"La izquierda italiana carece de sentido del humor"
Forattini es el m¨¢s mordaz y agudo de los caricaturistas pol¨ªticos de su pa¨ªs. Las vi?etas que dibuja son comparadas a editoriales
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
Giorgio Forattini, de 52 a?os, ha hecho un poco de todo en su vida, desde obrero a vendedor callejero, pasando por estudiante de arquitectura y de teatro, siempre con la oposici¨®n de su padre ingeniero. Encontr¨® su verdadera vocaci¨®n de caricaturista a los 40 a?os. Hoy, Forattini es el mejor, el m¨¢s agudo, el m¨¢s mordaz y el m¨¢s entra?able de los caricaturistas italianos. Sus vi?etas pol¨ªticas son comparadas a editoriales y ¨¦l mismo reconoce que "son un modo de decir con ¨¦l dibujo lo que un periodista nunca podr¨ªa escribir". Su primera carica
tura pol¨ªtica la public¨® en el semanario Panorama, en 1973. Entonces trabajaba como dise?ador gr¨¢fico, "con un sueldo de hambre", en el vespertino de orientaci¨®n comunista de Roma Paese Sera. En este peri¨®dico tuvo luego su experiencia m¨¢s dura como caricaturista, porque algunos personajes, como Enrico Berlinguer o Aldo Moro, estaban totalmente vetados por razones pol¨ªticas. Quien en realidad descubri¨® y lanz¨® a Forattini como dibujante de vi?etas pol¨ªticas fue, en 1975, el diario La Repubblica, donde publi c¨® diariamente, tras haber contri buido como dise?ador gr¨¢fico a la creaci¨®n del peri¨®dico, una sabro s¨ªsima vi?eta que era la delicia y el terror, al mismo tiempo, de los personajes italianos de primera fila.Tras una experiencia de seis a?os, Forattini emigr¨® al peri¨®dico de la Fiat, La Stampa, de Tur¨ªn, donde hoy publica en primera p¨¢gina, casi a diario, su editorial. Porque el mayor elogio que han hecho siempre a Forattini es que su art¨ªculo es el m¨¢s le¨ªdo del peri¨®dico y que su caricatura es el comentario m¨¢s expresivo, libre y claro del diario.
Sus vi?etas han sido publicadas en cinco vol¨²menes. Durante su entrevista con EL PA?S en Roma, Forattini hizo una vi?eta in¨¦dita para este peri¨®dico, en la que el presidente Sandro Pertini afirma que mientras Espa?a es una rep¨²blica real, Italia es, en realidad, una monarqu¨ªa presidencial.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha querido expresar con esa vi?eta?
Respuesta. La simpat¨ªa que el ex partisano Pertini tiene por el rey Juan Carlos, hasta el punto de que habla siempre de ¨¦l como de un hijo.
A prop¨®sito de Pertini, el caricaturista italiano cuenta que tiene un gran sentido del humor, que no s¨®lo no se enfada cuando le dibuja, sino que le telefonea personalmente para re¨ªrse con ¨¦l. Y eso que Forattini no siempre es blando con el anciano presidente, como ocurri¨® recientemente, cuando le dibuj¨® llevando a hombros, sudoroso, el ata¨²d de Andropov en Mosc¨², mientras dec¨ªa: "Lo que tiene que hacer uno para conseguir el Premio Nobel de la Paz".
'Craxi se pone furios¨ªsimo'
P. Aparte de Pertini, ?qui¨¦nes tienen m¨¢s aguante con sus alfilerazos?
R. Sin duda alguna los dernocristianos, que adem¨¢s son los personajes con quienes m¨¢s duro he sido siempre. Por ejemplo, Amintore Fanfani o Giulio Andreotti. Deb¨ªan odiarme, y sin embargo Fanfani jam¨¢s ha protestado por unav¨ª?eta, y Andreotti hasta me manda notas muy sabrosas. Es muy astuta esta gente, y muy elegante.
R. ?Y los que m¨¢s se enfadan?
R. Curiosamente, menos Pertini, toda la izquierda. Betino Craxi se pone furios¨ªsimo, y no digamos Berlinguer, aunque este ¨²ltimo personalmente jam¨¢s me ha dicho nada. En general, la izquierda italiana no tiene sentido del humor.
