Sandino, un general de hombres libres
Para la Prensa norteamericana de la ¨¦poca, para los presidentes Calvin Coolidge y Herbert Hoover, Augusto C¨¦sar Sandino era s¨®lo -un bandido y asaltador de caminos. La historia latinoamericana le ha incorporado con pleno derecho a la -lista de sus h¨¦roes independentistas. Desde las monta?as de las Segovias combati¨® durante cinco a?os (1927-1932) a las tropas invasoras con un ej¨¦rcito vestido de harapos, mal alimentado, diezmado por la malaria, equipado con rifles viejos y machetes: Fiel a su lema, "No me vendo ni me rindo", este general de hombres libres s¨®lo firm¨® la paz cuando el ¨²ltimo de los ocupantes abandon¨® Nicaragua.Hijo natural de un hacendado de Nikuinohorno, Sandino empez¨® a ocuparse de pol¨ªtica fuera de su pa¨ªs, en Honduras primero y M¨¦xico despu¨¦s, cuando vio las miserables condiciones en que trabajaban los obreros de las trasnacionales bananeras y petroleras.
De regreso a su pa¨ªs, decidi¨® buscar trabajo en las minas de Nueva Segovia. Ten¨ªa 31 a?os. Al poco tiempo se le ve organizando a sus compa?eros de tajo para mejorar su situaci¨®n.
En noviembre de 1926, soldados norteamericanos desembarcaron en Nicaragua a petici¨®n del presidente t¨ªtere Adolfo D¨ªaz, que Washington hab¨ªa impuesto para resolver los litigios entre liberales y conservadores. El pa¨ªs entr¨® en su en¨¦sima guerra civil. Sandino se sum¨® a la causa constitucionalista liberal con una partida aut¨®noma que obedec¨ªa ¨²nicamente sus ¨®rdenes.
El general Moneada, que mandaba las tropas liberales, lleg¨® a un acuerdo con Washington para deponer las armas a cambio de ocupar la presidencia al t¨¦rmino del mandato de D¨ªaz. S¨®lo Sandino decidi¨® continuar en su lucha.
A finales de 1932, despu¨¦s de que el ¨²ltimo soldado norteamericano sali¨® de Nicaragua, Sandino se dispuso a negociar la paz con Juan Bautista Sacasa, el nuevo presidente liberal. Pero Washington hab¨ªa impuesto ya a Anastasio Somoza como jefe de la Guardia Nacional para sustituir al ej¨¦rcito ocupante. La buena fe de Sacasa nada pudo contra la traici¨®n del fundador de la dinast¨ªa somocista. El 21 de febrero de 1934, al t¨¦rmino de una cena en la casa presidencial, Sandino fue secuestrado y asesinado por la guardia.
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