Asesinado en Algorta un industrial que hab¨ªa abandonado ETA Militar
Viene de la primera p¨¢gina
Miguel Francisco Sol¨¢un Angulo, de 39 a?os, casado y con dos hijos, ingeniero industrial y constructor de profesi¨®n, detenido en noviembre de 1981 por actividades relacionadas con ETA Militar, indultado hace m¨¢s de un a?o por decisi¨®n del Consejo de Ministros, fue asesinado ayer en Algorta (Vizcaya), en presencia de su mujer y sus dos hijas, cuando se encontraba en el interior del establecimiento de degustaci¨®n de caf¨¦ Haizea.La v¨ªctima, cuya puesta en libertad fue gestionada por el diputado de Euskadiko Ezkerra Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, hab¨ªa manifestado recientemente al abogado de ese mismo partido Juan Infante que, tras su salida de la c¨¢rcel, se sent¨ªa amenazado.
A falta de una reivindicaci¨®n, y sin descartar ninguna otra hip¨®tesis, las sospechas apuntan preferentemente a ETA Militar, organizaci¨®n que responsabilizaba al fallecido de haber informado a la polic¨ªa del atentado que los milis preparaban contra viviendas de una casa cuartel en Guetxo, informa desde Bilbao Jos¨¦ Luis Barber¨ªa.
Pasa a la p¨¢gina 15
Dos j¨®venes causaron la muerte al industrial que hab¨ªa abandonado ETA dispar¨¢ndole un tiro delante de su familia
El asesinato del industrial Miguel Francisco Solaun se produjo a las 14.25 horas de ayer, en un momento en el que se encontraba, acompa?ado de su mujer y sus dos hijas en el interior de un establecimiento de degustaci¨®n de caf¨¦.Dos individuos muy j¨®venes, que hab¨ªan penetrado en el establecimiento unos minutos antes, se dirigieron hacia los servicios de la cafeter¨ªa y, a la salida, uno de ellos dispar¨® por la espalda y a bocajarro un tiro a Miguel Francisco Solaun. Con el cr¨¢neo atravesado por un balazo, la v¨ªctima cay¨® en redondo del taburete que ocupaba junto a la barra, mientras sus asesinos, que no aparentaban m¨¢s de 18 a?os, hu¨ªan pistola en mano, perseguidos a cierta distancia por un joven testigo, que no logr¨® darles alcance. Herido de muerte, Miguel Francisco Solaun fue trasladado en ambulancia al hospital de Cruces, donde ingres¨® cad¨¢ver. Varias personas, que se encontraban en el interior de la cafeter¨ªa en el momento del atentado, manifestaron que los autores, uno de los cuales vest¨ªa un llamativo jersei amarillo, permanecieron sentados en la barra, observando fijamente a su v¨ªctima y a su familia durante m¨¢s de cinco minutos, antes de agotar sus consumiciones y decidirse a actuar. La polic¨ªa ha encontrado en el lugar un ¨²nico casquillo de bala 9 mm Parabellum, marca FN.
El ingeniero asesinado fue detenido por primera vez en 1969, y en diciembre de ese a?o logr¨® fugarse de la c¨¢rcel de Basauri, junto con otros activistas de ETA. Permaneci¨® exiliado en Francia hasta ser amnistiado en 1976. Los amigos sostienen que desde su regreso al Pa¨ªs Vasco se mantuvo siempre apartado de ETA y dedicado por entero a la empresa de construcciones en la que ejerc¨ªa un puesto directivo.
En 1981 finaliz¨® la construcci¨®n de un grupo de viviendas en Algorta, que posteriormente fueron vendidas al Estado, al parecer, a causa de las dificultades econ¨®micas por las que atravesaba la empresa Aldarriaga, Sociedad An¨®nima. Las viviendas fueron incorporadas a un proyecto de construcci¨®n de una casa cuartel, lo que provoc¨® las protestas de parte de la poblaci¨®n de esa localidad, que consideraba, entre otras razones, que dicho proyecto vulneraba la normativa urban¨ªstica. legal.
El 13 de marzo de ese mismo a?o, ETA Militar hizo estallar un peque?o artefacto colocado en el cuartel, ocasionando leves destrozos y ninguna v¨ªctima. En noviembre, Miguel Francisco Solaun fue detenido bajo la acusaci¨®n de haber facilitado a ETA Militar las llaves del desv¨¢n de la casa cuartel de la Guardia Civil, en el que ese grupo terrorista hab¨ªa colocado una carga de 50 kilos de Goma 2, dispuesta para ser estallada a distancia.
Una carta reveladora
La voladura de la casa cuartel, que iba a ser inaugurada en fechas posteriores con la presencia del ministro del Interior y de los primeros mandos de la Guardia Civil, fue abortada a ra¨ªz de la detenci¨®n del comando que coloc¨® los explosivos.
Una carta escrita en 1981 por Miguel Francisco Solaun, y de ,cuya existencia daba ayer cuenta la agencia Efe, aporta nuevos datos sobre los posibles m¨®viles del asesinato. Seg¨²n dicha agencia, Solaun relata en su escrito, dirigido a un amigo, teniente de la Guardia Civil, c¨®mo se ve obligado a colocar el artefacto en las viviendas, pero no lo conecta con el correspondiente transformador el¨¦ctrico, que en su d¨ªa ser¨ªa activado, por lo que esta bomba nunca har¨ªa explosi¨®n.
"La cruda realidad", cuenta Solaun en su carta al amigo de la Guardia Civil, "es que si hice aquello fue protegiendo los intereses y la seguridad vuestra. Fui conminado por ETA a colaborar y prestar toda la ayuda que m pidieron y me exigieron, so pena de aparecer como un traidor ante ellos y correr la suerte que tuvieron mis amigos". A continuaci¨®n el ingeniero cuenta como el miedo le oblig¨® a participar en la colocaci¨®n del explosivo en la casa cuartel de la Guardia Civil, aunque, seg¨²n precisa, no lo conect¨®. "No lo hice porque no soy un asesino", a?ade. "Afortunadamente, contin¨²a diciendo la carta, solo yo he salido da?ado" y "entre la elecci¨®n de pasar el resto de mi vida huyendo de ETA o esperar un milagro, creo que ¨¦sta ha sido la soluci¨®n ideal", explica refiri¨¦ndose a su detenci¨®n.
Durante su estancia en la prisi¨®n de Nanclares de la Oca, Miguel Solaun sigui¨® de cerca las negociaciones establecidas entre Euskadiko Ezkerra y el Gobierno para la excarcelaci¨®n de polimilis de la VII Asamblea, y aunque no form¨® parte de esas listas, al haber sido detenido como miembro de ETA Militar, acept¨® la mediaci¨®n de Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s y obtuvo, hace m¨¢s de un a?o, el, indulto que le permiti¨® recuperar la libertad.
Por otra parte, altos responsables del PNV reconocieron ayer la larga mano de la venganza de ETA Militar como responsable de la muerte del constructor Miguel Solaun, asesinado ayer tarde en las cercan¨ªas de Bilbao.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.