La excusa del ¨²nico 'afeitado'
Mientras se tramitan las propuestas de sanciones a los ganaderos por manipulaci¨®n de las astas de los toros de lidia, o afeitado, durante la temporada 1983, el gremio de criadores de reses bravas y toda la cohorte de taurinos implicados en el fraude acent¨²an su campa?a para desacreditar a los veterinarios de la Escuela Nacional de Sanidad que efect¨²an el an¨¢lisis de los pitones y sus m¨¦todos t¨¦cnicos. Como bandera de esa campa?a llevan la excusa de que es absurdo que de toda una corrida se afeite un solo toro, y se basan en que, en efecto, hay numerosos casos de ganaderos que ser¨¢n sancionados ¨²nicamente por un toro manipulado.El argumento es capcioso. En realidad, no todas las astas de las corridas se env¨ªan a an¨¢lisis de la Escuela Nacional de Sanidad. La autoridad, o¨ªdos los veterinarios de servicio en la plaza, decide si las astas deben ser enviadas a examen, y cu¨¢les de ellas.
A veces se remiten las de un solo toro; por ejemplo, el m¨¢s escandaloso, aunque de los restantes tambi¨¦n haya sospecha de afeitado. A veces no se remite ninguna, porque en la plaza no se encuentran los cajones adecuados ni precintos; o porque el mayoral de la ganader¨ªa, que debe firmar el acta, se ha perdido; o, sencillamente, porque ni autoridad ni veterinarios parecen tener sospechas de fraude, en algunas ocasiones a pesar de que el p¨²blico lo denuncia a voz en grito.
Por a?adidura, los t¨¦cnicos que analizan los pitones aplican criterios en cierto modo benevolentes con el fin de que los ganaderos tengan garant¨ªa absoluta de que los dict¨¢menes de afeitado no ofrecen la menor duda. En determinados casos negocian con los veterinarios representantes de los ganaderos, quienes niegan que las astas est¨¦n manipuladas, y, cuando hay una importante cantidad procedente de una misma corrida, se les ofrece liberar de sanci¨®n a la mayor parte de ellas a cambio de que reconozcan que las restantes estaban afeitadas.
Una vez pasados estos filtros de garant¨ªa, puede resultar que en una corrida que fue despuntada en su totalidad s¨®lo aparezca afeitado un toro. Es, en definitiva, como un regalo de gran valor para el defraudador, pero ¨¦ste tampoco se conforma y, tras haber manipulado las astas, manipula la benevolencia y la utiliza para impugnar el trabajo global de los facultativos de la Escuela Nacional de Sanidad.
El comisario que presidir¨¢ las corridas falleras, que se celebrar¨¢n la semana pr¨®xima en Valencia, ha manifestado que, con el fin de que no haya errores ni agravios comparativos, enviar¨¢ a examen a la Escuela Nacional de Sanidad las cornamentas de todos los toros que se lidien en dicho abono, susciten o no sospechas de fraude.
Aficionados han expuesto en muchas ocasiones su deseo de que este proceder sea general en todas las plazas espa?olas, y que Interior d¨¦ las ¨®rdenes oportunas al respecto. Falta s¨®lo una semana para la feria de las Fallas e Interior a¨²n no ha dicho nada al respecto.
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