Presunto miembro de un comando de ETA Militar, muerto en Baracaldo en un violento enfrentamiento con la polic¨ªa
Un estudiante de 20 a?os, presunto miembro de ETA Militar, result¨® muerto, y otros dos j¨®venes que le acompa?aban fueron heridos de gravedad, en el interior de la vivienda que ocupaban en el barrio baracald¨¦s de Cruces, en una espectacular operaci¨®n Policial registrada a las cinco de la madrugada de ayer y en la que intervinieron miembros de los Grupos Especiales Operativos de la Polic¨ªa Nacional (GEO) junto con funcionarios del Cuerpo Superior de Polic¨ªa y de la Polic¨ªa Nacional. Otras dos personas que ocupaban la vivienda -un polic¨ªa municipal de Baracaldo y un administrativo- fueron detenidas en el interior de la casa. La polic¨ªa considera que los cinco ocupantes del domicilio integraban un comando de ETA militar del que "se sospecha su participaci¨®n en el asesinato, el pasado d¨ªa 6, del ingeniero y antiguo miembro de ETA Mikel Solaun Angulo".
El joven fallecido ayer, I?aki Ojeda Mart¨ªn, y los dos heridos, Juan Manuel Gonz¨¢lez Merino y Juan Manuel Piriz L¨®pez, abandonaron hace unos meses la prisi¨®n, tras haber permanecido en ella desde su detenci¨®n, en junio de 1981, condenados a seis meses de c¨¢rcel por haber participado en el secuestro del entonces secretario general del Partido Comunista de Euskadi, Roberto Lertxundi, ocurrido en mayo de 1981.La operaci¨®n policial se inici¨®, seg¨²n versiones de los vecinos, antes de las cuatro de la madrugada. Un numeroso grupo de polic¨ªas -"cerca de 200", en opini¨®n de un vecino-, protegidos por chalecos antibalas y fuertemente armados, tomaron posiciones en torno a dos de los cuatro bloques paralelos, de cinco pisos cada uno, que componen la barriada de Andiko Llano, en las inmediaciones de la residencia sanitaria de Cruces.
Provistos de un mandamiento de registro y de la fotograf¨ªa de tres personas, miembros de los GEO, acompa?ados por otros polic¨ªas, recorrieron primeramente las viviendas del inmueble que lleva el n¨²mero 76. El registro no dio resultado. Un vecino del piso tercero -que, seg¨²n indicaci¨®n de un ni?o de la vecindad, "es muy sorda"- no oy¨® los timbrazos y su puerta fue derribada.
A continuaci¨®n, los agentes comenzaron a registrar las viviendas del portal que lleva el n¨²mero 80. Para entonces, casi todos los vecinos hab¨ªan sido despertados por el despliegue y ruidos inusuales. Las personas que se asomaban a las ventanas eran conminadas por los polic¨ªas que vigilaban desde la calle a volver al interior de sus viviendas. Varios focos dirigidos hacia la fachada del edificio contribu¨ªan a dar, seg¨²n las versiones recogidas en el barrio, mayor dramatismo al escenario.
Orden de registro
El registro se inici¨® por la planta superior, en sentido descendente, con toda la escalera llena de geos y polic¨ªas protegidos con chalecos antibalas. Tras inspeccionar el piso quinto, los agentes que llevaban la orden de registro y las fatograf¨ªas de los tres j¨®venes buscados llamaron a las dos puertas del piso cuarto. En la vivienda del lado derecho habita una se?ora cuyas iniciales son J. I. En la del otro lado, en cuyo buz¨®n figuran los nombres de sus anteriores ocupantes, Francisco Anguita y Ana Mar¨ªa L¨®pez, se encontraban I?aki Ojeda y sus cuatro acompa?antes.
"Vi como una docena de polic¨ªas, unos de paisano y otros de uniforme, situados en la escalera arriba y abajo, y otros m¨¢s en el rellano", relat¨® J. I. "Me mostraron las fotos de tres chicos a los que no conoc¨ªa. Tambi¨¦n ten¨ªan una orden de registro. Vi que la puerta de enfrente estaba abierta y o¨ª algunos gritos. Luego escuch¨¦ varias r¨¢fagas de metralleta, y el polic¨ªa que me preguntaba me mand¨® que me metiera al piso y me cerrara. Luego vi que sacaban a tres chavales heridos y llenos de sangre y los colocaban en el rellano. Poco despu¨¦s, los fueron, bajando, uno a uno, cogidos de los pies y manos".
Seg¨²n fuentes policiales, uno de los agentes recibi¨® un disparo en el pecho, pero no result¨® herido porque le protegi¨® el chaleco antibalas.
J. I. manifest¨® a este peri¨®dico que, antes de que la polic¨ªa precintara el pisa ella entr¨® en ¨¦l "para firmar el papel del registro". "Se notaba", declar¨®, "que hab¨ªan revisado todo el piso. La puerta de una de las habitaciones estaba totalmente agujereada, y dentro hab¨ªa muchos agujeros de bala en las paredes y mucha sangre. Daba toda la impresi¨®n de que los chicos se hab¨ªan encerrado en esa habitaci¨®n".
