La Conferencia de Desarme de Estocolmo pretende evitar que Europa se convierta en escenario de una guerra accidental
El crecimiento de la tensi¨®n internacional tras la iniciada instalaci¨®n de los euromisiles y la retirada de la Uni¨®n Sovi¨¦tica de todas las reuniones en las que se discut¨ªa sobre reducci¨®n de armas ha multiplicado en todo el mundo el inter¨¦s por la Conferencia de Desarme en Europa (CDE), que el pr¨®ximo martes comienza en Estocolmo, con la asistencia de 35 ministros de Asuntos Exteriores (Estados Unidos, Canad¨¢ y todos los de Europa, exceptoAlbania).
La paralizaci¨®n de las dos conferencias de Ginebra en las que Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica discut¨ªan sobre armas nucleares de alcance medio (INF) y sobre armamento at¨®mico de alcance intercontinental o estrat¨¦gico (START) ha hecho de la reuni¨®n en la capital sueca el ¨²nico foro en el que las dos superpotencias y los dos bloques pueden intentar reducir el riesgo de una guerra.La expectaci¨®n y las esperanzas puestas en esta reuni¨®n desbordan los objetivos marcados el pasado septiembre en el Documento de Madrid, texto final de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), en cuyo marco est¨¢ encuadrada la cita de Estocolmo. La CDE no est¨¢ expresamente autorizada a negociar sobre armamento nuclear.
Este aspecto limitativo de la CDE puede ser la primera pol¨¦mica que surja. Fuentes diplom¨¢ticas occidentales creen detectar un gran inter¨¦s por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus aliados del este de Europa por incluir las armas nucleares en el conjunto de la negociaci¨®n, en contra de la voluntad del otro bloque, que prefiere marcar las diferencias entre esta conferencia y los foros especialmente dedicados a las armas at¨®micas.
Alg¨²n pa¨ªs socialista, como Ruman¨ªa, ha manifestado ya su punto de vista favorable a que la CDE incluya el estudio de propuestas como la creaci¨®n de un pasillo desnuclearizado en las fronteras entre la OTAN y el Pacto de Varsovia, o la firma de un tratado sobre el no uso de la fuerza y de la amenaza militar.
Medidas concretas y realistas
El jefe de la delegaci¨®n norteamericana en Estocolmo, James Goodby, ha advertido que el ¨¦xito de la conferencia est¨¢ condicionado a que los objetivos que se marquen los distintos pa¨ªses no sean demasiado ambiciosos y est¨¦n concentrados en la negociaci¨®n de medidas concretas y realistas para la reducci¨®n del riesgo de guerra.La opini¨®n europea occidental coincide b¨¢sicamente con este criterio, aunque, igual que EE UU, varios Gobiernos de Europa desear¨ªan que la apertura de la Conferencia de Estocolmo sirviera para convencer a la URSS para que vuelva a las conversaciones de Ginebra. En este contexto est¨¢ prevista la, reuni¨®n del pr¨®ximo mi¨¦rcoles en la capital sueca entre el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Asuntos Exteriores de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Andrei Gromiko.
Las posibilidades de que tras esa conversaci¨®n, y otras que el jefe de la diplomacia de la URSS tiene previsto mantener, con sus colegas europeos (entre ellos el ministro espa?ol, Fernando Mor¨¢n), los sovi¨¦ticos cambien de postura, a juicio de los medios diplom¨¢ticos, son bastante escasas. Gromiko dej¨® claro recientemente que la URSS no volver¨ªa a las conversaciones de Ginebra mientras no se produjese "el retorno a la situaci¨®n que exist¨ªa antes del comienzo del despliegue de los nuevos misiles norte americanos en Europa".
Conforme al mandato del Documento de Madrid, a pesar de que una err¨®nea pero ya popularizada simplificaci¨®n del nombre con que se conoce la Conferencia de Estocolmo haga pensar lo contrario, el tema del desarme no ser¨¢ directamente discutido en la reuni¨®n que empieza el martes. El documento final de Madrid explica claramente que la Conferencia sobre Medidas Destinadas a Fomentar la Confianza y Seguridad, y sobre Desarme en Europa (denominaci¨®n oficial y exacta) se dedicar¨¢ desde el 17 de enero hasta el 4 de noviembre de 1986 (fecha de la reanudaci¨®n de la CSCE en Viena) a la primera parte de su cometido, es decir, al estudio de medidas que conduzcan a elevar la confianza entre los Estados y a reducir el peligro de guerra. S¨®lo en una segunda fase, que debe empezar despu¨¦s de 1986, ser¨¢ analizado directamente el problema del desarme.
Esta fase de la CDE en Estocolmo tratar¨¢, por tanto, temas como el control de los movimientos militares de los 35 pa¨ªses, el intercambio de informaci¨®n sobre maniobras entre uno y otro bloque y, en conjunto, todo lo que conduzca a evitar que una guerra de grandes proporciones pueda producirse a partir de un peque?o incidente o de una suma de peque?os incidentes. "La causa m¨¢s probable de un conflicto no ser¨ªa un ataque nuclear por sorpresa, sino culpa de la escalada producida por un peque?o incidente", seg¨²n Goodby.
El Documento de Madrid especifica que "el objetivo de la conferencia, como parte sustantiva integrante del proceso multilateral iniciado por la CSCE, es emprender, con la participaci¨®n de todos los Estados signatarios del Acta Final, por etapas, acciones nuevas, eficaces y concretas destinadas a hacer progresos en el fortalecimiento de la confianza y la seguridad y en el logro del desarme, con objeto de dar efecto y expresi¨®n a la obligaci¨®n de los Estados de abstenerse de la amenaza o del uso de la fuerza en sus relaciones mutuas".
Las medidas que se adopten en Estocolmo afectar¨¢n por primera vez a todo el territorio europeo, desde el Atl¨¢ntico a los Urales, incluyendo las zonas mar¨ªtimas contiguas, y, seg¨²n el mandato de la Conferencia de Madrid, "tendr¨¢n relevancia militar", ser¨¢n pol¨ªticamente vinculantes e ir¨¢n acompa?adas de formas de verificaci¨®n adecuadas que correspondan a su contenido".
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