D¨¦cimo aniversario del libro de Sp¨ªnola que anticip¨® la 'revoluci¨®n de los claveles'
Portugal y el futuro, el libro del general Antonio de Sp¨ªnola, es, 10 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, el 24 de febrero de 1974, apenas un recuerdo en la historia de la g¨¦nesis de la revoluci¨®n de los claveles, si bien fue un anuncio del golpe de los capitanes de abril.
En sus memorias, el fallecido Marcelo Caetano -jefe del ¨²ltimo Gobierno de la dictadura del Estado novo, implantada en Portugal por Oliveira Salazar a partir de 1926- escribi¨® que despu¨¦s de leer el libro, que Sp¨ªnola le ofreci¨® con amable dedicatoria antes de su publicaci¨®n, tuvo plena conciencia de la gravedad de los acontecimientos que 56 d¨ªas despu¨¦s acabaron con el r¨¦gimen. Afirma que convoc¨® a los generales Costa Gomes y Sp¨ªnola, entonces n¨²mero uno y n¨²mero dos respectivamente de la jerarqu¨ªa del Ej¨¦rcito, para convencerlos de que aceptasen el poder, cosa que rechazaron.Caetano se defiende as¨ª de los sectores de ultraderecha del r¨¦gimen, que lo acusaron de haber causado el desastre no impidiendo la publicaci¨®n de Portugal y el futuro. Prohibido el Ebro de Sp¨ªnola, lleg¨® en cualquier caso a conocimiento de la opini¨®n p¨²blica. En el Ebro que escribi¨® a su regreso a Portugal en 1979, despu¨¦s de los episodios rocambolescos del intento de golpe de Estado del 11 de marzo de 1975 y de su huida a Espa?a, Sp¨ªnola neg¨® que el objetivo de Portugal y el futuro fuera provocar "un pronunciamiento militar, y mucho menos una revoluci¨®n marxista". Se trataba ¨²nicamente de "indicar al Gobierno y a la opini¨®n p¨²blica la ¨²ltima salida posible para evitar el desastre".
Diez a?os despu¨¦s, la soluci¨®n propuesta por Sp¨ªnola aparece tan ut¨®pica e irrealista como la doctrina de un Portugal multirracial desde el r¨ªo Mi?o a la isla de Timor, a la que se aferraban los gobernantes de Lisboa. La idea de unir en un Estado confederado Brasil, Portugal, sus cinco colonias africanas y la lejana isla indonesia de Timmor, tiene, sin embargo, sus nost¨¢lgicos entre los retornados y la derecha, desconsolada con la p¨¦rdida del imperio.
M¨¢s importante que las lucubraciones neocoloniales de Sp¨ªnola era su an¨¢lisis de la situaci¨®n expuesto por el que hab¨ªa sido comandante en jefe de las tropas en Guinea Bissau, el n¨²mero dos de la jerarqu¨ªa militar, un hombre c¨¦lebre por su valent¨ªa y arrojo f¨ªsico, quien se atrev¨ªa a pensar y escribir que no hab¨ªa soluci¨®n militar para la guerra colonial y que la soluci¨®n pol¨ªtica del problema deb¨ªa basarse en la autodeterminaci¨®n de las provincias ultramarinas".
Movimiento de los capitanes
Soluci¨®n pol¨ªtica y autodeterminaci¨®n fueron palabras que aliviaron las conciencias de muchos oficiales subalternos, hartos de la inutilidad de sus esfuerzos para ganar la guerra y pacificar las poblaciones. El movimiento de los capitanes, en plena organizaci¨®n, recibi¨® a la vez un impulso en su politizaci¨®n y un refuerzo material del arma de Caballer¨ªa -mayoritariamente afecta a Sp¨ªnola- y de sus blindados para el proyecto de golpe militar en ciernes.Para el sector m¨¢s politizado de la joven oficialidad, Sp¨ªnola empez¨® a perfilarse como candidato a caudillo del movimiento, capaz de llevar los acontecimientos en un sentido opuesto a la democratizaci¨®n deseada. La irrupci¨®n de Sp¨ªnola con su libro anunci¨® tambi¨¦n muchos de los futuros avatares del Movimiento de las Fuerzas Armadas y de las convulsiones de la revoluci¨®n de los claveles.
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