Por su parte, la vecina del piso quinto recuerda haber o¨ªdo tocar el timbre reiteradamente en el cuarto izquierda antes de que la puerta fuera abierta. Tambi¨¦n recuerda haber o¨ªdo voces, que le parecieron de discusi¨®n, entre quien finalmente abri¨® la puerta y los polic¨ªas. "Poco despu¨¦s sonaron varias r¨¢fagas, como de metralleta". De las versiones de ambas se?oras parece deducirse que la puerta fue: abierta voluntariamente desde el interior de la vivienda, seguramente por una de las dos personas que fueron detenidas, mientras que las otras cuatro se encerraban en la habitaci¨®n en la que se produjeron los disparos. Ninguno de los vecinos recuerda haber escuchado tiros de pistola.
Versi¨®n policial
En los rellanos de los pisos cuarto y primero, y en el portal, pod¨ªan apreciarse ayer grandes manchas, regueros de sangre.
La nota oficial facilitada por la jefatura de polic¨ªa de Bilbao se limita a indicar que, "cuando efectivos de esta jefatura y miembros de los GEO se dispon¨ªan a efectuar un registro, fueron tiroteados desde el interior de la vivienda, respondiendo a la agresi¨®n ( ... ). Se ocuparon tres pistolas Browning de 9 mil¨ªmetros Parabellum, con seis cargadores, as¨ª como notas manuscritas de. inter¨¦s policial".
El fallecido hab¨ªa cumplido 20 a?os el pasado mes de mayo. Ten¨ªa 17 cuando particip¨®, presuntamente, el 3 de abril de 1981, en el secuestro de Lertxundi, reivindicado por un autodenominado comando Berezi (independiente) de apoyo a ETA Militar. La acci¨®n fue realizada con medios muy artesanales -una pistola simulada y un hacha-, y el secuestrado pudo liberarse por sus propios medios y alejarse del chal¨¦ abandonado al que fue conducido. Todos los componentes del citado comando, el mayor de los cuales contaba entonces 20 a?os de edad, eran amigos y vecinos de las localidades de Portugalete y Santurce, y todos ellos fueron detenidos dos meses despu¨¦s. ETA, por su parte, neg¨® cualquier vinculaci¨®n con el pretendido "comando de apoyo".
Condenados a seis meses
Por aquellas fechas, la polic¨ªa acus¨® a los componentes de dicho comando de haber participado tambi¨¦n en 11 incendios de oficinas e instalaciones de Iberduero, en el cobro del impuesto revolucionario -tras intimidaci¨®n a varios empresarios- y de haber protagonizado un robo en una armer¨ªa de Las Arenas. En ef4uicio celebrado ante la Audiencia Nacional en noviembre de 1982, Lertxundi manifest¨® no poder precisar si las dos personas que hab¨ªa reconocido en la rueda de presos celebrada un a?o antes eran las mismas que se sentaban en el banquillo. Los juzgados fueron condenados a seis meses de c¨¢rcel.
La nota oficial difundida ayer considera a los cinco ocupantes de la vivienda en que se produjo el tiroteo como integrantes de "un comando legal armado de ETA Militar, sospechando hayan participado en el asesinato del ingeniero de Algorta Mikel Solaun, acaecido el 6 de los corrientes".
Los dos heridos graves fueron conducidos a la residencia sanitaria de Cruces. Juan Manuel Gonz¨¢lez Merino -domiciliado en Santurce, estudiante, de 21 a?os sufre "shock traum¨¢tico e hipovol¨¦mico en hemit¨®rax izquierdo, presenta varias heridas por arma de fuego en tronco y extremidades; pron¨®stico: muy grave". Juan Manuel Pir¨ªz -de Santurce y vecino de Portugalete, de 22 a?os, electricista- presenta "shock traum¨¢tico e hipovol¨¦mico (disminuci¨®n del nivel de sangre). Herida por arma de fuego en hemit¨¦rax derecho, con neumot¨®rax. Perforaci¨®n de asas intestinales y est¨®mago, con afectaci¨®n hep¨¢tica. Heridas por arma de fuego en ambas extremidades, con fractura de f¨¦mur izquierdo. Pron¨®stico: muy grave".
Por otra parte, a las 6.15 horas ingresaron en el hospital de Basurto -lo que hace suponer que fueron conducidos a dicho centro desde la Jefatura Superior de Polic¨ªa- los otros dos detenidos. Se trata de Josu Olabarr¨ªa Santurt¨²n, de 26 a?os, polic¨ªa municipal de Baracaldo que presenta -seg¨²n parte m¨¦dico oficial- "politraumatismo, con sospecha de malos tratos" y de Francisco Javier Rubio, administrativo, de 32 a?os, que presenta "politraumatismo y fracturas varias, con sospecha de malos tratos".
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