Francisco Sim¨®, 'Paco el de la bomba'
Hace 18 a?os rescat¨® la bomba nuclear que cay¨® en Palomares
Ayer se cumplieron 18 a?os del d¨ªa en que dos aviones norteamericanos chocaron en Palomares (Almer¨ªa) y perdieron las cuatro bombas at¨®micas que transportaban. Tres cayeron en tierra y fueron recuperadas inmediatamente. La cuarta ser¨ªa encontrada 81 d¨ªas m¨¢s tarde por el pescador espa?ol, Francisco Sim¨® Orts, un tarraconense afincado en ?guilas (Murcia), que hoy tiene 56 a?os, lleva 48 en la mar y pasar¨ªa a la historia local como Paco el de la bomba. El 17 de enero de 1966, fecha del choque a¨¦reo, el pescador se encontraba con su barco casi en la vertical de donde dos aviones norteamericanos -un B-52 cargado de bombas H y un KC-135 nodriza- chocaron mientras el primero repostaba. En el accidente hubo siete muertos y los artefactos termonucleares se precipitaron, desde 9.000 metros de altura. La bomba perdida era 16 veces m¨¢s potente que la de Hiroshima y pudo provocar una cat¨¢strofe. No dieron con ella matem¨¢ticos, fisicos ni ge¨®grafos. La encontr¨® Paco el de la bomba.
Un diploma de agradecimiento, 7.000 d¨®lares, varios viajes a Estados Unidos, "una recepci¨®n de ol¨¦" en la Embajada americana en Madrid -"con ministros y todo"- y un rosario de condecoraciones de primera clase -"aunque yo las quer¨ªa de tercera, porque ¨¦stas s¨ª que dan dinero"- son algunas de las cosas, pocas, que Francisco Sim¨® Orts ha recibido como recompensa por descubrir el lugar exacto en que se encontraba el artefacto nuclear.Aquel d¨ªa, aunque hac¨ªa mal tiempo, Francisco Sim¨® se hizo a la mar, como casi siempre, a las seis de la ma?ana. "Todo iba normal, hasta que a las 9.50 horas se colocaron en el aire, encima de mi barco, que entonces era el Manuela Orts Sim¨®, dos B-52 para repostar de unas naves nodrizas. "De pronto vi c¨®mo explosionaban los dos aviones de atr¨¢s y observ¨¦ c¨®mo una bomba ca¨ªa lentamente; aunque desde el primer momento tuve conciencia del peligro -si no giro bruscamente y arrojo bastante lastre nos cae encima-, nunca tuve miedo.
Durante 81 d¨ªas llenos de tensi¨®n, un helic¨®ptero americano recog¨ªa cada ma?ana a Paco el de la bomba, que "apostaba la cabeza a que sab¨ªa d¨®nde estaba", en ?guilas y lo llevaba a Palomares, donde una lancha lo trasladaba, mar adentro, hasta un buque de la misma nacionalidad. Por cada una de estas jornadas cobraba 8.000 pesetas, que repart¨ªa puntualmente entre sus compa?eros de tripulaci¨®n.
Decenas de cient¨ªficos norteamericanos hicieron c¨¢lculos, "daban cifras que yo no entend¨ªa y dec¨ªan: "Tiene que estar aqu¨ª'. Yo les respond¨ªa que se encontraba en el lado opuesto". Al final se sali¨® con la suya. El 15 de marzo de 1966, a mediod¨ªa, se localiz¨® la bomba, que fue recuperada el 7 de abril.
Siete d¨ªas antes, el 8 de marzo, el entonces ministro de Informaci¨®n y Turismo, Manuel Fraga, y el embajador norteamericano, Angie Biddle Duke, hab¨ªan protagonizado un famoso gesto heroico al ba?arse en las aguas de Palomares. Era un momento en que la posible contaminaci¨®n por la bomba nuclear amenazaba la entrada del turismo y en que el ba?o del embajador pod¨ªa ayudar a frenar la campa?a antinorteamericana. "Fraga me ca¨ªa y me cae muy bien", dice Paco el de la bomba, pero la escena me pareci¨® un poco... rid¨ªcula, aunque hay que reconocer que entonces ni Dios compraba pescado de Almer¨ªa, Murcia y Alicante, y ten¨ªan que demostrar que no hab¨ªa radiactividad".
"Del Gobierno espa?ol", se?ala el descubridor, "nunca recib¨ª nada, aunque un periodista del Arriba, Luis Pe?afiel, me dijo que pidiera lo que quisiera, porque Franco me lo dar¨ªa. Ped¨ª un barco, y lo que me dieron fue el importe de una suscripci¨®n popular realizada por el peri¨®dico".
Las relaciones con el Gobierno americano no fueron mucho mejores. De hecho, "todav¨ªa tengo un proceso judicial para ver si me dan el 7% o el 8% del valor de la bomba, que ascend¨ªa a 100 millones de d¨®lares, aunque ¨¦ste es un tema que no me preocupa mucho".
Todav¨ªa le env¨ªan cartas desde diversos pa¨ªses con estas se?as tan s¨®lo: "Paco el de la bomba. Spain". Y lo curioso es que llegan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.