'Carmen', con Pl¨¢cido Domingo, obtiene un gran ¨¦xito en Viena

La primera funci¨®n de la ¨®pera Carmen, de Bizet, con escenograf¨ªa de Franco Zeffirelli, que tuvo lugar el mi¨¦rcoles en la ¨®pera estatal de Viena, tuvo dos triunfadores, los dos cantantes protagonistas, Agnes Baltsa y Pl¨¢cido Domingo. A ellos estuvieron dedicados los m¨¢s de 20 minutos de aplausos al final de la representaci¨®n. La cr¨ªtica coincidi¨® ayer en que la gran expectaci¨®n despertada por esta obra, poco com¨²n incluso para la capital austriaca, se ha visto justificada por la actuaci¨®n de Baltsa y Domingo. Ella, como Carmen ideal, "con todos los matices de la sensualidad, entre el eros y la muerte", como se?alaba un prestigioso comentarista musical. Para Domingo, el p¨²blico vien¨¦s ya no sabe qu¨¦ elogios inventar. Se habla de ¨¦l como del "tenor m¨¢s noble, con una musicalidad noct¨¢mbula plena de inteligencia".Fueron ellos dos los que hicieron que la noche del mi¨¦rcoles, que se convirti¨® en una gala de la sociedad vienesa, donde se dieron cita desde destacados miembros del cuerpo diplom¨¢tico hasta el futbolista Hans KrankI, no se torciera, como estuvo a punto de suceder antes del tercer acto, cuando un peque?o grupo de espectadores silb¨® y abuche¨® al director de la orquesta y responsable de la ¨®pera de Viena, Lorin Maazel. Aunque todos coinciden en que esta muestra de desacuerdo fue improcedente e incluso injusta, la cr¨ªtica volvi¨® a a Maazel con dureza.

Aunque existen fundadas sospechas de que la cr¨ªtica vienesa ha perdido la ecuanimidad para con el director de la ¨®pera de Viena, tambi¨¦n a gran parte del p¨²blico le pareci¨® que Maazel dirigi¨® muy lentamente el primer acto, y muchos a?oran ahora la actuaci¨®n de Carlos Kleiber al frente de la orquesta en la primera escenificaci¨®n que Franco Zeffirelli hizo de Carmen en 1978. Respecto al director italiano, algunos piensan que su escenificaci¨®n ha perdido fuerza desde entonces, y son muchos los que creen que hubiera sido conveniente que Zeffirelli se hubiera tomado m¨¢s tiempo para el estudio de la parte dram¨¢tica con los protagonistas.

Tras la ¨®pera, y para prolongar el acontecin¨²ento social, el embajador de Espa?a en Viena, Juan Luis Pan de Soraluce, ofreci¨® una cena en la Embajada, tras la cual, Pl¨¢cido Domingo recibi¨® el t¨ªtulo de hijo predilecto de la villa de Madrid.