Un viaje oportuno

Desde mi punto de vista, la pol¨ªtica exterior de un Estado democr¨¢tico tiene dos objetivos fundamentales. Uno, la defensa de los intereses nacionales. Dos, mediante el adecuado despliegue de medios econ¨®micos y humanos y de voluntades pol¨ªticas, la contribuci¨®n a la construcci¨®n de una sociedad internacional, pol¨ªtica y econ¨®micamente m¨¢s justa. Ambos objetivos est¨¢n interrelacionados y la coherencia en la realizaci¨®n del segundo favorecer¨¢ la progresiva consecuci¨®n de un prestigio espa?ol en la acci¨®n exterior, originando un mayor respeto y atenci¨®n hacia nosotros. Lo que, a su vez, facilitar¨¢ nuestra presencia pol¨ªtica y material en las zonas del mundo en que dicha acci¨®n exterior sea llevada a cabo. La conjunci¨®n bien articulada de prestigio, respeto y capacidad pol¨ªtico-diplom¨¢tica beneficiar¨¢, sin duda, nuestro inter¨¦s nacional.El viaje de estos d¨ªas a Arabia Saud¨ª y Jordania de una importante delegaci¨®n, dirigida por el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, busca consolidar una v¨ªa de acci¨®n espa?ola en el Pr¨®ximo Oriente.

La presencia del ministro de Econom¨ªa, Hacienda y Comercio, Miguel Boyer, y de una nutrida representaci¨®n econ¨®mica de esos departamentos ministeriales y del de Asuntos Exteriores, da idea de la importancia que el Gobierno atribuye al viaje. Importancia resaltada y continuada por el ya programado desplazamiento a varios pa¨ªses de la misma zona, que dentro de unas cuantas sernanas efectuar¨¢ un equipo pol¨ªtico-econ¨®mico del Ministerio de Asuntos Exteriores, encabezado por el, titular del departamento, Fernando Mor¨¢n.

Las entrevistas del presidente Gonz¨¢lez con los reyes Fahd, de Arabia, y Hussein, de Jordan¨ªa, proporcionar¨¢n a la actividad exterior de nuestro Gobierno valiosa informaci¨®n de primera mano y constituir¨¢n una magn¨ªfica ocasi¨®n para hacer sentir en los dos pa¨ªses una atenci¨®n hacia la zona, que el Gobierno espa?ol desea hacer patente.

En lo que respecta a la etapa jordana del viaje, ¨¦sta, y la posterior visita antes aludida, servir¨¢n para incrementar la no excesivamente boyante presencia espa?ola en el reino hachemita.

La visita de trabajo espa?ola a Jordania, pa¨ªs que est¨¢ desplegando una iniciativa rigurosa y bien planeada, tendente a lograr una paz global para la zona (que Amman considera imposible si no se resuelve el problema palestino), tiene dos vertientes principales. Una, pol¨ªtica: el rey y el Gobierno jordanos son activ¨ªsimos en la iniciativa de paz que desarrollan. Las visitas al extranjero de las m¨¢s altas autoridades jordanas y de presidentes, jefes de Gobierno y ministros de Exteriores y de otros ramos a Jord¨¢nia (entre ellos, varios europeos) en b¨²squeda del objetivo comentado son constantes. Jordania desea, y Europa tambi¨¦n, que esta ¨²ltima juegue un papel diplom¨¢tico y pol¨ªtico transcendental en el hallazgo de la f¨®rmula de paz. Espa?a est¨¢ interesada en el an¨¢lisis de esa f¨®rmula, y Riad y Amman cuentan a la hora de barajar posibilidades.

La otra vertiente de la escala jordana es econ¨®mica. Debemos ser conscientes de que no es f¨¢cil desarrollar una aut¨¦ntica pol¨ªtica exterior sin una verdadera presencia exterior y, desde luego, sin una presencia econ¨®mica. La nuestra en Jordania es apenas apreciable. La ratificaci¨®n del acuerdo comercial hispano-jordano, si es acompa?ada de facilidades crediticias de cierta consistencia y de un buen seguimiento pr¨¢ctico y constante desde Madrid, puede impulsar la relaci¨®n econ¨®mica, financiera y comercial hispano-jordana y crear la suficiente base real en la que apoyar cualquier previsible y futura iniciativa espa?ola en el ¨¢rea.

Paralelamente, las empresas espa?olas, p¨²blicas y privadas, deben sondear con mayor atenci¨®n las posibilidades que el desarrollo, no espectacular, pero sostenido y constante, de un pa¨ªs estable como Jordania puede ofrecer.

El pa¨ªs debe, asimismo, recibir la necesaria atenci¨®n por parte de las autoridades culturales espa?olas (las maravillas arqueol¨®gicas que contiene y la existencia de numerosos licenciados por universidades espa?olas justificar¨ªan ya de por s¨ª un cierto esmero).

Jordania, que, lenta pero decididamente, va camino de convertirse en un centro de relativa prosperidad y modernidad en Oriente Pr¨®ximo, merece el inter¨¦s que estas breves, l¨ªneas pretenden transmitir.