El ej¨¦rcito salvadore?o estudi¨® en enero el aplazamiento de las elecciones y un posible alto el fuego con la guerrilla

La c¨²pula militar salvadore?a intent¨® realizar en enero una maniobra pol¨ªtica para conseguir un alto el fuego a cambio de posponer las elecciones y formar un Gobierno provisional encabezado por el actual canciller, Fidel Ch¨¢vez. El propio jefe del Estado Mayor, coronel Adolfo Bland¨®n, present¨® esta propuesta ante la Guardia Nacional de Panam¨¢ con el prop¨®sito evidente de que llegara hasta Washington y hasta la guerrilla. El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, cort¨® de ra¨ªz la operaci¨®n durante su viaje a San Salvador, el 31 de enero. Las elecciones deb¨ªan celebrarse a cualquier precio.

Medios diplom¨¢ticos de la capital salvadore?a manejan la posibilidad de que el coronel Bland¨®n hubiera llegado, incluso, a reunirse con dirigentes de la izquierda para plantearles directamente este plan. As¨ª lo lleg¨® a afirmar un congresista norteamericano que se encontraba la pasada semana en San Salvador. Este extremo ha sido desmentido por diversas fuentes de la oposici¨®n, que no descartan la posibilidad de que toda la operaci¨®n haya sido urdida para lograr un mayor compromiso militar de Washington en la contienda.La reuni¨®n de los jefes de la Guardia Nacional paname?a con el coronel Bland¨®n, a quien acompa?aba un denominado capit¨¢n Hern¨¢ndez, que no ha sido plenamente identificado, tuvo lugar el pasado 20 de enero. Despu¨¦s de una comunicaci¨®n telef¨®nica en la que el ministro de Defensa, general Eugenio Vides, anunci¨® que enviaba dos emisarios suyos.

El jefe del Estado Mayor expuso en su conversaci¨®n con los militares paname?os que las elecciones constitu¨ªan un serio contratiempo en el esquema militar por tres razones: porque obligan a concentrar tropas en las ciudades a fin de proteger el proceso, lo que podr¨ªa originar un avance del Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional (FMLN); porque provocan divisiones en el interior de las fuerzas armadas, ya que todos los candidatos buscan apoyos militares y porque en ¨²ltima instancia van a causar frustraciones en el pueblo, por la imposibilidad de cumplir las promesas demag¨®gicas de la campa?a. Ante estas circunstancias exist¨ªa un consenso entre la oficialidad, dijo Bland¨®n, para aplazar las elecciones y formar un Gobierno provisional, que intentar¨ªa una maniobra de di¨¢logo con la guerrilla, a fin de acordar un alto el fuego. El militar salvadore?o dej¨® claro en todo momento que se trataba de una operaci¨®n t¨¢ctica para ganar tiempo, sin mostrarse dispuesto en ning¨²n momento a una negociaci¨®n seria.

En este punto, el capit¨¢n Hern¨¢ndez se mostr¨® disconforme, ya que en el tema del di¨¢logo con la oposici¨®n, manifest¨® que exist¨ªan oficiales dispuestos a alcanzar compromisos firmes y a cumplirlos.

En todo caso, el jefe del Estado Mayor anunci¨® que m¨¢s adelante Fidel Ch¨¢vez, canciller y dirigente dem¨®crata cristiano, ir¨ªa tambi¨¦n a Panam¨¢ como portador de una propuesta pol¨ªtica del Ej¨¦rcito. Esta visita se produjo tres d¨ªas despu¨¦s. El pol¨ªtico salvadore?o se mostr¨® sumamente esc¨¦ptico sobre la posibilidad de que las elecciones pudieran solucionar la grave crisis salvadore?a.

Dar ejemplo a Nicaragua

Manifest¨® que Washington plantea las elecciones salvadore?as como una alternativa a los comicios nicarag¨¹enses, a fin de mostrar el car¨¢cter plenamente democr¨¢tico del primer proceso y poner as¨ª en evidencia a los sandinistas. Fidel Ch¨¢vez expres¨® el temor de que pudiera ocurrir justamente al rev¨¦s.En ese momento dijo ser portavoz de una propuesta del Ej¨¦rcito salvadore?o, consistente en tres puntos: aplazamiento de las elecciones, aplicaci¨®n de un plan de reformas sociales y formaci¨®n de un Gobierno provisional para negociar un alto el fuego.

El viaje de Shultz a San Salvador cerr¨® este camino. En el curso de una cena celebrada en casa del canciller Ch¨¢vez Mena, a la que asistieron por parte salvadore?a el presidente, ?lvaro Magana; el ministro de Defensa, general Eugenio Vides, y el anfitri¨®n, se expusieron serias dudas sobre la conveniencia de celebrar elecciones en el actual momento. El jefe militar fue el principal ponente de esta posici¨®n. Shultz se opuso terminantemente a cualquier maniobra de aplazamiento, prometiendo a cambio toda la ayuda militar necesaria.

El secretario de Estado expres¨® que su Gobierno era neutral sobre el resultado de los comicios, pero no sobre su celebraci¨®n. Esto coincide con lo que el vicepresidente George Bush habr¨ªa manifestado a comienzos de diciembre en Buenos Aires: que las elecciones salvadore?as eran mucho m¨¢s importantes para Estados Unidos que para El Salvador.

Fuentes de la izquierda han restado importancia a esta operaci¨®n, desde el momento en que el alto mando militar la plante¨® desde el inicio como una maniobra t¨¢ctica, pero consideran revelador el que victorias del FMLN como la ocupaci¨®n del cuartel del Para¨ªso hayan provocado un debate interno de este alcance.