R¨¦plica a S¨¢nchez Montero
Como respuesta a su reciente art¨ªculo, deseo explicarle a Sim¨®n S¨¢nchez Montero que entre el caso de Afganist¨¢n y el de Granada hay una diferencia sustancial y definitiva que ning¨²n comunista pone en evidencia: de Granada se han ido los norteamericanos, y de Afganist¨¢n bien claro dijeron los sovi¨¦ticos que no se ir¨ªan, que su ocupaci¨®n es irreversible. Y que conste que no aplaudo a Reagan, aunque pienso que si en el Reino Unido, los a?os 1937, 1938 o 1939, en lugar de Chamberlain, hubiera existido un Reagan, Europa se habr¨ªa evitado muchos desastres y muertos.Lo principal del escrito de S¨¢nchez Montero parecen ser, de todas formas, sus disertaciones sobre el ideal pol¨ªtico para el futuro. La doctrina sovi¨¦tica se basa en un pilar esencial: no se puede sostener una situaci¨®n gracias a la explotaci¨®n del hombre por el hombre. Consecuentemente, hay que eliminar la propiedad privada. A m¨ª, ante esa ingenuidad, me viene a la cabeza el problema de la doctrina cat¨®lica. ?Hay algo m¨¢s hermoso e ideal que la doctrina cat¨®lica? Su Dios dice: "Amar¨¢s al pr¨®jimo como a ti mismo", "todos somos iguales ante Dios", "dar¨¢s de comer al que tenga hambre"... Y, sin embargo, luego eso se ha traducido en cruzadas, guerras santas, la Inquisici¨®n, etc¨¦tera. Por otro lado, para introducirse entre los hombres, el catolicismo a aquellos buenos prop¨®sitos evangelistas le agreg¨® el contenido de lo trascedente y lo del otro mundo. Pues bien, lo que hace la idea marxista es imponer una doctrina invertida: puesto que no hay otra vida, vais a ser buenos a la fuerza de la raz¨®n y se os impedir¨¢ como sea que pod¨¢is cometer pecados. Al rev¨¦s, pero lo mismo, y ¨¦se es el problema, se?or S¨¢nchez Montero. /
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