Celia G¨¢mez regresa a Espa?a, tras siete a?os de ausencia, para escribir sus memorias
Una pregunta -?cu¨¢ntos a?os tendr¨¢?- y un vaho de densa admiraci¨®n flotaban ayer en Barajas cuando lleg¨® de Buenos Aires la veteran¨ªsima Celia G¨¢mez, a las 7.40 horas, en lo que supone su regreso a Espa?a tras una ausencia de siete a?os. "Los mitos no tienen edad", coment¨® un admirador, mientras el director de la revista del coraz¨®n que la ha tra¨ªdo para que escriba sus memorias le entregaba un ramo de orqu¨ªdeas, disculp¨¢ndose: "No hab¨ªa nardos, Celia". "No importa, como si lo fueran", dijo la mujer que en 1931, en el teatro Pav¨®n de Madrid, estren¨® Las Leandras y populariz¨® para siempre temas como Pichi y Los nardos.
Con sombrero de fieltro marr¨®n envuelta en un abrigo de vis¨®n del mismo color, y luciendo debajo un conjunto de pantal¨®n y chaqueta algo camperos, Celia G¨¢mez se enfrent¨® a la admiraci¨®n de sus seguidores y pos¨® con coqueter¨ªa para los fot¨®grafos. Cuando le preguntaron qu¨¦ sent¨ªa al volver a pisar tierra espa?ola -aunque nacida en Argentina, dispone de la doble nacionalidad desde que se la concedi¨® Alfonso XIII, a quien le encantaba o¨ªrla cantar tangos-, no pronunci¨® palabra: simplemente se llev¨® la mano al coraz¨®n.La verdad es que esta vuelta, tantas veces anunciada, ha estado rodeada siempre por un surtido de promesas: que si cantar¨¢ y bailar¨¢ de nuevo en una revista especial, que si actuar¨¢ en Televisi¨®n en una antolog¨ªa de la revista, que si van a erigirle un monumento. Y lo de las memorias, claro: "De momento, no tengo otro proyecto que recuperar las memorias de esos 43 a?os pasados en Espa?a, que son los mismos que he vivido para la escena. De todo lo dem¨¢s no hay nada".
Tambi¨¦n desminti¨® que, en su momento, abandonara nuestro pa¨ªs porque se negaron a dedicarle una estatua: "Me fui por mis dos hermanas, que estaban muy enfermas, en Buenos Aires. Ahora, ellas han muerto".
Va a estar, durante su visita a Madrid, muy protegida por la cohorte de personas pertenecientes a la revista que la ha tra¨ªdo, y que se muestran muy celosas de las confidencias que Celia G¨¢mez pueda hacer. "Imagine, Celia es historia, historia de este pa¨ªs. La Rep¨²blica, la guerra, la posguerra... Ya en el a?o 25 sal¨ªa fotografiada en Abc cantando tangos con Carlitos Gardel, que entonces era un ni?o, ?y estren¨® Las Leandras el a?o de la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica.
"Dos misterios
La cantidad de dinero por la que Celia G¨¢mez contar¨¢ su vida permanece en el misterio, lo mismo que su edad. "Pero lo que usted sabe debe de valer mucho", le digo. "Supongo que s¨ª", sonr¨ªe con picard¨ªa, esa picard¨ªa que utiliza por igual para dirigirse a hombres y mujeres. Y al periodista impetuoso que le pregunta: "?Cu¨¢ntos a?os tiene usted?", le contempla con iron¨ªa y replica: "Hoy hace muy buen tiempo".?Qu¨¦ va a contar en sus memorias? "Tengo algunas verdades que decir, pero yo no quiero tirar ninguna m¨¢scara, porque no es mi estilo ni acostumbro a hacerlo. Y escandalosas tampoco lo van a ser. Porque yo no he tenido esc¨¢ndalos. De m¨ª se han dicho muchas cosas que no eran verdad, y yo voy a decir la verdad. Por ejemplo, que me han adjudicado muchos amores, y han sido menos, no han llegado a tres o cuatro. As¨ª y todo, estoy contenta, porque en la vida no se puede triunfar en todo, y yo triunf¨¦ como artista, como ustedes los periodistas ya saben".
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