Los disturbios se extienden, m¨¢s atenuados, a Alcazarquivir, mientras se impone una forzada calma en Tetu¨¢n y Nador
Una relativa calma volvi¨® ayer por la fuerza a Tetu¨¢n y Nador, mientras los disturbios de los que desde el jueves pasado es escenario el norte de Marruecos se extendieron ayer, al parecer con una envergadura menor, a la ciudad de Alcazarquivir, a unos 100 kil¨®metros al suroeste de Tetu¨¢n. Oficialmente nada ocurre a¨²n en Marruecos, aunque eL pa¨ªs entero habla de los acontecimientos en estas ciudades, conoce pr¨¢cticamente el detalle de los sucesos, y sobre todo teme que se extiendan al sur.
S¨®lo la Prensa socialista se refer¨ªa ayer con lenguaje cr¨ªptico a "los rumores contradictorios sobre lo que ocurre en esas dos ciudades" de Tetu¨¢n y Nador, para pedir al Gobierno que explique qu¨¦ ocurre. Todo el mundo, sin embargo, estaba pendiente de la alocuci¨®n del rey Hassan II.Ayer, el Ej¨¦rcito manten¨ªa cercados a los barrios pobres de Yebel Dersa y M¨¢laga de Tetu¨¢n, de donde salieron los manifestantes en los ¨²ltimos a?os, y el Ej¨¦rcito tambi¨¦n patrullaba con gran amplitud de medios en Nador, donde junto con Tetu¨¢n se produjeron los incidentes cruentos m¨¢s graves, as¨ª como en Uxda y Alhucemas.
La mayor parte de los efectivos armados que controlan estas ciudades proceden de otras regiones. Se cree que algunas guarniciones, como la de Tetu¨¢n, se mostraron reticentes en reprimir a sus conciudadanos.
Preocupaci¨®n oficiosa
Oficiosamente, las autoridades marroqu¨ªes se declaran muy preocupadas por estos acontecimientos, y sobre todo por la organizaci¨®n con que entienden que han sido llevados, demostrada, seg¨²n ellas, por la simultaneidad con que se han producido los disturbios, primero en el sur y luego al norte de Marruecos.
El alarmismo de los rumores que les acompa?an y la aut¨¦ntica inquietud y temor que han conseguido llevar a todo el pa¨ªs son, para ¨¦stas, una prueba m¨¢s.
El m¨¢s notable de los rumores, por su persistencia, que se ha propagado y se propaga en los barrios populares, es el que indica que hoy habr¨¢ disturbios en Casablanca. Ello ha motivado, aparte de las medidas precautorias de oficio, que la capital del reino sea objeto actualmente de medidas de vigilancia extraordinarias.
Es evidente que ning¨²n partido pol¨ªtico de la oposici¨®n marroqu¨ª, ya sea moderado o radical, as¨ª como tampoco ning¨²n sindicato, ni ninguna, organizaci¨®n estudiantil, se atribuyen autor¨ªa o direcci¨®n de cualquier tipo sobre los acontecimientos, y por una vez esto no parece instinto de conservaci¨®n sino realidad concreta.
Los sectores involucionistas
En este pa¨ªs, donde existe tanta imaginaci¨®n para el rumor, algunos llegan a afirmar -como se dijo tambi¨¦n en Tunicia a prop¨®sito de la revuelta del pan- que tal vez los disturbios pueden estar incitados por sectores involucionistas del r¨¦gimen.
La confirmaci¨®n o desmentido vendr¨¢ dada, seg¨²n ellos, por el mantenimiento o no de las pr¨®ximas elecciones generales, una duda que seguramente disipar¨¢ el propio rey Hassan II.
El norte: de Marruecos ha sido, en todo caso, colocado en cuarentena para la Prensa internacional, y seis periodistas - dos espa?oles, dos italianos, un franc¨¦s, y el premio Pulitzer norteamericano, Henry Kairim, de The New York Times- fueron expulsados de Tetu¨¢n y Nador.
Un fen¨®meno totalmente nuevo en Marruecos, que ha sorprendido desfavorablemente a las autoridades y que, sin duda, traer¨¢ consecuencias negativas para las relaciones hispano-marroqu¨ªes, es la amplia y r¨¢pida cobertura hecha por la Prensa y las emisoras espa?olas de estos sucesos, que todo Marruecos, ha le¨ªdo o escuchado, y que ha planteado a las autoridades un problema con el que no hab¨ªan contado: la incapacidad en que se han encontrado y se encuentran todav¨ªa hoy para aislar informativamente el norte de Marruecos, dada la proximidad de Ceuta y Melilla y el incesante tr¨¢fico diario de personas, entre ciudades marroqu¨ªes y espa?olas.
No hay que olvidar tampoco que Televisi¨®n Espa?ola se capta en todo el norte de Marruecos y tiene un alt¨ªsimo ¨ªndice de audiencia en toda la regi¨®n.
Pero no s¨®lo esto afecta a las relaciones entre Madrid y Rabat, sino los hechos en s¨ª, ya que, como apuntaba ayer el diario istiqlal¨ª L'Opinion, es la supresi¨®n del contrabando en Nador y Tetu¨¢n lo que ha originado "el pillaje" en el norte.
Relaciones Madrid-Rabat
En cualquier caso, el r¨¦gimen de puertos francos de Ceuta y Melilla y su propio enclave geogr¨¢fico y soberano ser¨¢n, sin duda, objeto de atenci¨®n renovada cuando se calmen los disturbios.
Si este tema puede proporcionar una escapatoria, no es menos cierto que la violencia de la's poblaciones del norte de Marruecos contra el poder central no es ni circunstancial ni temporal. Se basa en la acumulaci¨®n de dolencias hist¨®ricas y, desde la independencia hasta el presente, en la sensaci¨®n y el convencimiento de los norte?os de haber sido marginados y olvidados por el Estado.
"En Marruecos no se nos, quiere, se nos relega y se nos ha relegado, y ahora encima se nos reprime cuando ya no tenemos medios de vida" dec¨ªan ayer al corresponsal de este peri¨®dico algunos norte?os.
Hoy, lunes, ser¨¢ juzgado en Rabat el dirigente integrista Abdessalam Yassine, de Sale, y aunque su detenci¨®n no est¨¢ relacionada con los actuales disturbios, corre el riesgo, por la oportunidad escogida por los jueces para llevar a cabo el juicio, de complicar las relaciones del Estado con los medios integristas.
Quiz¨¢ para responder de una manera subliminal a las cr¨ªticas que en estos d¨ªas han formulado los manifestantes contra los dispendios reales, entre ellos la ampliaci¨®n del palacio de Casablanca para la cumbre isl¨¢mica, el diario Le Matin publicaba ayer en primera plana una informaci¨®n de la agencia Associated Press seg¨²n la cual todos los gastos efectuados para la cuarta cumbre isl¨¢mica han corrido por cuenta de Arabia Saud¨ª.
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