Homenaje a Enrique Casas

Era un 23 de febrero. Hace tres a?os. En Madrid, unos salvapatrias nacionalistas hab¨ªan secuestrado la voluntad popular, tambi¨¦n la nuestra, la de Euskadi, en el Congreso de los Diputados.Esa misma noche, en la ciudad de San Sebasti¨¢n, s¨®lo los concejales socialistas permanecieron al frente de sus responsabilidades. En sus puestos. A disposici¨®n de los ciudadanos. Por la libertad de todos.

Y tambi¨¦n entonces, dirigentes socialistas como Enrique Casas y Ram¨®n J¨¢uregui se reun¨ªan en el domicilio del primero para, desde all¨ª, analizar la situaci¨®n y dar una respuesta si fuera el caso.

Y mientras en Catalu?a el presidente de la Generalitat se dirig¨ªa a todo el pa¨ªs para tranquilizar a los ciudadanos, en Euskadi nuestras autoridades auton¨®micas se olvidaron de hablar a su pueblo en los momentos m¨¢s dif¨ªciles. Por aqu¨ª la desbandada parece que fue grande (se contaba que en San Juan de Luz y Biarritz, esa noche, al no quedar sitio en los hoteles, la gente durmi¨® en los bancos de las calles). Enrique Casas permaneci¨® en su propio domicilio a disposici¨®n de todos, localizable, como siempre, a cualquier hora del d¨ªa o de la noche. Luchando por la libertad.

Tres a?os despu¨¦s, en este 23 de febrero, en el mismo lugar, en su propia casa, Enrique ca¨ªa abatido por el odio de los salvapatrias nacionalistas de nuevo cu?o, que lo han asesinado porque segu¨ªa luchando por la libertad de este pueblo.

La libertad popular, que fue miserablemente secuestrada en el Congreso por los fascistas, ha recibido, tres a?os despu¨¦s, un duro golpe a manos de otros fascistas.

Quiero rendir un peque?o homenaje con este recuerdo a un hombre con valor: Enrique, ?qu¨¦ duro es ser valiente en Euskadi! Es tan doloroso... /