Indicios de que el Vaticano quiere normalizar relaciones "con una sola China"
El encuentro del martes pasado en el Vaticano entre Juan Pablo II y un grupo de obispos y eclesi¨¢sticos de Taiwan -durante el cual, el papa Wojtyla hizo grandes elogios del pueblo chino hablando de una sola China- ha hecho pensar que la Santa Sede puede estar dispuesta, por su parte, a replantearse el problema de su representaci¨®n diplom¨¢tica en Talbei.Y hasta se ha llegado a esbozar la hip¨®tesis que Juan Pablo II est¨¢ dispuesto a enviar a Pek¨ªn a un representante del Vaticano, sobre todo si se piensa que sigue vacante desde hace muchos a?os la nunciatura de Taibei.
No cabe duda de que la Santa Sede, ya desde tiempos de Pablo VI, est¨¢ haciendo esfuerzos sobrehumanos para abrir una rendija en la gran China.
El papa Montini, en su viaje a Extremo Oriente, quiso entrar en China, y no le fue posible. Tuvo que contentarse con llegar hasta Hong Kong, desde donde envi¨® unas palabras elogiosas sobre los esfuerzos llevados a cabo por Mao con su revoluci¨®n cultural, que, por cierto, tuvo que censurar posteriormente.
Juan Pablo II, desde el primer momento de su pontificado, ha querido tambi¨¦n entablar un di¨¢logo con las autoridades chinas, pero todo ha sido en vano, y hasta su famoso discurso de apertura desde Manila fue considerado s¨®lo "propagand¨ªstico" por las autoridades de Pek¨ªn.
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