillas, que entre aria y aria tocar¨¢ p¨¢ginas pian¨ªsticas relacionadas con la ¨®pera: variaciones, par¨¢frasis y transcripciones. Despu¨¦s de Barcelona le espera Parma, Montecarlo, Par¨ªs, Tenerife, Bilbao, Florencia y Mil¨¢n: La hija del regimiento, Fausto, Werther o Lucia. Salta al final el tema de la reconversi¨®n del teatro Real: "Soy absolutamente favorable, y ya me parece positivo que estemos en v¨ªas de llegar a ella. Hay que procurar que las cosas no se demoren, pues entonces las cantidades a presupuestar ser¨¢n cada vez mayores. Y debe pensarse, desde ahora mismo, en el funcionamiento de nuestro futuro teatro oper¨ªstico. Como en todas partes, ser¨¢ necesario comprometer a la sociedad para que no gravite todo sobre las arcas del Estado. Tenemos ejemplos para todos los gustos, desde el de Estados Unidos hasta los de Gran Breta?a o Suiza. Estoy seguro que si las demandas se efect¨²an inteligentemente, la sociedad espa?ola responder¨¢ como las dem¨¢s. En principio no somos tan distintos como a veces se asegura".
Babelia
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