Bar¨®n Rojo, la llamada del ''jivi'

Por segunda vez consecutiva en pocos d¨ªas, el Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid se llen¨® de j¨®venes al reclamo ceremonial del rock duro. Primero fueron Judas Priest, unos veteranos ingleses; y el viernes y el s¨¢bado, otros veteranos, pero en este caso espa?oles, Bar¨®n Rojo, concitaron el entusiasmo de casi 5.000 personas que cantaron, saltaron, gritaron y contribuyeron a la grabaci¨®n de su pr¨®ximo doble ¨¢lbum.El rock duro es un fen¨®meno de indudable atractivo en nuestro pa¨ªs, el suficiente como para reunir multitudes cuando pocos espect¨¢culos de otros estilos las re¨²nen. Un fen¨®meno musical que a partir de una rudimentaria evoluci¨®n del rock and roll por el camino de la acumulaci¨®n de simplicidad y volumen intenta transmitir un mensaje de evidente buena voluntad, pero cargado de ambig¨¹edad y una cierta inocencia.

Dentro de todo ello, Bar¨®n Rojo ocupan un lugar destacado, tanto por su veteran¨ªa como por su buen hacer profesional, que se destaca en temas s¨®lidamente construidos que suenan como un bloque compacto de sonido -aunque a veces sorprendan algunos solos guitarr¨ªsticos de los hermanos Castro, uno y otro los hacen cuya mayor virtud es la espectacular fuerza de pegada, el impacto inmediato sobre un p¨²blico predispuesto a ello, y cuyo handicap m¨¢s evidente es la dificultad para seguir unos textos interesantes, ligeramente divertidos en su agresiva seriedad.

La incomunicaci¨®n, la opresi¨®n asfixiante de la ciudad, la naturaleza, la guerra, la dominaci¨®n son temas que corren por las canciones de Bar¨®n Rojo. Temas que llaman a la liberaci¨®n desde una estructura musical sumamente opresiva en s¨ª misma, cerrada, sin perspectivas de salida. La comunicaci¨®n con el p¨²blico se establece desde el alto volumen, los ritmos insistentes y machacones, la imagen de fuerza, la llamada a una hermandad que se plantea como una alternativa de vida.

Bar¨®n Rojo son eficaces, su m¨²sica destaca por encima de otros grupos de rock duro espa?oles y tiene poco que envidiar a los extranjeros. El concierto fue espectacular, bien medido y realizado, aunque con algunos desafines iniciales y una buena dosis de monoton¨ªa que el p¨²blico no s¨®lo no rechaz¨® sino que recibi¨® de manera entusiasta.