Qu¨¦ fue de los 90.000 puestos de trabajo del programa de Pujol

El cierre de las oficinas de lucha contra el paro, que tanta pol¨¦mica ha creado esta semana en Catalu?a, es un episodio importante, pero s¨®lo eso, de los continuos tropiezos -o fracasos- con que se ha encontrado la lucha contra el paro emprendida por el Gobierno Pujol en sus casi cuatro a?os al frente de la Generalitat. La proximidad de las elecciones auton¨®micas -a?ade un elemento de crispaci¨®n electoral a un debate sociopol¨ªtico ya de por s¨ª grave, cuando simult¨¢neamente se pone en cuesti¨®n el compromiso electoral del PSOE de crear 800.000 empleos y se critica su eventual incumplimiento.

Pocos se acuerdan ya que el Programa de Actuaci¨®n Econ¨®mica (PAE) del Gobierno Pujol aseveraba solemnemente que "el objetivo prioritario y a corto plazo del PAE es la lucha contra el desempleo". El propio Pujol resumi¨® el 5 de noviembre de 1980, en la presentaci¨®n parlamentaria del PAE: "En conjunto, lo expuesto quiere decir que obtendr¨ªamos la creaci¨®n de 54.000 nuevos puestos de trabajo..., 51.000 como m¨ªnimo y 38.800 -digamos 39.000 en n¨²meros redondos- en cuanto a mantenimiento o contenci¨®n". "Llegar¨ªamos por tanto", a?adi¨®, "a m¨¢s de 90.000 puestos de trabajo creados o salvados".No obstante, la esperanza del gabinete Pujol se hundi¨® con el fracaso de las sucesivas versiones del Fondo de Empleo, puntal de la pol¨ªtica de creaci¨®n de empleo dise?ada por la Generalitat. Patronal y sindicatos -principales agentes del plan- no se pusieron de acuerdo sobre el 1% que conjuntamente deb¨ªan aportar a este fondo. Los trabajadores se opusieron al plan, al considerar que se intentaba cargar la crisis sobre sus espaldas, mientras los empresarios ve¨ªan el proyecto como un incremento de la presi¨®n fiscal.

Las solidarias previsiones del conseller de Trabajo, Joan Rigol, para repartir el peso de la crisis, la reducci¨®n en un 50% de las horas extras y otros proyectos no se han cumplido, y no ha existido alternativa de recambio. La Generalitat ha sido incapaz de cumplir sus iniciales previsiones y Trabajo ha rebajado en la pr¨¢ctica sus ambiciones: ha creado directamente 5.070 empleos, todos ellos eventuales, dentro del plan especial 19831984, para los cuales se han destinado 2.500 millones de pesetas. Esta generaci¨®n de empleo se ha visto reducida, pese al tes¨®n y esfuerzos de Rigol, a una modesta aportaci¨®n, a imagen y semejanza de los fondos de empleo comunitario.

El empleo comunitario

El Departamento de Trabajo ha puesto en marcha, desde 1980, cuatro planes de empleo comunitario, que han sido confundidos repetidamente con los antiguos programas del Fondo de Empleo y con el plan especial Rigol 83-84. A este confusionismo ha contribuido el que todos los planes de empleo de la Generalitat se metieran en el mismo saco. Todos los programas, que han sido divididos en multitud de confusos esquemas similares, han tenido un objetivo com¨²n: dar trabajo temporal a los parados.Desde 1980 se han invertido 5.444 millones de pesetas en los cuatro planes de empleo comunitario y se ha dado trabajo a un total de 14.979 parados. El actual -y cuarto- plan, con un presupuesto de 1.800 millones, ha empleado a 4.000 personas. Su presupuesto se ha repartido entre los ayuntamientos de 31 comarcas, en donde los parados han sido contratados para la construcci¨®n y mejora de instalaciones municipales, limpieza de bosques o labores similares.

Todos los empleos otorgados bajo este esquema de empleo comunitario han sido eventuales. En los primeros planes, los puestos de trabajo se conced¨ªan por per¨ªodos de tres y seis meses, mientras que en el ¨²ltimo plan ocupacional se pretende que los contratados trabajen durante nueve meses, para poder as¨ª acogerse otros tres meses al subsidio de desempleo.

El ¨²ltimo de los esquemas de creaci¨®n de empleo de la Generalitat est¨¢ dedicado a los j¨®venes y engloba dos planes. En el primero, per¨ªodo 81-82, - se crearon 1200 puestos de trabajo con un presupuesto de 434 millones, mientras que este a?o se cuenta con 500 millones y se prev¨¦ la puesta en marcha de 1.000 empleos.

El Departamento de Trabajo abri¨®, a finales de 1983 y en medio de pol¨¦mica, las 37 oficinas de lucha contra el paro que a principios de marzo cerrar¨¢n sus puertas al p¨²blico. Las funciones de estas oficinas -despu¨¦s de la reestructuraci¨®n realizada por Rigol- son, seg¨²n UGT, "gemelas" a las de las oficinas de bienestar social. El conseller manifest¨® recientemente que las oficinas de contra el paro "organizar¨¢n un seguimiento personal y familiar de los contratados".