La polic¨ªa busca un aparato que emite una extra?a se?al de socorro captada por un sat¨¦lite

Una extra?a se?al de socorro emitida por una emisora no identificada, desde el municipio de Arona, en el sur de la isla de Tenerife, que fue captada por un sat¨¦lite de comunicaciones franc¨¦s, sembr¨® la inquietud en el centro de escucha de Toulouse (Francia). Desde all¨ª se solicit¨® la colaboraci¨®n de los servicios de salvamento del Gobierno espa?ol para descubrir el origen del citado mensaje de auxilio.

A partir de ese momento se mont¨® una operaci¨®n coordinada de rastreo, desde el aire y desde tierra, en dicha localidad, a cargo de un helic¨®ptero del Servicio A¨¦reo de Rescate (SAR) y de efectivos de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Municipal de las localidades de Los Cristianos y Arona, respectivamente. Este ¨²ltimo municipio sufri¨® un peinado de sus viviendas por parte de la polic¨ªa, siguiendo las coordenadas facilitadas por el citado sat¨¦lite franc¨¦s. Despu¨¦s de muchas investigaciones se pudo determinar que la sospechosa se?al proced¨ªa de un barrio de pescadores, Cabo Blanco, situado en el mismo, donde es habitual la existencia de emisoras clandestinas de radioaficionados que se utilizan en las faenas pesqueras.No obstante, y a pesar de ser insistente la llamada de socorro, los esfuerzos policiales resultaron infructuosos, descart¨¢ndose la posibilidad de que la misma fuera generada por una emisora de radio aficionados. Cuarenta y ocho horas despu¨¦s de haberse iniciado la operaci¨®n de rastreo, continuaba sin ser localizado el origen de la se?al y el desconcierto crec¨ªa en medios oficiales. Seg¨²n fuentes de la Guardia Civil, podr¨ªa tratarse de un error involuntario, ya que todo el municipio est¨¢ informado de la b¨²squeda de dicha emisora y, en caso de tratarse de una broma, la se?al hubiera sido suprimida para evitarse problemas, con la justicia.

En medios de Protecci¨®n Civil de Santa Cruz de Tenerife se especula con la posibilidad de que se trate de un error involuntario. La hip¨®tesis m¨¢s probable apunta a que alguno de los pescadores que viven en el barrio de donde se cree que parte dicha se?al haya adquirido a cualquier navegante solitario, de los muchos que surcan las aguas insulares, una radiobaliza de comunicaci¨®n que le es preceptiva para viajar en solitario.