Michel Jobert: "Sin la cultura espa?ola espa?ola y la portuguesa s¨®lo cabr¨ªa una Europa enferma"
Michel Jobert, 62 a?os, fue ministro de Asuntos Exteriores de Georges Pompidou, pero form¨® antes -de 1951 a 1960- en diversos gabinetes ministeriales, entre ellos el de Pierre Mend¨¨s France, en 1954. En 1974 fund¨® el movimiento de los dem¨®cratas, y fue despu¨¦s ministro del Comercio Exterior, desde 1981 hasta marzo de 1983, a?o en que present¨® su dimisi¨®n a Fran?ois Mitterrand. Escritor de ¨¦xito, con m¨¢s de 300.000 ejemplares vendidos de sus Memoires de l'avenir, Jobert, el hombre que m¨¢s duramente se enfrent¨® a Henry Kissinger, es una pluma acerada y un personaje inclasificable.
Pregunta. Usted ha sido ministro de Asuntos Exteriores con el presidente Pompidou y ministro de Comercio Exterior con el presidente Mitterr¨¢nd. Ha vivido en primera l¨ªnea esas dos experiencias. ?Cu¨¢l es su impresi¨®n del cambio en Francia?Respuesta. El cambio se ha producido dentro de las instituciones de la V Rep¨²blica, por tanto, no es un cambio. muy considerable. Para m¨ª, esto es fundamental. Pompidou sab¨ªa d¨®nde iba porque hab¨ªa sido colaborador del general De Gaulle, porque hab¨ªa sido primer ministro, y pas¨® casi sin transici¨®n a presidente de la Rep¨²blica. Mitterrand ha pasado de un largo per¨ªodo de oposici¨®n a la presidencia de la Rep¨²blica. Por consiguiente, cualesquiera que hubieran sido las certidumbres que se hab¨ªa forjado en la oposici¨®n, ha debido verificarlas frente a los hechos.
P. Francia tiene la llave de algunos asuntos fundamentales para Espa?a. Su colaboraci¨®n es vital para combatir con ¨¦xito el terrorismo y para llevar adelante la in corporaci¨®n a la Comunidad Europea. Espa?a no tiene la llave de ning¨²n asunto importante para Francia. ?C¨®mo ve usted el caso espa?ol en Francia?
R. Mi an¨¢lisis es un poco diferente del que contiene la pregunta. Espa?a tiene una importancia muy considerable para Francia. Esa importancia se deriva de la idea espa?ola de su propia independencia, de su propio valor como colectividad, de su historia y de su lengua. Respecto a la Comunidad Europea, si Francia tiene un m¨ªnimo de conciencia, no puede imaginar la construcci¨®n de Europa sin Espa?a y Portugal, porque sin la cultura espa?ola y la portuguesa s¨®lo cabr¨ªa una Europa enferma. Es una evidencia. No habr¨¢ Europa sin Espa?a y Portugal. Europa s¨®lo tiene existencia a partir de la noci¨®n de libertad. Espa?a no ha prejuzgado la actitud que va a adoptar en tomo a su propia libertad, y se ha abstenido de seguir el funesto consejo que le fue dado en 1980 por Francia; por esto es importante su incorporaci¨®n.
P. ?Cu¨¢l es ese funesto consejo franc¨¦s?
R. El presidente Mitterrand y otras figuras destacadas de la vida pol¨ªtica francesa dieron p¨²blicamente ¨¢nimos a Espa?a para que se adhiriera a la OTAN. El ingreso en la Comunidad de una Espa?a que se declara europea y que tiene pendiente una elecci¨®n respecto a su estrategia mundial constitu¨ªa para nosotros los franceses un apoyo considerable. Y, sin embargo, he aqu¨ª que Francia aconsej¨® a Espa?a refugiarse en el, an¨®nimo organizado por una de las superpotencias. Este criterio ha sido abandonado por el Gobierno franc¨¦s. La elecci¨®n en materia estrat¨¦gica es una elecci¨®n deteminante. Si Espa?a elige su alineamiento incondicional con un sistema que no es Europa, la mi corporaci¨®n espa?ola ser¨¢ un nuevo deterioro a la idea que algunos nos hacemos de Europa y de su libertad. Si, por el contrario, Espa?a se incorpora como un nuevo elemento de independencia, entonces pienso que esa incorporaci¨®n debe, ser saludada como un cierto despertar de Europa a su propia libertad.
P. ?Cree usted que Espa?a tiene la oportunidad de jugar ese papel? ?Piensa usted que se va a tolerar a Espa?a una opci¨®n aut¨®noma en el ¨¢rea estrat¨¦gica?
R. Lo importante para las naciones es su actitud con relaci¨®n a los hechos. Lo importante es saber si los europeos quieren ser m¨¢s independientes cada vez. La fragilidad de la reciente democracia espa?ola puede aconsejar a sus dirigentes un proceder prudente, a condici¨®n de que no renuncien a ser m¨¢s libres el, martes que el lunes. Desear¨ªa que Espa?a entrase en- la CEE con su actual estatuto estrat¨¦gico, sin haber llegado a un pronunciamiento definitivo sobre la cuesti¨®n OTAN.
Es cierto que algunos pa¨ªses europeos han encontrado c¨®moda su pertenencia a la Alianza Atl¨¢ntica y se han dejado manipular dentro del sistema OTAN. Fueron los europeos quienes reclamar ron la Alianza Atl¨¢ntica a los americanos. Es necesario reconocerlo. Muchos pa¨ªses europeos han cre¨ªdo firmemente que estaban bajo la protecci¨®n norteamericana en toda circunstancia, pero es evidente que ya no lo est¨¢n, aunque no han querido reconocerlo. Actualmente todos saben que no se puede pedir a los norteamericanos que protejan Europa como protegen su propio territono. Ahora la libertad de Europa requiere que ponga a contribuci¨®n sus propios esfuerzos.
El ¨²nico elemento s¨®lido de la defensa de Europa es la force de frappe at¨®mica francesa. Si pudi¨¦ramos tener junto a nosotros, a nuestro lado, una Espa?a que tiene su propia. noci¨®n de independencia, nos sentir¨ªamos confortados.
P. ?Cu¨¢l es su punto de vista sobre el despliegue de los euromisiles?
R. Desde septiembre asistirnos a la creaci¨®n de una psicosis p¨²blica para hacer creer a la poblaci¨®n en la inminencia de una guerra at¨®mica. Nunca me ha parecido veros¨ªmil. Mi convicci¨®n es que no puede producirse porque toda la estrategia sovi¨¦tica y toda la estrategia norteamericana est¨¢n montadas para evitar un conflicto de esa naturaleza.
Esto me lleva a relativizar el inter¨¦s de las conversaciones de Ginebra. No creo que sea el fin del mundo su interrupci¨®n. Los rusos y los americanos est¨¢n siempre dialogando. Se hablan aunque no se vean. Los rusos y los americanos no tienen necesidad de intermediarios para arreglar sus asuntos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.