El d¨ªa m¨¢s largo de la m¨²sica

"Rockeros: el que no est¨¦ colocado, que se coloque y al loro". El consejo del alcalde de Madrid, Enrique Tierno, fue seguido durante toda la jornada de ayer por los cientos de j¨®venes que abarrotaron el Palacio de los Deportes de Madrid donde a las doce del mediod¨ªa dio comienzo la gran fiesta de 24 Horas de M¨²sica y Radio organizada por el programa Tiempo de Universidad de Radio Nacional de Espa?a-Radio 3.Sobre la 01.10 horas de hoy hubo algunos incidentes, al intentar acceder al recinto numerosos j¨®venes. La polic¨ªa lo impidi¨® porque el local estaba repleto, y s¨®lo era admitida la entrada de un grupo cuando sal¨ªa otro de tama?o similar. Esas precauciones fueron mal acogidas por j¨®venes que esperaban presenciar las actuaciones, algunos de los cuales quisieron entrar por la fuerza. La polic¨ªa arroj¨® varias veces botes de humo y dispers¨® a los alborotadores.

El gran espect¨¢culo iniciado ayer termina al mediod¨ªa de hoy, y se podr¨¢n presenciar las actuaciones de Juanma el Terrible, Inkilinos, Cr¨¢neo, Barricada, Raquel, Palmera, Stress, Teddy Bautista y Teclados Fritos.

Eran las 12 en punto de la ma?ana cuando el p¨²blico asistente dio la bienvenida a los primeros actuantes de la marat¨®n musical. A los compases alegres, ligeramente nost¨¢lgicos, y con toques cr¨ªticos de la Orquesta Pira?a, se inici¨® el festival. Cantaron a la bicicleta y se soltaron el pelo sobre la OTAN, y el p¨²blico bail¨® desde un mambo a un pasodoble. A partir de ese momento, con regularidad matem¨¢tica, fueron subiendo al escenario Joan Isaac, Javier Ruibal, Nacho Bravo y Ra¨²l Alcover, y despu¨¦s Jos¨¦ Antonio Labordeta, que trajo hasta el escenario madrile?o los aires aragoneses. Sigui¨® Pablo Guerrero, en plena madurez, Hato de Foces, haciendo folklore de Huesca, y los corrosivos Puturr¨² de Fua.

Celesta inici¨® la parte dedicada al jazz, ante un p¨²blico que intentaba paliar con un bocadillo y una cerveza el hambre acumulado a esa hora de las 15.30. Y luego Arco Iris, el guitarrista de jazz Carlos No¨¦, que se enfrent¨® solo con su guitarra a un Palacio de los Deportes todav¨ªa fr¨ªo. Im¨¢n Rodr¨ªguez hab¨ªa compartido con ¨¦l la media hora de actuaci¨®n.

El brasile?o Fernando Girao comenz¨® a calentar la tarde con una mezcla de rock, Jazz y temas casi samberos que fueron bien acogidos. Quiz¨¢s para celebrar el inicio de la fase rockera de la larga jornada musical, los asturianos Modas Clandestinas fueron acogidos por un desentonado canto de Asturias patria querida, al que faltaba algo de calor et¨ªlico. Y a partir de ese momento, ya con la noche encima, el p¨²blico se dispone a dar unos cuantos saltos a buen ritmo de rock, mezcl¨¢ndose con las torres de sonido, los cables de televisi¨®n, las columnas de focos y un deambulante p¨²blico de .edad jovenc¨ªsima, como corresponde a una fiesta estudiantil.

Un festival como ¨¦ste resiste dif¨ªcilmente una apreciaci¨®n cr¨ªtica. No se trata tanto de escuchar lo que van interpretando sobre el escenario como de vivir unas horas relajadas o alucinadas, depende del talante de cada cual, que incluyen la posibilidad de salir a tomar un caf¨¦ al bar de la esquina, comprar libros y posters en el hall, entretenerse hojeando una revista de comics mientras que suenan las guitarras el¨¦ctricas o darse un beso detr¨¢s de un bafle.