P. ?Es verdad que fue Pertini quien le pidi¨® personalmente que no dibpjara a Craxi con la camisa negra (uniforme de los fascistas en la Italia de Mussolini)?
R. S¨ª, es verdad, pero, l¨®gicamente, yo segu¨ª haci¨¦ndolo.
P. ?C¨®mo reacciona usted cuando una de sus vi?etas, si no por censura, al menos por oportunidad, no se publica?
R. Reacciono como una fiera, me cabreo terriblemente, porque despu¨¦s de todo lo que hemos hecho para introducir en este pa¨ªs la s¨¢tira en la vida pol¨ªtica no soporto ning¨²n tipo de censura.
P. Usted fue el primero que se atrevi¨® a dibujar al Papa. ?Le cost¨® mucho?
R. Fue la batalla m¨¢s dif¨ªcil, pero al final lo consegu¨ª. En el Vaticano a veces han reaccionado muy duramente, pero mi sensaci¨®n es que al papa Wojtyla, en el fondo, le hacen gracia mis caricaturas. Pero es dif¨ªcil hacer caricaturas a este Papa polaco, guapo, que no se parece a un Papa, porque no est¨¢ nunca en el Vaticano
P. ?Por qu¨¦ dibuja siempre desnudo a Spadolini?
R. Porque me sale as¨ª, pero es que, adem¨¢s, a ¨¦l esto le divierte mucho. Ahora me falta como presidente del Gobierno. Me sal¨ªa muy bien. Spadolini es un hombre inteligente, que nunca se enfad¨® conmigo y est¨¢ seguro de que le he dado mucha publicidad.
P. ?Es posible hacer chistes sobre los ni?os?
R. No, s¨®lo cosas atroces, como cuando alguna vez he tocado el tema del hambre o del aborto
'Beber en un vaso de mercurio'
P. ?Qu¨¦ es la s¨¢tira para Forattini?
R. Es como beber en un vaso de mercurio.
P. ?Y qu¨¦ m¨¢s?
R. Un modo de decir con un dibujo lo que ning¨²n periodista podr¨ªa expresar con palabras. Forattini tiene esa timidez cl¨¢sica del humorista. Partidario de la no violencia, su personaje es Gandhi. Es alegre como unas casta?uelas y no es capaz de casarse con nadie. A quienes le acusan de estar siempre "en contra de todo" les responde que, al igual que el humor, nunca puede estar "a favor de nadie". Le cuento que una vi?eta suya fue objeto de enorme discusi¨®n en la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera, porque cada uno intentaba darle un significado completamente distinto, y Forattini responde: "Eso quer¨ªa decir con lo del vaso de mercurio. La s¨¢tira, en realidad, tiene una gran carga de ambig¨¹edad. Cuando he acabado una vi?eta yo mismo me doy cuenta de que puede significar varias cosas a la vez. En una ocasi¨®n, incluso, me di cuenta de que una vi?eta publicada ni siquiera ten¨ªa significado, alguno para m¨ª".
P. ?Qu¨¦ es lo que le hace sufrir m¨¢s?
R. No poder dibujar la idea que llevo dentro. Son muchas m¨¢s las ideas que me bullen en la cabeza que las posibilidades de traducirlas a una caricatura, sobre todo porque yo dibujo mal. Empec¨¦ muy tarde en este trabajo, y a veces me pregunto cu¨¢nto tiempo continuar¨¦ haci¨¦ndolo.
P. ?Se ha preguntado, sin embargo, por qu¨¦ en tan poco tiempo, y sin saber dibujar, se ha convertido en el primer caricaturista del pa¨ªs?
R. Porque soy tenaz. Porque viniendo a trabajar a La Stampa no por eso dejo de meterme con Giovani Agnelli, que es el due?o del peri¨®dico, ni porque Pertini me pida que no me meta tanto con Craxi, le escucho. Pienso que la independencia de juicio, la libertad interior, en la primera condici¨®n para tener ¨¦xito en este oficio. Y adem¨¢s hay que saber interpretar siempre lo que la gente piensa realmente de los personajes que encarnan el poder.
Uno de los mayores elogios que se han hecho siempre de Forattini es que nunca ha sido duro o mordaz con los d¨¦biles.
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