La par¨¢lisis y confusi¨®n del Gobierno foral se agrava con la vuelta de Del Burgo a la presidencia de la Diputaci¨®n

La decisi¨®n de reponer a Jaime Ignacio del Burgo como presidente en funciones de la Diputaci¨®n Foral de Navarra (Gobierno de esta comunidad) y la consiguiente destituci¨®n de Juan Manuel Arza, quien desde su elecci¨®n en septiembre de 1980 ven¨ªa desempe?ando este puesto, no aporta a Navarra otra cosa que no sea un elemento m¨¢s en la confusi¨®n institucional que, desde hace un a?o, viene padeciendo. Este deterioro, en opini¨®n de Arza, podr¨ªa haberse evitado si la actuaci¨®n de los partidos pol¨ªticos representados en el Parlamento de Navarra, elegido el pasado mes de mayo, no hubieran obstaculizado la elecci¨®n del nuevo presidente del ejecutivo aut¨®nomo, cargo que se disputan UPN y PSOE.

Hasta en tanto el Tribunal Constitucional no se pronuncie sobre qui¨¦n ha de presidir el Gobierno de Navarra, esta comunidad se encuentra regida por una diputaci¨®n en funciones, elegida en 1979 y de la que tan s¨®lo quedan cuatro de sus siete miembros, ya que el resto ha dimitido de sus puestos.La resoluci¨®n del Tribunal Supremo en la que se obligaba a reponer a Jaime Ignacio del Burgo en la presidencia de la diputaci¨®n navarra a sus propios compa?eros de corporaci¨®n, quienes, precisamente en abril de 1980, lo apartaron del cargo por una supuesta malversaci¨®n de fondos, ha venido a deteriorar a¨²n m¨¢s, si cabe, la precaria situaci¨®n por la que atraviesan las instituciones de esta comunidad. Instituciones que se encuentran totalmente paralizadas desde hace casi un a?o, como consecuencia de la no formaci¨®n del nuevo Gobierno de Navarra, por las discrepancias existentes entre los grupos mayoritarios -PSOE y UPN- en la interpretaci¨®n de la ley del Amejoramiento del Fuero y, en concreto, en el apartado de la nominaci¨®n del presidente del Ejecutivo navarro.

Este retraso en la constituci¨®n del Gobierno de Navarra que tendr¨ªa que haber sido elegido tras las elecciones auton¨®micas del pasado mes de mayo se ha producido porque ning¨²n partido pol¨ªtico obtuvo en estos comicios la mayor¨ªa suficiente para poder gobernar en solitario y al no llegarse tampoco a un acuerdo de coalici¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas. Otro factor esencial en este retraso fue la decisi¨®n adoptada por el presidente del Parlamento de Navarra, Balbino Bados, de nominar a Jos¨¦ ?ngel Zubiaur -candidato de su mismo partido (UPN) y que ya fuera rechazado en la sesi¨®n de investidura- a la presidencia del Ejecutivo navarro, lo que fue r¨¢pidamente impugnado ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de la naci¨®n.

Hasta tanto el m¨¢ximo ¨®rgano judicial no se pronuncie sobre a qui¨¦n corresponde la presidencia del Gobierno de Navarra -si al PSOE, que obtuvo 20 parlamentarios, frente a 13 UPN, o bien a este ¨²ltimo partido, que fue el ¨²nico que present¨® un candidato- no se resolver¨¢ esta an¨®mala situaci¨®n. Mientras, Del Burgo, pese a la oposici¨®n de sus tres compa?eros de corporaci¨®n, ejercer¨¢ provisionalmente sus funciones como presidente de la actual diputaci¨®n, elegida en 1979 y de la que s¨®lo quedan cuatro de sus siete miembros. Los tres restantes, entre los que se encuentra ?ngel Lasunci¨®n, art¨ªfice de la reforma de la hacienda navarra, dimitieron hace meses de sus cargos, reincorpor¨¢ndose a sus actividades privadas.

Asuntos de tr¨¢mite

Los cuatro diputados que a¨²n permanecen en el cargo ¨²nicamente se limitan a resolver asuntos de puro tr¨¢mite, hall¨¢ndose en sus puestos, seg¨²n han comentado en repetidas ocasiones, desmoralizados y pesimistas y con muy pocas ganas de continuar. Una de estas cuatro personas, el socialista Jes¨²s Mal¨®n, responsable de los departamento de Educaci¨®n y Cultura y Transportes y Comunicaciones, reparte su tiempo entre Pamplona y Madrid, ya que tambi¨¦n es diputado al Congreso por Navarra. Jaime Ignacio del Burgo, nuevo presidente de la diputaci¨®n, desempe?a tambi¨¦n la vicepresidencia del Parlamento de Navarra y es igualmente responsable de los departamentos de Obras P¨²blicas, Industria y Urbanismo y Sanidad. Pedro S¨¢nchez de Munia¨ªn se encuentra al frente de la Hacienda de Navarra y del departamento de Agricultura, Ganader¨ªa y Montes. Juan Manuel Arza, por su parte, se ocupa ¨²nicamente de la administraci¨®n municipal.La debilidad institucional en que se encuentra la diputaci¨®n frente al parlamento origina, por otra parte, que sus componentes no adopten decisiones que puedan hipotecar al futuro Gobierno, a poco problem¨¢ticas que sean ¨¦stas. Temas tan cruciales para Navarra como la elaboraci¨®n del nuevo reglamento para la Polic¨ªa Foral, la negociaci¨®n del nuevo convenio con el Estado, esperan una pronta resoluci¨®n que, sin embargo, se antoja lejana. A estos problemas se une la falta de un programa capaz de relarizar la actividad econ¨®mica y de disminuir el paro en una re,gi¨®n que actualmente, supera la cifra de 35.000 desempleados.

Y en esta situaci¨®n de par¨¢lisis administrativa (una idea de la cual la da tambi¨¦n el hecho de que departamentos tan esenciales en la diputaci¨®n como Sanidad, Agricultura y Polic¨ªa Foral se encuentran sin direcci¨®n desde hace meses) se ha producido la sentencia del Supremo en la que se falla que la diputaci¨®n no ten¨ªa facultades legales para destituir a su presidente, con independencia de cu¨¢l hubiera sido su actuaci¨®n. La diputaci¨®n se ha visto, pues, en la obligaci¨®n, impuesta por la ley, de reponer a un presidente que no cuenta con la confianza del resto de los diputados. La vuelta de Del Burgo al cargo se ha producido como un acto de acatamiento a la justicia, lo cual no quiere decir que se comparta, acepte y entienda su decisi¨®n, como se?alaba Pedro S¨¢nchez de Munia¨ªn.

Tampoco deja de ser asombrosa y preocupante la situaci¨®n que ahora puede darse por obra y gracia de esta sentencia del Tribunal Supremo, ya que si se produce una virtual ausencia del presidente del Parlamento, Jaime Ignacio del Burgo ser¨ªa simult¨¢neamente presidente de la diputaci¨®n y del parlamento, dado que es tambi¨¦n, tras las elecciones del pasado mes de mayo, vicepresidente primero del legislativo auton¨®mo.