Elisabeth von Rathleft, artista del papel
Nacida en Lituania, ha recortado las siluetas de la obra de Gaud¨ª
Menuda, t¨ªmida, inquieta, de edad ya indefinida, ojos profundos y mirada siempre curiosa, manos enjutas que dibujan sin cesar en el aire, voz suave, ronroneante, desmemoriada, todo afabilidad, Elisabeth Charlotte von Rathleft ha cumplido por fin uno de sus m¨¢s viejos sue?os: exponer Gaud¨ª blanc i negre, y lo ha hecho en una sala de La Caixa de Barcelona. Son un total de 66 siluetas en papel o cartulina negros realizadas en estos ¨²ltimos seis a?os: rejas, balcones, puertas, chimeneas, pin¨¢culos, bancos, barandillas, hierros forjados y columnas de las casas Mil¨¢ y Batll¨®, del palacio, parque y pabellones G¨¹ell y de la Sagrada Familia.
Elisabeth Ch. von Rathleft naci¨® en Noernikoj, peque?a ciudad a orillas del lago Peipus, en la provincia b¨¢ltica de la Livonia, uno de los dos grandes maestrazgos de la Orden Teut¨®nica en los siglo XIII-XIV y zona disputada a polacos y suecos en tiempos de los Ivanes III y IV el Terrible, siglos XV XVI. ?rea de lengua finesa oriental, repartida entre Estonia y Lituania, desde la ¨¦poca moderna es de dominio ruso y cultura en parte alemana, por lo menos la clase dominante.Los Von Rathleft eran arist¨®cratas. "Era una familia que estaba en Rusia desde hac¨ªa siglos y, como muchos funcionarios y militares, descend¨ªan de alemanes. Mi padre era oficial del Ej¨¦rcito ruso".
La revoluci¨®n de 1917 los empuj¨® al exilio. Regresaron a Alemania con cuatro hijos peque?os, entre ellos Elisabeth. Fue entonces cuando la madre estudi¨® escultura en la Bauhaus. "Trabaj¨® en Berl¨ªn e hizo cosas m¨¢s bien como Barlach, ya sabe, el escultor... Muri¨® bastante joven y no queda nada de su obra. S¨®lo las fotos que tengo"
Y este ambiente art¨ªstico en el que vive la joven Elisabeth es el que influir¨¢ profundamente en su futuro a pesar de que nunca fue a una escuela de arte: "En el colegio yo quer¨ªa estudiar arte o artesan¨ªa, o algo as¨ª, pero mi padre dijo que el arte no da para nada, y no lo hice". Recortar la silueta, papel y tijeras, dibujo de luces y sombras, fotograf¨ªa de antes de la fotograf¨ªa, esqueleto de las cosas, ensue?o, fantasmagor¨ªa: "siempre he hecho siluetas, desde que era una cr¨ªa; es que mi madre ya lo hac¨ªa. En los pa¨ªses b¨¢lticos era mucha costumbre, y mi madre hac¨ªa unas preciosas para divertirnos. No tengo otra escuela".
Despu¨¦s viene su segundo exilio, a Barcelona, en 1939. "Yo vine aqu¨ª por casualidad, para aprender espa?ol, y aqu¨ª me cas¨¦ y me qued¨¦: Spain for ever". Antes hab¨ªa trabajado de institutriz y como traductora, profesi¨®n ¨¦sta en la que a¨²n contin¨²a, pero bien pronto comenz¨® a vender sus dibujos y recortables.
"Empec¨¦ a trabajar para esa casa, Renart, que estaba en la calle Diputaci¨®n, y que ya no existe. Me encargaban muchas cosas, cosas m¨¢s bien infantiles y santos, muchos santos. Tambi¨¦n para otras tiendas y para particulares. Ser¨ªa el a?o 1942 cuando empec¨¦ a hacerlo un poco profesionalmente. En el fondo, he aprendido trabajando. Y he ilustrado libros para la editorial Juventud, y he hecho cuadritos de casi todos los cuentos infantiles catalanes, cuadritos para vender, y he trabajado para Indianas Dal¨ª".
Elisabeth Ch. von Rathleft, no obstante, debe esperar hasta finales de los a?os 70 para empezar a salir del anonimato. "Todo esto me lo han ofrecido; yo no voy nunca detr¨¢s de una exposici¨®n". Y,como sucede tan a menudo entre nosotros, despu¨¦s de cerca de 40 a?os de residir en Barcelona, casi ignorada, mal apreciada, apenas se salva en este sentido la publicaci¨®n de su libro Siluetas de Barcelona, su primera gran muestra la realiza en el extranjero, en Copenhague, en la Rodovre Bibliothek. De inmediato todo se desencadena y las exposiciones sobrevienen atropelladamente: exposiciones del Ayuntamiento de Barcelona, la de la Caja de Ahorros de Navarra, de diversas entidades culturales, etc¨¦tera. "Ahora voy a hacer una en mayo, en Suiza, en St. Gallen".
Lo curioso de todo ello, lo triste, es que Elisabeth ha dado incluso clases de dibujo, pero de recortado, nada, ni seguidores ni disc¨ªpulos. "Todo el mundo dice ?esto?; y claro que es un arte. Primero lo dibujo todo, y un dibujante es un artista, ?no? Pues todo est¨¢ dibujado antes; si no, no lo puedo hacer. Lo dibujo en el sitio. Voy all¨ª y lo dibujo tal como yo lo veo. Y luego, en casa, cojo un papel o un cart¨®n y lo recorto. Para m¨ª s¨ª que es un arte. Tampoco hay una t¨¦cnica. Es facil¨ªsimo. Muy f¨¢cil. S¨®lo coger un papel, dibujarlo y recortarlo. Nada m¨¢s". Y nada menos.
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