La Conferencia de Reconciliaci¨®n de Lausana acuerda un alto el fuego inmediato en todos los frentes de batalla de L¨ªbano

La Conferencia de Reconciliaci¨®n Nacional Libanesa decidi¨® ayer en Lausana solicitar a las fuerzas beligerantes en todas las zonas de combate que observen un alto el fuego general a partir de las nueve de la noche de ayer, seg¨²n anunci¨® un portavoz de la Presidencia libanesa.

Este acuerdo, que no fue firmado, pide a todas las partes en conflicto "un cese el fuego total y riguroso" y ordena la creaci¨®n de una comisi¨®n de seguridad al m¨¢s alto nivel militar posible para que se re¨²na hoy por la ma?ana en Beirut. Esta comisi¨®n estar¨¢ dotada de "plenos poderes" para la consolidaci¨®n definitiva del cese el fuego y podr¨¢ tomar todas las medidas necesarias para su puesta en pr¨¢ctica.La decisi¨®n incluye, en su punto tercero, la creaci¨®n de comit¨¦s de vigilancia del cese el fuego, compuestos de oficiales jubilados del Ej¨¦rcito y de las fuerzas de seguridad interna (polic¨ªa), que depender¨¢n funcionalmente de la comisi¨®n de seguridad y tendr¨¢n por misi¨®n facilitarle, a trav¨¦s del Estado, todos los medios de comunicaci¨®n y movimiento.

La comisi¨®n de seguridad deber¨¢, por su parte, separar, a los combatientes en todos los frentes y crear una zona-tamp¨®n destinada a evitar que se reanuden los combates. La comisi¨®n deber¨¢, adem¨¢s, tomar todas las medidas necesarias para reabrir el puerto y el aeropuerto internacional de Beirut.

Por ¨²ltimo, la conferencia pide el fin de las campa?as de hostilidad entre radios rivales.

"La conferencia", se?ala la declaraci¨®n, "toma buena nota del compromiso de todas las partes a dar instrucciones para que se respete de forma estricta y seria la decisi¨®n de cese el fuego. Deber¨¢n igualmente comprometerse a no responder a los tiros de los contrarios durante un plazo razonable, en el transcurso del cual deber¨¢n informar a la comisi¨®n de seguridad de los incidentes que hayan podido sobrevenir".

La decisi¨®n fue alcanzada a primeras horas de la noche, despu¨¦s de que durante todo el d¨ªa las distintas fuerzas representadas en la ciudad suiza no consiguieran superar sus diferencias sobre los t¨¦rminos concretos en los que deber¨ªa aplicarse el alto el fuego. Hubo un momento en que la conferencia pareci¨® entrar en un callej¨®n sin salida, debido al enfrentamiento entre el presidente Am¨ªn Gemayel y su adversario m¨¢s firme, Walid Jumblat.

En el debate surgieron diferentes propuestas. El ex presidente maronita, Camille Chamoun, consider¨® que era preferible que la supervisi¨®n fuera confiada al Ej¨¦rcito liban¨¦s, a la polic¨ªa nacional o a un comit¨¦ mixto de civiles y militares. El padre del presidente, Pierre Gemayel, fundador de la Falange cristiana, propuso que la aplicaci¨®n del acuerdo fuera encomendada a un contingente de tropas extranjeras, a observadores neutrales o a los cascos azules de las Naciones Unidas, en particular en la zona del puerto y el aeropuerto de Beirut.

El compromiso de cese el fuego es un pacto entre caballeros que cada una de las partes acepta sin firmarlo. Todas las delegaciones estaban dispuestas, a media ma?ana, a rubricar el texto, cuando, de pronto, Walid Jumblat exigi¨® que Am¨ªn Gemayel firmase el acuerdo "en su condici¨®n de jefe supremo del Ej¨¦rcito, de las milicias cristianas y parte en la negociaci¨®n". El rechazo fue inmediato, y el presidente Gemayel hizo valer su condici¨®n de ¨¢rbitro para negarse a ello.

"La arrogancia de Jumblat es intolerable", dijo un portavoz gubernamental, "porque Am¨ªn Gemayel es el presidente de L¨ªbano, participa en los trabajos de la conferencia como tal, e incluso el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Abdel Halim Jadam, no ha puesto nunca en tela de juicio ni las funciones ni la autoridad del presidente Gemayel".

Finalmente se encontr¨® la salida de que ninguno de los asistentes a la conferencia firmase el documento final, y se limitasen a manifestar su acuerdo oral.