Crispado forcejeo dial¨¦ctico entre senadores socialistas y del Grupo Popular al iniciarse el debate de la LODE

El conflicto de intereses entre los senadores del Grupo Popular y los del Grupo Socialista sobre el Proyecto de ley de Educaci¨®n (LODE), al que aqu¨¦llos han presentado 4.160 enmiendas, provoc¨® que en la primera reuni¨®n de la comisi¨®n de Educaci¨®n del Senado, celebrada ayer, apenas si se. hablara de la LODE, y, en cambio, se emplearan largas horas para discutir cuestiones de . reglamento y reprocharse mutuamente los senadores "sufrir la dictadura parlamentario, por parte de los conservadores, y "sufrir el obstruccionismo parlamentario" por parte de los socialistas.

La reuni¨®n que ayer celebr¨® la comisi¨®n de Educaci¨®n de la C¨¢mara Alta acapar¨® la atenci¨®n de los parlamentarios, dado que se trataba de la primera vez que en un Parlamento espa?ol se llevaba a la pr¨¢ctica la t¨¢ctica de boicoteo aplicada por los radicales italianos, hasta el punto de que las otras dos comisiones convocadas en el Senado para esa misma hora -la de Asuntos Exteriores y la de Industria- tuvieron que ser suspendidas porque los altos cargos que comparecieron en ambas se quedaron solos con los senadores del PSOE.Detr¨¢s de la avalancha de enmiendas que el Grupo Popular ha presentado a la LODE en el Senado, se encuentra el inter¨¦s de la oposici¨®n. conservadora para tratar de impedir que la ley de educaci¨®n est¨¦ en vigor el pr¨®ximo curso escolar 84-85, en tanto que las prisas socialistas responden justamente al inter¨¦s contrario. Por esta raz¨®n, la estrategia de los senadores del Grupo Popular es prolongar al m¨¢ximo los debates, aunque sea con intervenciones de hasta 25 minutos por una cuesti¨®n de orden. Por el contrario, los socia listas han aplicado r¨ªgidos criterios de tiempo Para la defensa de las 4.160 enmiendas, lo que provoc¨® ayer continuos enfrentamientos entre los senadores.

El debate result¨® muy ¨¢gil, dado que cada senador s¨®lo dispon¨ªa de cinco minutos para defender la enmienda o para atacarla, y fue extremadamente crispado. Las acusaciones y descalificaciones mutuas fueron en realidad el centro del debate. Durante la sesi¨®n de la ma?ana, apenas 45 minutos se dedicaron a defender vascos y populares las enmiendas a la totalidad de la LODE y los socialistas en rechazarlas. El resto del tiempo, hasta casi cinco horas de sesi¨®n matinal, se, emple¨® en cuestiones de orden y de reglamento.

Por la tarde, se entr¨® a debatir las enmiendas art¨ªculo por art¨ªculo. Las bromas, pese a la tensi¨®n existente en la comisi¨®n, fueron constantes. As¨ª, una buena parte de senadores del Grupo Popular iniciaba sus intervenciones diciendo "en los cuatro segundos y cinco d¨¦cimas que amablemente el presidente me ha concedido para defender mi enmienda...", ya que algunos parlamentarios de la oposici¨®n dispon¨ªan de cinco minutos y ten¨ªan que defender en ese tiempo hasta 70 enmiendas. Otros acotaron el tiempo reglamentario simplemente enumerando las enmiendas que ten¨ªan presentadas a cada art¨ªculo, sin poder siquiera terminar de leer dicha enumeraci¨®n y, por supuesto, sin poder pasar a leer el contenido.

Los socialistas, por su parte, aprovecharon esta circunstancia para ironizar sobre sus oponentes. Bernardo Bayona, portavoz del PSOE para la LODE, hizo reiteradas alusiones a la "oratoria y elocuencia en la argumentaci¨®n" de los senadores socialistas. ?stos, que no ten¨ªan tiempo sino de leer unas cifras, pateaban, silbaban y algunos, situados en las ¨²ltimas filas, exclamaban en voz alta: "encima de guasa" y " qu¨¦ tomadura de pelo".

"Dictadura parlamentaria"

En otro momento, el senador Bayona lleg¨® a decir que a la vista de tantas cifras -la numeraci¨®n de las enmiendas-, "uno siente la tentaci¨®n de gritar l¨ªnea o cantar bingo", lo que nuevamente provoc¨® los pateos y las protestas del Grupo Popular. La expresi¨®n "dictadura democr¨¢tica", "dictadura parlamentaria" e incluso "terrorismo parlamentario", esta ¨²ltima pronunciada por el senador Javier A?¨®n, fue constantemente utilizada por los populares.Los senadores de la oposici¨®n conservadora calificaron el texto de la LODE de "regresivo, inquisitorial, violador de libertades, falaz, vergonzante y pantotalitario". Esta ristra de calificativos empleada por un solo senador fue contestada por el portavoz socialista diciendo que "agradec¨ªa el ingenio, simpat¨ªa y la cordialidad y amabilidad de su oponente".