80 de 300 segu¨ªan 'pinch¨¢ndose' en la c¨¢rcel

Un estudio llevado a cabo en la c¨¢rcel Modelo de Barcelona en 19,82 revelaba que 80 de los 300 presos j¨®venes menores de 21 a?os tomaban drogas duras. Seg¨²n la misma estad¨ªstica, cerca del 4% afirmaba que hab¨ªa em pezado a pincharse en el interior de la c¨¢rcel. Un preso de la sexta galer¨ªa de la mencionada prisi¨®n se inyect¨® hero¨ªna ante el fotogr¨¢fo de este peri¨®dico hace apenas dos semanas y afirm¨® que su comercio era muy importante en el interior del recinto, pag¨¢ndose a 3.000 pesetas el gramo.Una serie de estudios recientes realizados en las c¨¢rceles de varios estados de EE UU ha evidenciado que si de cada 100 adictos en cumplimiento de pena de privaci¨®n de libertad en una c¨¢rcel -controlados toxicol¨®gicamente por medio de an¨¢lisis de orina por el m¨¦todo de investigaci¨®n aleatoria-, el 4%, da positivo a opi¨¢ceos (es decir, siguen tomando drogas duras en la c¨¢rcel) quiere decir que la entrada se efect¨²a por los canales subrepticios, familiares, amigos o reclusos. Si el n¨²mero de personas que siguen autoadministr¨¢ndose hero¨ªna dentro de una instituci¨®n penitenciaria es superior, los cauces de entrada del producto son otros y esto puede llevar a una investigaci¨®n por parte de la Secretaria (Ministerio) Federal de Justicia.

En este sentido, los especialistas en drogadicci¨®n consideran importante determinar qu¨¦ factores condicionan la entrada de drogas en cantidades notables en las c¨¢rceles espa?olas. La ponencia presentada en las II Jornadas Penitenciarias Andaluzas por la penalista S¨¢nchez Concheiro y los m¨¦dicos Freixa, Sala y Masferrer se?alaba al respecto que "todo intento de resolver el problema de drogodependencia en la c¨¢rcel tiene que ir dirigido primeramente al control de la disponibilidad y accesibilidad del producto dentro del recinto penitenciario y con especial. severidad en los reclusos con permiso de fin de semana.