Crecen Ias esperanzas de hallar en Espa?a los diarios personales robados a Manuel Aza?a en 1936
El sobrino del pol¨ªtico, Enrique de Rivas, examina los documentos encontrados en Madrid
La esperanza de hallar en Espa?a los diarios del que fue presidente de la II Rep¨²blica, Manuel Aza?a que fueron robados en Ginebra (Suiza) a principios de la guerra civil espa?ola, crecen a partir del hallazgo en la Escuela Superior de Polic¨ªa de Madrid de unos documentos que pertenecieron al pol¨ªtico y escritor y a su cu?ado Cipriano Rivas Cherif. Esta es la opini¨®n de Enrique de Rivas Ib¨¢?ez, sobrino de Aza?a, que est¨¢ en la capital de Espa?a como heredero y apoderado de la viuda de Aza?a, para examinar los papeles encontrados en aquella sede policial y que fueron incautados a su familia en Francia en 1940.
Aunque Enrique de Rivas, de 52 a?os, escritor residente en Italia, no apunta ni a nombres ni a familia concreta en cuyo poder pudieran estar los diarios robados, s¨ª sugiere una hip¨®tesis que ¨¦l considera buen punto de partida para una investigaci¨®n y que se?alan como origen de los diarios robados al entorno del general Franco y ¨¦ste mismo.De Rivas cree que si ¨¦l respondiera hoy tajantemente a la pregunta de d¨®nde est¨¢n esos diarios robados se har¨ªa acreedor a "un premio nacional de investigaci¨®n policiaca que todav¨ªa no se ha creado". Cree el sobrino del que fue presidente de la Rep¨²blica que "despu¨¦s de ver el documento policial de entrega de los documentos hallados ahora al Gobierno del General Franco, en 1940" se reafirma la creencia de que los diarios robados formaron parte de un paquete m¨¢s amplio que alguna vez pudieron estar depositados, hace unos quince a?os, en el Archivo Hist¨®rico Militar, que depende del Ministerio de Defensa.
Cuando ¨¦l y su t¨ªa, Dolores Rivas Cherif, recibieron esa informaci¨®n, en 1978, hicieron una gesti¨®n cerca del entonces vicepresidente del Gobierno espa?ol, teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado, y ¨¦ste les hizo saber que tales diarios no figuraban en tal archivo. Pudieron haber estado all¨ª, recalca Enrique de Rivas, porque en el documento en el que ahora se certifica la entrega de lo que fue incautado a Cipriano Rivas Cherif en 1940 en su casa de Pyla-sur-Mer (Gironde, cerca de Burdeos, en Francia) se especifica que en el alijo figuran tambi¨¦n unas Memorias pol¨ªticas y de guerra de Manuel Aza?a. "?Ser¨ªan?", se preguntaba ayer el sobrino de Aza?a, "?los diarios robados, que correspond¨ªan a once meses comprendidos entre los a?os 1932 1933?"
Los legajos restantes
Al hilo de esa cuesti¨®n, Enrique de Rivas Cherif se?ala que en el documento policial de entrega se especifica el destino de algunas de las cosas que ya no aparecen en lo hallado en la Escuela de Polic¨ªa: "Esos legajos restantes, seg¨²n se dice en esa nota oficial, fueron a parar al general Franco. Este dato habr¨ªa que tomarlo a beneficio de inventario, pero permite hacer algunas preguntas.A lo largo de los a?os se ha dicho que el que fue director de la Academia de la Historia, Jes¨²s Pab¨®n, sugiri¨® que ciertas Memorias de Aza?a estaban en poder de Franco. ?Se referir¨ªa a esos diarios? ?Estar¨ªa Franco tan encari?ado con esos diarios que rob¨® el vicec¨®nsul Antonio Espinosa del despacho de c¨®nsul de Espa?a que mi padre ten¨ªa en Ginebra en 1936? Por otra parte, me llama la atenci¨®n que nadie se haya preocupado en Espa?a por averiguar c¨®mo llegaron al peri¨®dico Abc de Sevilla parte de esos diarios robados, que fueron publicados por ese medio en 1937. ?C¨®mo llegaron esos diarios all¨ª? Adem¨¢s, ?c¨®mo obtuvo la Editora Nacional el material del libro de Arrar¨¢s sobre Aza?a, que public¨® en 1939, y en el que aparentemente volvi¨® a usar ese material robado? ?Qu¨¦ organismo oficial los transmiti¨®, en qu¨¦ archivo se guardaron, d¨®nde est¨¢n ahora?"
Sobre lo que debieran hacer la persona o familia en cuyo poder pudiera estar hoy ese documento hist¨®rico sobre la figura de Aza?a, Enrique de Rivas dice: "Si est¨¢ en manos de personas de una inteligencia y cultura que les haga considerar que eso que han guardado durante los largos a?os de la dictadura es algo de inter¨¦s p¨²blico, deb¨ªan entender que por el bien de la cultura han de devolverlo, porque su entrega podr¨ªa significar un nuevo paso en la reconciliaci¨®n nacional que ya se va haciendo para cerrar las heridas de la guerra".
Enrique de Rivas no ha tenido a¨²n tiempo de analizar los documentos hallados por la polic¨ªa en Madrid, pero se?ala su "gran emoci¨®n ante el cumplimiento de lo que parec¨ªa un sue?o: reencontrar lo que le fue incautado a mi padre".
Sobre el destino que ha de darse a los archivos, conf¨ªa en que se llegue pronto a una catalogaci¨®n suficiente de los archivos, entre los cuales ¨¦l sabe que hay un manuscrito que se cre¨ªa perdido de su padre (El teatro del siglo, de 1932, que fue premio nacional) y al menos una novela, galdosiana de Aza?a de la que su padre hablaba en su libro Retrato de un desconocido, sobre el presidente de la II Rep¨²blica.
Al Ministerio de Cultura
Por otra parte, ayer se supo que ser¨¢ el Ministerio de Cultura el que dentro de diez o quince d¨ªas reciba para su catalogaci¨®n definitiva los documentos hallados en Madrid. No habr¨¢ comisi¨®n tripartita alguna que los examine, sino que ser¨¢ el Archivo Hist¨®rico Nacional el que se ocupe de ellos. En este momento, los documentos ya est¨¢n fuera del alcance de p¨²blico e investigadores en el Ministerio del Interior, cuyo servicio de archivos procede a una primera cala en sus contenidos para hacer el traspaso preceptivo al otro departamento citado, seg¨²n hab¨ªan reclamado oficialmente archiveros del Estado en una reciente nota p¨²blica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.