La ruptura entre la patronal y los sindicatos impide el pacto social

Tras cinco a?os de pactos sociales en los que participaron Gobierno, patronal y sindicatos, en el presente ejercicio no habr¨¢ acuerdo de referencia para la negociaci¨®n colectiva, por lo que inmediatamente habr¨¢n de comenzar las conversaciones para la firma de m¨¢s de 3.600 convenios. En el d¨ªa de ayer y por separado, la c¨²pula patronal (Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales), CC OO y UGT explicaron en tres conferencias de prensa el fracaso de las conversaciones para el acuerdo, definitivamente "rotas y acabadas". No obstante, a ¨²ltima hora de la tarde de ayer distintas fuentes coincid¨ªan en la posibilidad de que en la ma?ana de hoy, y de un modo pr¨¢cticamente secreto, la patronal y la central socialista abordasen un ¨²ltimo intento a la desesperada por evitar una generalizaci¨®n de la conflictividad social que conlleva la negociaci¨®n de tantos convenios.

Al mismo tiempo que suced¨ªa la ruptura entre los agentes sociales se reun¨ªa en la Moncloa el Consejo de Ministros, acordando dar m¨¢xima prioridad a la reducci¨®n del gasto p¨²blico, para generar una mayor capacidad de inversi¨®n privada que cree empleo. Para ello se tratar¨¢ de disminuir los gastos de funcionamiento, controlar las transferencias no sociales (especialmente para subvenciones y Renfe), recortar el d¨¦ficit p¨²blico (el objetivo del 3,9% del producto interior bruto para 1986 se ha rebajado al 3,3%) y desacelerar el aumento de la presi¨®n fiscal (0,9 puntos este a?o, 0,5% el pr¨®ximo y 0,1% en 1986).En cuanto a la dificultad de llegar a un acuerdo, dos son los elementos que han hecho imposible el pacto: los deslizamientos salariales y la cl¨¢usula de revisi¨®n salarial. Seg¨²n fuentes de los propios negociadores, la CEOE lleg¨® a admitir la ¨²ltima oferta de la UGT -a la que, sin embargo, Carlos Ferrer lleg¨® a calificar de rumor de pasillo- de una banda salarial entre el 5,5% y el 8%, con deslizamientos salariales incluidos. Las discrepancias surgieron a la hora de aplicar estos criterios. La UGT mantuvo que para incluir los deslizamientos, la negociaci¨®n habr¨ªa de hacerse sobre masas salariales, lo que chocaba con lo propugnado por la CEOE, que entend¨ªa que ello deb¨ªa considerarse incluso en tablas salariales. A juicio de la central socialista, aceptarlo supondr¨ªa unos incrementos reales excesivamente bajos.

En la cl¨¢usula de revisi¨®n salarial, que garantiza que los incrementos no ser¨¢n inferiores a lo pactado por desviaciones de la previsi¨®n de inflaci¨®n, la postura de la patronal era no aceptar revisi¨®n sabro que el ¨ªndice de precios al consumo subiera en los nueve primeros; meses por encima del 6,5%. Para ello, argumentaba que el propio Gobierno calculaba que en septiembre ¨¦ste ser¨ªa el ¨ªndice de inflaci¨®n, con unas previsiones anuales del 8%. Por su parte, la UGT, en su ¨²ltima oferta, defend¨ªa que los salarios deb¨ªan ser revisados si a los nueve meses la inflaci¨®n sub¨ªa m¨¢s del 6,2%, ofreciendo adem¨¢s que si a fin de a?o se produc¨ªa una desviaci¨®n al alza, se reajustar¨ªa la cl¨¢usula.

A partir de este momento, sindicatos y patronal preparan sus estrategias para la negociaci¨®n colectiva libre. La CEOE defender¨¢ previsiblemente incrementos entre el 5,5% y el 7,5%, la UGT tomar¨¢ como referencia el 8% y CC OO propondr¨¢ a la central socialista el establecimiento de una plataforma conjunta.

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